cocina alemana, mucho más que salchichas y cervezas

Carnes, chuletas ahumadas y quesos. La variada gastronomía alemana destaca por sus atractivos sabores, texturas y aromas, características propias de su tradición.

Por Francisca Vives K / @franvivesk

12/11/20

Qué es lo primero que se te viene a la mente cuando hablan de gastronomía alemana. Lo más probable es que sean salchichas, cervezas o strudel. Es verdad, son algunas de sus especialidades, de hecho hay más de 1500 tipos de salchichas diferentes. Pero esta cocina ofrece también otras exquisiteces, como los pescados ahumados, el chucrut, los quesos de la región de Maguncia o las variadas recetas de la Zona Sarre, que se combina un poco con la cocina francesa. Ahora bien, si nos referimos a sus características, la gastronomía alemana se diferencia de otras por su contundencia y contenido calórico. Algunos platos típicos son las chuletas de cerdo ahumadas o unos pequeños filetes de carme picada llamados frikadellen. Es preciso destacar que muchos de sus gustos varían según la región. Así, por ejemplo, en Berlín lo más típico son las anguilas, el esturión, el codillo de jabalí, patas de cerdo cocidas, las diversas ensaladas de papas y las albóndigas. En cuanto a los líquidos, no sólo hay cerveza, los vinos alemanes tienen su merecida fama. Las zonas vinícolas más importantes son las cercanas a los ríos Rhin y Mosela. Si la cosecha del año ha dado vino de calidad se indica en las botellas con la palabra naturrein, que significa natural, mientras que si la cosecha no ha sido demasiado buena y es necesario añadirle azúcar al vino, se indica con la palabra verbessert; o sea, mejorado. Y ahora sí la cerveza. Es la bebida más popular y no hay ciudad que no posea su propia fábrica de elaboración. Hay varios tipos, pero los más populares son la altbier (amarga y con alto contenido de lúpulo), la malzbier (oscura, dulzona y con un bajo grado de alcohol), y las märzen, starkbier, bockbier y doppelbock, todas ellas con un alto contenido de malta. También encontramos la pilsener, la wiessbier, elaborada con granos de trigo y ligera al gusto, y la radlermass, muy ligera y que suele beberse con un poco de gaseosa.

Y para deleitarnos un poco con el sabor germano, les dejamos esta rica receta de un strudel tradicional.

Strudel

Ingredientes

450 gr. de harina, 100 gr. de mantequilla, 1 kg. de manzanas, 1 limón, 100 gr. de pasas de Corinto, 1 huevo, 1 copa de jerez dulce, 1 vaso de leche y 350 gr. de azúcar.

Preparación

Vierte la harina formando un volcán, añade 100 gr. de azúcar, un poco de sal, el huevo, la mantequilla derretida y el vaso de leche. Trabaja la masa durante bastante tiempo hasta que quede lisa y elástica. Forma como un pan y déjalo reposar en un lugar cálido cubierto con un paño durante 1 hora. Luego, pon a remojo las pasas en el jerez. Pela las manzanas, quítales el corazón y córtalas en tajadas finas. Ponlas en un recipiente con 1 vaso de agua, 5 cucharadas de azúcar, cáscara de limón y las pasas. Cocina a fuego moderado hasta que se evapore el líquido. Estira la masa sobre una servilleta, pon el relleno en el centro y con ayuda de la servilleta forma un pan rectangular. Pinta con huevo batido y cocina en horno muy caliente durante 1 hora aproximadamente.

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