LA EX BAILARINA DE BALLET YOKO MIZOGUCHI ENSEÑA EL MÉTODO JAPONÉS QUE CAMBIA TU FÍSICO CON SÓLO CINCO EJERCICIOS EN 3 MINUTOS.
Por Emilio Soto / @emigol_11
28/02/2021
Con la pandemia y el teletrabajo, por un momento aumentó el sedentarismo. Pero las personas recapacitaron sobre su condición física y comenzaron a practicar con rutinas en Internet. Al mismo tiempo una serie de libros sobre fitness empezaron a revolucionar el mundo por el poco tiempo que se estaba destinando a los ejercicios. Al comienzo fueron bestseller en Japón, pero ya han conquistado a gran parte del público en todos los rincones del planeta. La clave de su éxito, la promesa de poder moldear tu cuerpo en tiempo récord y sin apenas esfuerzo… ¿es posible?
En la actualidad existen muchos sistemas de entrenamiento que prometen modelar el cuerpo sin apenas esfuerzo y en poquísimo tiempo. Pero debemos tener cuidado con enunciados donde la palabra “perfecto” va unida a la palabra “cuerpo”, aunque la clave es entender qué es realmente un “cuerpo perfecto”. Justamente el libro de Yoko Mizoguchi contiene ese título y por ello capta la atención del público: Un cuerpo perfecto en 3 minutos (Kitsune Books). Sin embargo, si leemos su subtítulo se comprende la ciencia (y efectividad) del método: “el secreto para mejorar tu postura y conseguir una figura esbelta con solo tres minutos al día”.
La escritora japonesa de este bestseller Yoko Mizoguchi, de alguna manera continúa el legado del método Sakuma o por qué corregir los hábitos posturales ayudan a perder peso. En su libro te explica, de manera sencilla y dinámica una rutina de ejercicios -apoyada en imágenes- centrándose en 5 partes esenciales del cuerpo: pelvis y cadera, hombros, omóplatos, glúteos y tobillos. Además, contiene multitud de testimonios con fotografías del antes y el después de algunos de sus alumnos para atestiguar su efectividad.
La idea básica de esta rutina es corregir una mala postura a partir de la inclinación pélvica, relajando el cuerpo para reajustarlo. De esta manera el cuerpo se descomprime, se relaja la tensión muscular, y con ello se logra la correcta posición corporal, colaborando de paso en el equilibro del sistema nervioso. Una vez que te liberas de los malos hábitos adquiridos durante años, tu físico recupera la soltura perdida, dejas de sentirlo agarrotado y comienzas a verte y sentirte mejor. Yoko Mizoguchi se demoró 30 años en entender este mecanismo. Es profesora de yoga y pilates además de ex-bailarina. Una lesión le hizo darse cuenta que no lograba alcanzar los resultados por más entrenamientos que hiciese. Lo estaba haciendo, por decirlo de alguna forma, contra natura. Practicaba ejercicio desde la postura que su cuerpo había asumido por costumbre hacía años. Su método establece que al recobrar la movilidad original, la postura cambia y logra que los músculos que estaban rígidos por costumbre comiencen a trabajar y, con ello, se deje de acumular grasa en la zona.
Los Cinco pasos para transformar el cuerpo
Mizoguchi recuerda que, con su método, cualquier cambio requiere práctica y tiempo, pero no esfuerzo. Lo bueno es que puedes realizar esta rutina en cualquier lugar de tu casa y en poco tiempo. ¡Parte ya!
Camina con los glúteos: El primer ejercicio (es importante el orden a la hora de hacerlos) se centra en la cadera. La autora insiste mucho en que es la base del cuerpo en todos los sentidos, de ahí la importancia sobre corregir su postura. Para ello, te invita a sentarte en el suelo con las piernas cruzadas (primero una y luego la otra delante). Desde ese punto balancear las caderas levantando alternativamente los glúteos con la espalda recta y manteniendo durante 3 segundos cada movimiento. Al finalizar, lleva la pelvis hacia delante y hacia atrás de esta manera: inclina la pelvis hacia atrás (agárrate los pies con las manos para no caerte) mientras respiras lentamente durante 10 segundos y, luego, llévala hacia delante (arqueando la espalda como en la imagen) y mantén la postura 10 segundos. Cruza las piernas de nuevo (coloca la izquierda delante) y repite los pasos.
Rota los hombros: Es un trabajo fácil que permite destensar el cuello y los hombros y decir adiós a los horrorosos dolores en esa zona, a la vez que libera tensión y acaba estilizando nuestra figura al reubicar los hombros en su sitio. En cuatro apoyos, pon las manos debajo de los hombros, gira el brazo derecho hacia afuera y luego la cadera hacia atrás y hacia abajo para estirar la cara interna del brazo. Sirve para destensar las articulaciones de los hombros, rebajar la tensión del cuello y ayudar a abrir el pecho. Repite con el otro brazo.
Rota los omóplatos: Relajar los omóplatos ayuda a destensar la espalda. Para ello Recuéstate boca arriba y pon la mano derecha sobre el pecho. Luego, extiende el brazo en el suelo con la palma de la mano hacia arriba y deslízalo hacia abajo hasta juntarlo con el costado siguiendo con la palma hacia arriba. Repite tres veces y luego intenta estirarlo hacia arriba lo más que puedas. Hazlo luego con el otro lado. Notarás la espalda más destensada, el cuello más estilizado y la clavícula más marcada.
Estimula los glúteos: cuando los glúteos están tensos, el rango de movimiento de las articulaciones de la cadera se reduce y tiran de la pelvis hacia abajo. Este paso consiste en masajear los glúteos con una pelota. Para ello sentada en el suelo coloca una pelota bajo un lado del glúteo y muévete sobre ella unos 15 segundos. Repite con el otro lado. Ojo, no pongas la pelota justo debajo de la cadera porque está el nervio ciático y podrías hacerte daño.
Estira los tobillos: Una vez destenses los tobillos, caminarás con más elegancia. Además, este ejercicio ayuda a prevenir la acumulación de líquidos. De pie, apoya la punta del pie en el suelo, de modo que el talón quede apuntando hacia arriba. Para no perder el equilibrio, coloca las manos apoyadas en una pared. A continuación, dobla un poco la rodilla izquierda y estira el pie derecho hacia atrás. Mantén esta postura durante 5 segundos. Recupera la posición inicial y repite el movimiento tres veces antes de cambiar de pie.
