La primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, habla sobre el primer día de la invasión rusa

Olena Zelenska contó esta semana a Vogue Ucrania su experiencia sobre la guerra que asola su país.

Por Francisca Vives K. / @franvivesk Fotos: Instagram

La guionista, de 44 años, concedió una emotiva entrevista a la revista, que en tiempos más felices, tras la exitosa candidatura presidencial de su marido, protagonizó la portada. Zelenska, que se ha negado a rehuir y esconderse ante el peligro, reveló cómo se despertó el 25 de febrero con el sonido de un fuerte “clunk”.

“Me desperté, en algún momento entre las 4 y las 5 de la mañana, por un ruido seco”, recordó.

“No me di cuenta inmediatamente de que era una explosión. No entendía qué podía ser. Mi marido no estaba en la cama. Pero cuando me levanté, lo vi enseguida, ya vestido, con un traje como de costumbre (fue la última vez que lo vería con traje y camisa blanca; a partir de entonces fue militar). ‘Empezó’. Eso fue todo lo que dijo”.

Zelenska explica que ninguno de los dos sintió pánico ante los bombardeos rusos, sino que describe que se sintió “confundido” sobre qué hacer y a dónde ir. “‘¿Qué hacemos con los niños?’ ‘Espera’, dijo, ‘ya les diré’. Por si acaso, recoge lo esencial y los documentos’. Y salió de la casa”.

Esta fue una de las últimas veces que Zelenska vio a su marido. Las oficinas de la Presidencia se convirtieron en el cuartel general de los militares y a sus hijos se les prohibió permanecer allí, por lo que Olena y sus dos hijos fueron trasladados a un “lugar seguro”, donde se ven obligados, como la mayoría de los ucranianos, a refugiarse de las bombas en un sótano a oscuras.

Desgarradoramente, Olena Zelenska reveló que no ha podido ver a su marido desde los primeros días de la invasión, hace ya casi dos meses, comunicándose exclusivamente por teléfono.

Como madre, explicó la imposibilidad de proteger a sus hijos de la realidad de la guerra, admitiendo que había “hablado de todo” con Oleksandra, de 17 años, y Kyrylo, de nueve.

“Esto no es algo que deban ver los niños, pero los niños son muy honestos y sinceros. No se les puede ocultar nada. Por eso, la mejor estrategia es la verdad”, dijo.

Preguntada por lo que podemos hacer los occidentales para ayudar, la primera dama de Ucrania subrayó que lo más importante es no caer en la complacencia y recibir a los refugiados con los brazos abiertos.

“Sigan yendo a las protestas, sigan exigiendo a sus gobiernos que tomen medidas”, dijo. “Los ucranianos somos iguales que ustedes, pero hace poco más de un mes nuestras vidas cambiaron radicalmente. Los ucranianos no querían abandonar sus hogares. Pero muchas veces no les quedaban casas”.

Desde la invasión rusa se cree que más de 10 millones de personas han abandonado ya sus hogares en Ucrania, según Naciones Unidas.

Además de los 4,3 millones que se han ido a los países vecinos, se cree que otros 6,5 millones de personas están desplazadas dentro del propio país devastado por la guerra.

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