TRASTORNO DE INSOMNIO: ¿CÓMO PODEMOS VOLVER A EDUCAR NUESTRO SUEÑO?

Una de las consecuencias más notorias de este año tras la pandemia ha sido el aumento en los casos de insomnio dentro de la población, que gracias a la ansiedad y la incertidumbre no ha logrado conciliar el sueño.

Por Javiera Swinburn

Una encuesta realizada en julio de este año por el Programa Medicina del Sueño, de la Clínica Universidad de Los Andes, reveló que entre un 60 y 70% de la población sufre trastornos de sueño, un importante aumento que se ha debido en especial a la emergencia sanitaria.

La Dra. María Angélica Silva, Neuróloga de la Clínica Somno, nos explica que el incremento de la ansiedad junto con el mayor tiempo tras las pantallas, son los dos factores que explicarían el insomnio en las personas.

“Las pantallas como el celular, el computador y la televisión, tienen una luz azul que despierta al hipotálamo, que es nuestro regulador del sueño -vigilia-, es decir, trastorna el ritmo circadiano. En definitiva desordena los cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo diario, y que responden, principalmente, a la luz y la oscuridad en el ambiente de un organismo. Y ahora con mayor ansiedad de la gente, el insomnio se ve aumentado, explica.

En ese sentido, una mala conducta del sueño sería lo que provocaría que estemos durmiendo sueños superficiales y no profundos, que son los reparadores.

“La gente está durmiendo sueños insustanciales, porque tiene mala higiene del sueño, eso significa que tiene malos hábitos del sueño. Se duermen muy tarde porque se pone a ver series o películas hasta las 2:00, 3:00 de la mañana y eso hace que tenga un sueño superficial cuando realmente se necesita dormir. El sueño profundo se acumula en la primera mitad de la noche y ese es el reparador, el que te hace estar bien al otro día, y también tiene que ver con la memoria, entonces la gente además está más desconcentrada”, señala.

¿Qué hacemos para solucionarlo? La automedicación y las alternativas naturales no siempre son la mejor alternativa, ya que al ser el insomnio un síntoma, es necesario saber cuál es la causa de fondo que lo está provocando.

“El insomnio es un síntoma de varias otras cosas, entonces hay que ver qué lo está causando y tratarlo. Si es un trastorno de ansiedad, tratar la ansiedad, si es una depresión tratar la depresión, y si son otras cosas, como enfermedades crónicas, que tienen mucho insomnio, también hay que tratar de disminuir los síntomas de estos trastornos y enfermedades para que se pueda dormir mejor”, aclara la neuróloga.

Y es que son muchas las personas que a la hora de tratar el insomnio recurren a la famosa melatonina, un remedio natural que pareciera ser más una moda, que una solución realmente efectiva para los adultos.

“La melatonina no es un fármaco que te produzca sueño, ya que su función es preparar al organismo para el sueño, porque cuando uno duerme disminuye el trabajo de todos los órganos y lo que hace la melatonina es preparar al organismo para eso, pero si tu tienes insomnio no te va a hacer mucho, porque no estás tratando la causa. Sin embargo, a los niños chicos les hace bien, porque generalmente ellos tienen insomnios de otra naturaleza y probablemente la melatonina endógena sí está disminuida, pero en los adultos eso no funciona”, explica la doctora.

Entonces, los tratamientos en esos casos tienen que ser farmacológicos, para que vayan dirigidos hacia la causa del insomnio, y de esa forma, se puede ayudar a las personas a hacer un reflejo condicionado de retrasar o adelantar su ritmo de sueño.  

“Si tú estás acostumbrado a dormirte después de la 1:00 AM, es difícil que a las 11:00 PM te vaya a dar sueño, porque tu cerebro no está acostumbrado a eso, entonces para hacer que el cerebro empiece a dormir a las 11:00,  yo inicialmente te puedo dar un inductor rápido por 15 días y después suspenderlo, para que el organismo se acostumbre a hacer eso, pero después se debe dormir con el sueño normal mientras se sigue tratando la causa directa”, agrega la especialista.

Las recomendaciones para aquellos que están sufriendo de este trastorno son simples: hay que volver a educar nuestro sueño a través de una rutina de desconexión digital.

“Yo siempre le digo a mis pacientes que una hora antes de que se quieran dormir hay que apagar todo lo que sea pantalla y leer un libro impreso, porque eso los va a cansar un poco más y va a lograr que puedan dormir. Lo otro es que sean metódicos y tengan rutinas, por ejemplo, yo me voy a dormir a las 11 de la noche por lo menos de lunes a viernes, y sábado y domingo puede ser un poco más laxo, pero así el cerebro sabe que a esa hora uno duerme, por lo tanto le cuesta mucho menos iniciar el sueño”, dice.

Pero eso no es todo, aquellos que están acostumbrados a comer muy tarde, incluso justo antes de acostarse, también es un hábito que deberían cambiar, ya que como explica la Dra. Silva, es importante saber que se tiene que dejar de comer por lo menos unas dos o tres horas antes de irse a dormir, para que el organismo pueda disminuir su trabajo de manera efectiva y descansar.

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