La televisión, la publicidad de la calle, las revistas, las redes sociales… Todas nos aconsejan sobre el cuidado que debemos tener con nuestra piel, cómo protegernos de los rayos del sol, qué factor utilizar, cómo deben ser nuestros anteojos para proteger nuestros ojos y un largo etcétera. Pero, ¿cuántos se detienen a pensar qué tanto nos preocupamos de nuestro pelo y el cuero cabelludo?
El pelo y el cuero cabelludo son tan importantes como el resto del cuerpo. La fotoprotección y cuidados no deben pasarse por alto.
Al momento de protegerse del sol hay que pensar que el cuero cabelludo es piel, piel cabellud. El riesgo de cáncer existe y, por sobre todo, al tener menor control, los diagnósticos son más tardíos y avanzados. Pero la fibra capilar no es menos importante. Ese cambio de color en el pelo al exponerse al sol, es parte del daño que realiza la radiación UV en la cutícula.
Y es que pareciera que la moda, las tendencias, los hashtags debieran tomar más fuerza en cuanto a nuestro cuidado capilar. Largos, melenitas, rapados, rubias, morenos, rizados, teñidos, ¿cuándo y cómo habla nuestra cabellera por nosotras y nosotros?
Existen cuidados indispensables con respecto a nuestro pelo que debieran ser hábitos cotidianos. El lavado de cabeza es fundamental, debe ser por lo menos 4 veces por semana, y al momento del lavado, comprender qué focalizar en el cuero cabelludo y su higiene no puede ser dejado de lado.
Nuestro pelo habla, se expresa en su idioma cuando algo en nuestra salud no anda bien. Entonces, ¿por qué excluirlo de nuestro cuidado o no darle el énfasis necesario para protegernos? Ir a un dermatólogo tricólogo es primordial cuando existe una caída de pelo aumentada o cuando, definitivamente, aparecen placas sin pelo. También hay que prestar atención a modificaciones en su grosor y en su quiebre, dolor y picazón del cuero cabelludo, dermatitis seborreica y psoriasis. Déficit de nutrientes, alteraciones hormonales, infecciones o momentos de estrés pueden expresarse por medio de síntomas en el pelo y el cuero cabelludo. Los buenos hábitos saludables se reflejan en nuestro cabello, y eso hay que recalcarlo constantemente.
Porque el “miedo a quedar pelada” es una realidad que veo en mis pacientes día a día, pero que es un tema tabú rodeado de mitos que necesitan ser derribados. Quizás falta más “educación capilar”, confiable y a la mano que nos ayude a darle a nuestro pelo la importancia que requiere. Instancias como lives o workshops guiados por profesionales en el tema son excelentes para recibir tips 100% con evidencia científica, certeros, explicaciones absolutamente validadas por estudios y consejos humanos, donde existe empatía por el sentir de la o el paciente. Hablar del pelo no es un tema menor.
Por Dra. Vanina Gegdyszman, Dermatóloga Tricóloga, embajadora de Suretail