En un mes y medio, tomó la decisión de cerrar su consulta, renunciar a TVN y dejar todo para partir a recorrer el mundo durante nueve meses. Jaime Sánchez, psicólogo de terapia de parejas y sexual, recorrió 14 países y 30 ciudades en búsqueda de la felicidad, pero no de cualquiera, sino que, de una basada en el sexo. Todo lo plasmó en su proyecto Felisex.

Por Javiera Swinburn

En mayo de 2019, Jaime comenzó su aventura. En un principio tenía pensado viajar por Chile para hacer sus entrevistas, pero el proyecto de su hermano Felipe, “365 Sándwiches”, cambió sus planes y puso en su camino una oportunidad que no podía rechazar. Así fue como en Europa comenzó a trabajar en el mayor estudio cualitativo global sobre Sexualidad Positiva, que se caracteriza por el bienestar, la aceptación, el respeto, la no discriminación y el autocuidado.

La primera ciudad a la que llegó fue Bruselas en Bélgica y dice haberse sentido muy nervioso en su primer día de entrevistas en la Gran Plaza. Tenía que hacer uso de su inglés y como un completo desconocido preguntarle a personas al azar sobres su experiencias en el amor, la felicidad y la sexualidad, sin saber muy bien cómo llevar su idea a la práctica todavía, como él dice, fue todo un desafío hacerlo, pero así empezó todo.

“En cada ciudad yo trataba de entrevistar a distintas personas en el lugar que estuviera, si estaba en la calle, entrevistaba en la calle, si estaba en un bar, entrevistaba en un bar, era simplemente ver qué personas encontraba, comunes y corriente, para que me contaran su historia, porque creo que todos tenemos una historia que contar y una filosofía que explica de cierta manera, la forma en que nos relacionamos con el mundo, con el amor y con la sexualidad. Esa era la idea, nutrirme de esa experiencia global y armar una teoría en base a eso”, explica.

Quería conocer si las personas creían que había alguna conexión entre su nivel de satisfacción con la vida y la calidad de su vida sexual, eso es lo que buscaba con sus entrevistas, con Felisex, terminar con los tabúes y poner la sexualidad con todas sus caras como un tema de conversación que nos lleve a no juzgar y a aceptar más.

“La idea de Felisex es poder mostrar que hay personas de distinto tipo y que no hay ningún problema con eso, que nadie se debería sentir amenazado porque hay gente distinta a ellos. Yo pienso que ojalá todos podamos ser Felisex en la vida, y que ojalá la sexualidad sea un elemento que aporte a esa felicidad y no uno que nos reste. Eso es lo que también creo que Felisex tiene de distinto a muchas otras investigaciones que se han hecho, es que busca mostrar la diversidad como algo normal”, explica Jaime.

Y es que la sexualidad no es algo únicamente físico, nuestros valores también se manifiestan y hablan a través de la forma que tenemos de relacionarnos con el mundo, las personas y la sexualidad en general. En ese sentido, Jaime explica que el mirar los actos desde afuera y sin empatía, nos lleva a formar prejuicios erróneos y precipitados respecto a otras personas.

“Cuando uno juzga al otro desde afuera es distinto, pero cuando tú lo escuchas desde adentro, y conoces cómo esa persona se relaciona con sus propios pensamientos, sus esquemas de valores y su educación, te das cuenta que hay profundos valores en la base. Entonces, cuando yo conversaba con personas poliamorosas por ejemplo, me daba cuenta que en la base solían estar el respeto, la sinceridad, la libertad individual y la no posesión sobre el otro, y obviamente no todo el mundo va a pensar así, pero cuando le pones un poco de atención y eres capaz de mirar el fenómeno del amor y de la sexualidad desde los ojos del otro, desde la base de la empatía, se puede lograr entender cómo la otra persona lo vive, por qué lo vive así y si le gusta vivirlo así o no”, señala.

Más de 300 entrevistas hizo a lo largo de su viaje, donde escuchó historias de todo tipo, algunas felices y otras tristes, donde logró que las personas se abrieran con él de una forma diferente, e incluso en una ocasión tuvo la oportunidad de ayudar a que una pareja de jóvenes de la India se reconciliara.

“Hubo una pareja de cabros jóvenes de la India que conocí en la primera ciudad a la que llegué, y en particular fue una experiencia bastante linda, porque los entrevisté por separado y después hice otra cosa que se llama el minuto del amor, donde después de la entrevista cada uno le dedicó palabras de agradecimiento y afecto al otro. Terminando, la mujer se me acercó y me dio las gracias porque antes de que yo llegara estaban peleados, y con la entrevista se conectaron y les fue imposible seguir molestos. Fue mágico para mí sentir en esas primeras interacciones”, nos cuenta.

