Cerrando el 2020: continúa el desafío para padres e hijos

¿Cómo estamos para despedir este año?

Maria Pia Vercellino Diéguez y Maria Isabel Huerta Becerra

Estamos a pocas semanas para que este inolvidable 2020 termine.

Como todos los cierres de año, es innegable el cansancio físico y desgaste emocional que puede acompañarnos, más aún en este 2020 tan particular y diferente que, sin duda, ha sido un gran desafío tanto para nosotros como padres, como para nuestros hijos. A esto se suma que como cada fin de año hacemos una evaluación de cómo hemos vivido y de cómo hemos transitado el año que termina. 

Hemos vivido una pandemia sin precedentes, acompañada por una crisis sanitaria, social y económica que nos ha afectado como persona, familia y sociedad. Todos nos hemos visto en la necesidad de generar cambios, y cambios rápidos en nuestras rutinas y formas de vivir. Cambios que nos han originado incertidumbre y angustias, y que nos han desafiado a  poner en marcha todo nuestro sistema de adaptación.

Un año en que la inseguridad nos acompañó y nos mostró que nuestra capacidad de control tiene límites.

Tuvimos que aprender a trabajar desde nuestras casas, habitando nuestro hogar de una manera distinta, siendo simultáneamente nuestro lugar de trabajo, el colegio de nuestros hijos e hijas, nuestro espacio de descanso… ¡Fue todo! Tuvimos que ser y seguimos siendo multifuncionales.

Un año y cierre de año escolar y académico único, con clases en línea, que seguro nunca se olvidará, el que hoy nos desafía nuevamente a confiar, a dar pequeños pasos, más allá de temores que puedan surgir, para comenzar a probar el que nuestros hijos se acerquen a una nueva manera de asistir al colegio.

Un año y un fin de año que nos ha tenido en un carrusel de emociones, con una carga mental y emocional que ha puesto a prueba todas nuestras capacidades adaptativas y nuestras ventanas de tolerancia frente al stress.

¡Este 2020 sí que ha generado reflexiones!Tanto personales como al interior de las familias y de las instituciones. Estas reflexiones y cambios pueden teñirse con el estrés propio de los cierres, de los términos, acompañado por la preocupación y atención que aún debemos tener para evitar los contagios por COVID 19. 

En fin… Un año y cierre de año con muchos cambios importantes a nivel laboral, familiar y de la manera en que nos relacionamos. 

Es por eso que queremos compartir con ustedes algunas sugerencias de cómo gestionar de mejor manera esta clausura.

Al hacer el cierre y mirar hacia atrás, te sugerimos: 

1.- Identifica qué emociones te acompaña. Tristeza, alegría, frustración, miedo, esperanza etc. Dale espacio para que aparezcan, independiente de la que sea, todas tienen algo que decir.  Es muy común que nos embargue una cuota de tristeza o nostalgia,  ya que todo cierre implica un duelo y claramente este año hemos experimentado varias pérdidas y duelos. 

También celebremos todos aquellos momentos que han sido positivos y nos han llenada de alegría y orgullo por los aprendizajes y nuevas capacidades que hemos visto en nosotros y en quienes nos rodean.

Valida todas las emociones propias y de los miembros de tu familia, no juzgues ni critiques… Para todos esto ha sido un desafió que intentamos llevar adelante de la mejor manera. No las tapemos ni minimicemos – por vergüenza o frustración – generemos espacios seguros para que se expresen y se modulen.

2.- Observa cómo está tu cuerpo. Tu organismo, llegando al cierre del año: ¿Estoy saludable?, tengo dolores, molestias, insomnio, taquicardias, angustia. Qué nos está comunicando, o por el contrario me siento con energía, vitalidad, etc. ¡Escúchalo! ¡acéptalo y respetalo! No olvides planificar tus rutinas de manera flexible y participativa, desde tus necesidades y autocuidado – cultivando y estimulando una sana alimentación y fomentando espacios de ejercicio físico.

3.- Jerarquiza. Lo que resta del año focalízate en aquellas situaciones, proyectos o acciones que son importantes para ti. No todo… sólo lo que realmente es importante. Pregúntate ¿esto es urgente y qué importante? ¿Qué está en mis manos (en mi zona de control), esto depende de mí o no? Privilegia situaciones que te hagan bien, que te conecten con tu bienestar emocional y el de tu grupo familiar. Estimula espacios de diálogo y temáticas de conversación con tus seres queridos en torno a este fin de año. 

4.- Busca ayuda si lo necesitas. Para todos ha sido diferente el impacto y la carga de este año, no somos superhéroes, ni heroínas. Si lo necesitas pide apoyo a tu red cercana o a un profesional de la salud mental. Recuerda que para ayudar a regular las emociones de nuestros hijos debemos en primer lugar regularnos nosotros mismos.

5.- Agradece. Generalmente nos conectamos con lo que no fue, con lo que faltó, la invitación es a mirar hacia atrás y agradecer, conectarse con la gratitud es un ejercicio especialmente importante al cerrar un ciclo, seguro encontraras algo! Cada noche, antes de irte a acostar, agradece algo de tu día, eso te conectará con el amor por la vida, la esperanza en el futuro y la tranquilidad.

Esperamos te resulten útiles estas sugerencias!!!

Maria Isabel Huerta Becerra
Ihuerta.psicologia@gmail.com
@isahuertapsicologa

Maria Pia Vercellino Diéguez
piavercellino@gmail.com
@psicologa_piavercellino

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