SI PIENSAS QUE LOS MALESTARES QUE TE AFLIGEN (ESTREÑIMIENTO, DISTENSIÓN ABDOMINAL, GASES…) TIENEN DIRECTA RELACIÓN CON UNA INTOLERANCIA AL GLUTEN, ESPERA Y CONTINUA LEYENDO PORQUE TE DECIMOS QUÉ ES LO QUE NUNCA TIENES QUE HACER PARA SABERLO PORQUE PUEDE TENER CONSECUENCIAS INDESEABLES PARA TU SALUD…
Por Francisca Vives K / @franvivesk
Para aquellos que tienen entre 18 y 30 años considerarse intolerantes a esta proteína se ha vuelto casi en una tendencia y decimos “se consideran” porque la gran mayoría de las veces se trata de un autodiagnóstico.
Lo primero a saber es que el gluten es un grupo de proteínas vegetales que se encuentran en la harina de los cereales de secano, fundamentalmente del trigo, pero también en la cebada, el centeno y la avena, o cualquiera de sus variedades e híbridos. Y se estima que solo el 1% de la población chilena realmente dolece de celiaquismo. Cuando el gluten entra en sus organismo, esas personas sufren de hinchazón, dolor abdominal, náuseas, fatiga, vómitos, diarrea, pérdida de masa muscular, etc. Son síntomas muy fuertes… Es decir, un celíaco no puede decir: bueno, hoy como pan no más, y me aguanto el dolor de estómago.
La doctora Macarena Lagos, inmunóloga de Clínica Las Condes , explica que no se se trata de una alergia alimentaria. “Se genera una respuesta del sistema inmune en contra de la proteína del gluten, el que genera una respuesta autoinmune en contra del enterocito (células epiteliales del intestino encargadas de realizar la absorción de diversos nutrientes esenciales), que genera inflamación y que puede provocar daño al epitelio del intestino. Esto produce dolor abdominal, diarrea y, en niños, incluso puede disminuir el crecimiento”, dice.
Pero por moda, porque algunos de sus síntomas pueden parecerse a otras enfermedades o simplemente por ahorrarse una serie de molestias, cada vez se ha hecho más popular la idea de adoptar una dieta libre de gluten. Y la verdadera pregunta es: ¿Es realmente esta proteína la culpable de todos esos pesares?
La doctora Sari Arponen, especialista en Medicina Interna y autora de ¡Es la microbiota, idiota! (Ed. Planeta) es muy clara cuando dice: “No dejes el gluten sin haber descartado primero la celiaquía”.
Y es que eliminar de plano el gluten sin haber tenido un diagnóstico previo puede hacer que luego saber si tienes realmente intolerancia al gluten sea mucho más complicado.
¿EXISTEN RIESGOS PARA LA SALUD DEJAR DE CONSUMIR GLUTEN SIN SABER SI TENEMOS INTOLERANCIA AL GLUTEN O CELIAQUÍA?
La Dra. Arponen nos avisa de dos consecuencias peligrosas:
- Dificulta el diagnóstico. Si se deja el gluten sin supervisión médica, luego, para conseguir un diagnóstico, hay que volver a introducirlo y “la reintroducción del gluten no garantiza el diagnóstico”, porque “hay personas que demoran hasta dos años en desarrollar los cambios intestinales en la biopsia de duodeno”. Así, podrías tener una biopsia negativa pero sí ser intolerante, solo porque al hacer la dieta se ha “falseado” el resultado.
- Complica mucho el tratamiento. Según advierta la doctora “la reintroducción del gluten en una persona celíaca tiene sus riesgos”. Por ejemplo, “los síntomas que habían desaparecido pueden volver magnificados”. Y peor que eso, cuando después se vuelva a seguir una dieta sin gluten estricta “no siempre recuperan el nivel anterior”, es decir, no recuperan los beneficios de haber dejado de comer gluten la primera vez.
¿QUÉ PRUEBAS HAY QUE HACER PARA SABER SI SOY INTOLERANTE AL GLUTEN?
- Historia clínica. Lo primordial es elaborar una historia clínica en la que, además de los síntomas que sufre el paciente –que no siempre son digestivos–, se tenga en cuenta si hay familiares directos diagnosticados de intolerancia al gluten, ya que esta enfermedad tiene componentes genéticos. También es preciso evaluar si la persona tiene otras dolencias que puedan predisponer a la enfermedad celíaca como la diabetes tipo 1, la tiroiditis autoinmune, la artritis reumatoide o la psoriasis, entre muchas otras.
- Análisis de sangre. Se realiza en busca de anticuerpos porque si estos resultan altos es probable que haya intolerancia al gluten.
- Biopsia intestinal. Se extrae un pequeño trocito de la zona más superficial de la segunda o tercera porción del duodeno para determinar si hay lesiones.
- Estudio genético. A veces, si la biopsia es negativa pero el análisis muestra anticuerpos positivos, se recomienda este estudio, que se hace con muestras de sangre o saliva.