Es verano y lo que queremos es olvidarnos un rato de la máscara de pestañas para disfrutar de la playa o la piscina sin preocuparnos de que se nos corra el maquillaje. Frente a eso, hay dos opciones: las extensiones de pestañas o el lifting. Por aquí hemos elegido la segunda técnica y la experiencia ha sido todo un hit.
Se trata básicamente de un levantamiento de tus propias pestañas las que luego son teñidas para ennegrecerlas. ¿Lo mejor? Es que como son tuyas, no necesitan ponerte nada ajeno a tu ojo y puedes hacerlo las veces que quieras sin problema.
“Es un tratamiento que eleva la curvatura de tus pestañas, resaltando la expresión de la mirada y alargando las pestañas desde la raíz, sin utilizar pelo sintético. Se consigue gracias a unas almohadillas de silicona que se ajustan al párpado y, en lugar de “doblar el pelo”, lo estira y eleva hacia la punta, hasta su máximo punto. Se recomienda para corregir las pestañas rectas, descendientes o con remolinos. Es un sistema cómodo, fácil, rápido, sin olores e indoloro”, nos comentan desde Lola Lash
Los resultados: El efecto lifting dura, según la calidad de las pestañas naturales, de 5-8 semanas y se puede repetir en cualquier momento, porque este tratamiento es muy suave y no daña las pestañas naturales.
Posteriormente al lifting, el tinte de pestañas es su complemento ideal. Proporciona a las pestañas una coloración más oscura, realzando la mirada . Aunque suele ser complementario, se puede teñir las pestañas independientemente de este.
La aplicación del lifting de pestañas dura aproximadamente 45 minutos. Posteriormente, el tinte de pestañas llevará unos 15 minutos más, de modo que el tiempo para el tratamiento global es de 1 hora. Reserva tu cita aquí.
