Una de las pandemias mÁs fatales y silenciosas que se ha ACECHADO a nuestro país y al mundo a través de los años, ha sido la de la violencia contra la mujer. Según el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, en Chile, hasta la fecha, se han registrado 35 casos de femicidio durante 2020, cifra que según el registro de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres podría aumentar a 48, y que de ser así, podría superar los 44 casos con los que concluyó el 2019.
Por Javiera Swinburn
25/11/2020
El 25 de noviembre nunca había cobrado tanta importancia como la de este año. Debido a la llegada del Covid-19, el Estado llamó a la ciudadanía a refugiarse en sus hogares para mantenerse a salvos de su amenaza. Pero para muchas la amenaza estaba dentro de sus propias casas. Es lo que sufrieron miles de mujeres que, sin tener ningún recursos de protección o alternativa, tuvieron que vivir una larga cuarentena encerradas con su agresor.
Al respecto, Carola Naranjo, Directora Ejecutiva de la Consultora Etnográfica y experta en equidad de género, explica que la visibilización de este día es sumamente importante para poder educar a la población y, en especial, a los agentes del Estado, ya que lo ocurrido en pandemia es uno de los muchos ejemplos de la poca perspectiva de género que existe dentro de las instituciones.
“Lo que ocurrió durante la cuarentena fue una política sin perspectiva de género, ya que se dijo a la población que iba a estar mejor en sus casas, y se interpuso un largo confinamiento sin que nadie pensara en que había personas para las que sus casas no era el lugar más seguro y, que, con esas medidas, terminaban transformando sus hogares en cárceles de violencia familiar donde tendrían que convivir todo el día con su agresor”, explica.
Pero eso no es todo, porque siendo la violencia intrafamiliar el segundo delito que más ocurre en nuestro país, después de las incivilidades, sus denuncias tuvieron una preocupante disminución de un 40% como consecuencia de la escasa libertad, el miedo y la falta de información y herramientas entregadas por parte del Gobierno a las víctimas durante este periodo.
“Lo que vimos cuantitativamente es que bajo la denuncia, y claro, si tú estás encerrada con tu agresor, no puedes salir a la calle y si además las instituciones públicas del Estado no te explican que si tu vida está en peligro, sí puedes romper la cuarentena, no vas a denunciar, porque nunca te lo dijeron, nunca nadie te dieron otra alternativa, el mensaje era que si tú sales y rompes la cuarentena o el toque de queda te vas presa”, agrega Carola.
Los múltiples tipos de violencia
Carola señala que es importante tener en cuenta que la violencia no es solo física. Y es fundamental entenderlo para poder educar a la población y a las instituciones, ya que, como consecuencia de una perspectiva errónea, constantemente se están provocando victimizaciones secundarias.
“Existen varios tipos de violencia, la familiar, que se da en la privacidad del hogar; la doméstica, que se da por la condición de pareja; la laboral, que se da en un entorno de trabajo; la económica, que, aunque simbólica se da en el espacio público; la de género, que se da por el hecho de identificarse con cierto género. Finalmente la institucional, que es en la que incurren las instituciones del Estado, y que tras juzgar de manera sesgada, terminan generando lo que se llama una victimización secundaria, que es cuando una víctima vuelve a ser agredida, vuelve a ser víctima”, aclara.
Y es que a pesar de que la violencia más evidente es la física, no podemos dejar de visibilizar las psicológicas como la económica y la sexual, ya que nuestra sociedad y nuestras instituciones políticas y públicas del sistema judicial, lamentablemente no la visibilizan, quedándose solo con las que dejan una marca.
“Resulta que el sistema judicial de hoy está al debe con las mujeres, porque generan sentencias tremendamente sesgadas y prejuiciadas donde no se entiende el contexto de lo que pasó”, señala la experta.
Siguiendo la misma línea, en un estudio realizado en noviembre por la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, se reveló que un 81% de las mujeres que denuncia violencia de género, afirma haber tenido mala experiencia ante Carabineros, lo que es un ejemplo clave de la violencia institucional que existe en nuestro país.
“Imagina lo difícil que es denunciar, darte cuenta de que estás en una situación de violencia, poder salir de la vergüenza, poder subir el autoestima y atreverte a levantar la cabeza un poquito para pedir ayuda, para que cuando lo haces y pides asistencia, el carabinero te diga que si no te pegaron, que si no ve que tengas el ojo en tinta, que si no tienes un moretón visible, no tienes como comprobarlo, dudando de tu propio testimonio. Eso, es violencia institucional, y es súper fuerte que las personas que nos deberían proteger, no hagan más que volver a generar víctimas de violencia”.
Otra forma de denuncia
La consecuencia de todo esto, es que hoy, debido a la pandemia, tenemos mujeres más expuestas, pero menos protegidas, porque como explica Carola, las mujeres no están bien informadas de que hay otras formas de denunciar.
“Lo que la mayoría no sabe, es que se puede hacer online entrando con la clave unica a la página del poder judicial. Ahí se puede iniciar una denuncia por violencia familiar, sin la necesidad de recurrir a Carabineros, pero como no se ha informado bien, lo que más se sabe, es que se tienes que llamar a Carabineros y exponerte a la barreras de su filtro”.
La invitación de Carola entonces, en este 25 de noviembre, día de conmemoración contra la violencia de género, es a educarnos desde la integridad. En Chile todavía existe la percepción de que los temas de la violencia hacia la mujer y la violencia de género son problemas pequeños, pero lo cierto es que son cada vez más grandes y que urge cambiarlos, pero para eso, tenemos que partir desde la reflexión de por qué a pesar de ser uno de los principales delitos en nuestro país, la sociedad se le da la debida importancia que merece y necesita.