NO DISCRIMINACIÓN Y RESPETO

Desde que volvió a Chile, Jaime estuvo trabajando todo el año en el análisis de contenido de las entrevistas junto con otros psicólogos para compararlas y encontrar los elementos comunes que se repetían y que tendían a estar en la base de la felicidad de la persona y de su satisfacción en la sexualidad. Hoy, se encuentra en la fase de validación junto con un equipo de expertos para llegar finalmente a una teoría sobre la sexualidad positiva y poder plasmarla en su proyecto final, un libro que va a relatar su experiencia de investigación y sus principales hallazgos para ayudar a las personas a comprender el lado voluminoso de la sexualidad, promoviendo el respeto, la diversidad y la no discriminación, cosas que para él, son valores fundamentales para poder vivir una buena sexualidad en el mundo.

“Yo creo que cuando tu ideal de cómo quieres comportarte respecto a la sexualidad, y tu conducta sexual están alineados, es natural que sea un aporte para tu vida y que te sientas bien, y eso puede ser teniendo sexo una vez al mes, solamente en la posición del misionero, o puede ser teniendo sexo todos los días por deporte y con personas distintas. Al final da lo mismo, lo que importa es que uno sea capaz de determinarse a sí mismo”, explica.

El libro está previsto para ser lanzado el próximo año, y si bien aún no sabe la fecha exacta, Jaime espera que pueda ser un elemento que de tranquilidad a las personas, que pueda entregarles testimonios, experiencias e información que los haga vivir una sexualidad positiva y feliz.

“Creo que muchas veces la ansiedad o el malestar que sentimos con nuestra sexualidad tiene que ver con falta de información o con información incompleta, o muy sesgada por los temas valóricos y religiosos, así que la idea de entrevistar a cientos de personas, de varias nacionalidades, de distintas religiones, y también con diversos niveles de experiencia sexual, creo que puede entregar información que podría ser útil para las personas, y en ese sentido, Felisex ojalá sea lo más diverso posible, porque esa diversidad no sólo se refiere a aceptar las cosas más liberales, sino que también a aceptar a la persona conservadora que vive su sexualidad de una manera más restringida que otras, pero entendiendo que está dentro de una filosofía de vida”, señala.

A “enriquecernos escuchando” ese es el llamado que hace Felisex. En Chile cada día nos estamos abriendo más a entablar con tranquilidad conversaciones sobre la sexualidad, pero todavía hay un camino largo que seguir, especialmente para las mujeres, que son las que más sufren de las inseguridades y juicios de valor.

“Hay todo un tema en la sexualidad que solemos pensar que según cómo nos comportemos sexualmente en nuestra vida eso va a determinar nuestro valor como ser humano y en ese sentido las mujeres lo sufren mucho más que los hombres, porque tienden a ser juzgada si tienen mucha experiencia en lo sexual y se les cataloga como “sueltas” o “muy calientes”, siendo que los hombres pueden hacer lo mismo siendo unos caraduras. Esa vivencia la encuentro muy triste y la veo a diario en mi consulta y me doy cuenta de que las personas muchas veces sufren porque sienten culpa. Pareciera que fuera un problema el que sea mucho o poco sexo, pero nadie puede determinar la medida correcta”, explica.

Jaime Sánchez quiere un futuro donde el mundo sea más abierto, donde aprendamos a respetar todos los gustos, valores y vivencias de las personas, sin juzgar tanto lo que es distinto a lo nuestro, eliminando ese temor que nace cuando buscamos ser queridos y deseados dentro de una normalidad que no existe.

“Lo que yo trato de fomentar es que la gente se escuche, se atreva a mostrar la persona que es y a proponer la manera en la que viven el amor y la sexualidad aceptando también los costos de eso, en el sentido de que no todos van a estar de acuerdo o les va a gustar lo mismo”, concluye.

Felisex no ha pasado desapercibido y por eso que además del libro, han aparecido ofertas para llevarlo al formato podcast y tal vez en un futuro a la televisión. Pero mientras esperamos, podemos ver todo su material a través de su Instagram @felisex.cl y su canal de YouTube, que pueden encontrar por su nombre, donde constantemente está subiendo contenido y entrevistas que nos invitan a construir una sexualidad positiva.

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