Diana una verdadera rockstar

Por Bernardita Cruz Baraona / @bernicruzmr

Bernardita Cruz Baraona @bernicruzmr

Tenía solo 19 años cuando las cámaras fotográficas y de televisión comenzaron a capturarla donde fuera que iba. Era linda y de mirada inocente. Era la novia del príncipe heredero quién, a pesar de ya tener más de 30 años, aun no mostraba mayor interés en casarse y seguir con la línea de sucesión al trono. Todos vieron en Diana, a la princesa que junto al futuro rey encarnarían un verdadero cuento de hadas.

Lo que luego vino ya es conocido por todos. Una tragedia que terminó en su muerte y que dejó a dos niños sin madre y una imagen de la monarca por el suelo y que Isabel II supo recuperar a lo largo de los años.

Diana es quien, junto a la reina, mayormente ha marcado la historia monárquica europea del siglo XX. Porque si bien la soberana ha representado a la perfección el rol de la corona como figura política, económica e incluso comercial, la princesa de Gales encarnó todo lo que a la reina le falta: cercanía de la mano de obras humanitarias y también de estilo mostrándose como una mujer moderna.

Con Diana las imágenes de los enfermos de SIDA cruzaron las fronteras y su mensaje de no discriminación recorriendo el mundo. Eran los 80 y 90, cuando aun se creía que una persona con VIH contagiaba con el simple hecho de respirar.

Junto a la Madre Teresa de Calcuta ayudó a enfermos en India.  También mostró la pobreza en África. Además, fue una de las principales figuras en la lucha contra las minas antipersonales.

Ella era una verdadera influencer y lo sabía.

Con la misma fuerza, causaba estragos con sus looks. Su peinado ha sido el más imitado del siglo pasado. Sus vestidos elegantes y también su ropa para salir a la calle como una ciudadana cualquiera, causaron furor.

Es que Diana personificó muchas cosas y cada paso que dan sus hijos e incluso nietos, parecieran que hacen recordarla.

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