Cuando las expectativas se frustran ….

Maria Isabel Huerta Becerra
@isahuertapsicologa

La reciente información entregada por el MINSAL, que anuncia el retroceso a Fase 2 de la Región Metropolitana, ha caído como un balde de agua fría para muchos.

Durante el último tiempo, en el caso de la RM, fuimos adquiriendo cada vez más libertad, a diferencia de  muchas ciudades de nuestro país que aún mantienen restricciones extremas, que los lleva a estar más conscientes de que el virus Covid 19 sigue activo.

Con la libertad experimentada y la sensación de mayor control, inevitablemente, se ha generado la creación de expectativas, especialmente en torno a cómo se vivirán las fiestas de fin de año.

Para muchos, estas últimas semanas fueron de reencuentros entre la familia, amigos, compañeros de colegio y de trabajo, momentos muy esperados, llenos de significado, importantes para los abuelos, niños y para todos aquellos que han visto afectada su salud mental durante esta pandemia.

Es por ello que las expectativas de cómo seguiríamos en relación a las medidas sanitarias iban en la línea de avanzar, aumentar el control y una mayor libertad.

¿Cómo gestionamos estos nuevos hechos y acontecimientos? Lo hacemos desde la toma de conciencia, recurriendo y activando nuestra capacidad de adaptación, viendo el lado positivo o de lo contrario, lo hacemos desde una posición en que nos percibimos atados de manos, sufriendo, sin posibilidades, con dificultad y dolor.

El cómo nos paramos frente a esta nueva condición, hará una gran diferencia en las emociones y acciones que nos acompañarán,  debilitándonos o empoderándonos.

Soltemos lo imaginado, pensado o planificado y abracemos lo que tenemos, tomando consciencia del aquí y ahora, de lo simple, desde la gratitud y la compasión.

Para el manejo de las expectativas, algunas sugerencias:

Regula expectativas: las expectativas muchas veces están muy por sobre la realidad, en todo orden de cosas,  el poder regularlas, que sean reales más que ideales, harán que la posibilidad de llevarlas a cabo sea posible.

Sé flexible: el poder flexibilizar , modificar o ajustar nuestras expectativas, claramente es un tremendo recurso. Cada vez que nos volvemos más rígidos en torno a lo que imaginamos o planificamos, la posibilidad de frustrarnos aumenta. Cuántas veces nos pasa que dejamos de disfrutar o de lograr un objetivo sólo por aferramos al plan inicial.

Céntrate en el aquí y ahora:  esto si que es un tremendo desafío y aprendizaje!!!. Es un recurso poder quedarnos en el aquí y ahora, disfrutar, agradecer en lo que estoy y en lo que se genera en mi presente, sin anticiparme y generar tantas expectativas de los distintos momentos que vivimos. Si llegamos a lograrlo, cada vez veremos menos de nuestras expectativas frustradas.

Claramente el gran aprendizaje que nos ha dejado este 2020 está en soltar el control y conectarnos con un fin de año simple, austero, centrándonos en la salud y el cuidado, en tener a nuestros seres queridos sanos, en vivir los duelos que podamos haber experimentado y de manera consciente y deliberada rodearnos de aquello que nos energiza, que nos sostiene y nos cuida.

Ojo con tus expectativas ¡!!!

Con cariño y gratitud,

Isabel Huerta B.

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