Este increíble método terapéutico utiliza el movimiento y calor del caballo, como medio para la rehabilitación, integración y desarrollo físico, emocional y social para personas con distintas discapacidades o patologías. Lo sorprendente es que algunos resultados se comienzan a ver desde la primera sesión.
Por María Catalina Maturana
01/11/2020
La hipoterapia es una forma de rehabilitación e integración que, a través de los movimientos de un caballo, más los conocimientos de un profesional de la salud, obtiene grandes beneficios en personas con distintas discapacidades o patologías. Es para todas las edades, pero se requiere una evaluación previa antes de comenzar con esta terapia.
Sergio Villota, kinesiólogo jefe y vicepresidente de la Fundación Chilena de Hipoterapia, explica que para que sea un tratamiento efectivo tiene que ser dirigida por profesionales de la salud expertos en hipoterapia. Por otra parte, tiene que ser un caballo preparado para trabajar en esta área. “La hipoterapia es un muy buen tratamiento donde se pueden comenzar a ver resultados desde la primera sesión y el paciente cada vez avanza más, siendo un proceso muy satisfactorio. Sin duda, ¡es una gran experiencia!”
Principalmente es un tratamiento alternativo para discapacidades como parálisis cerebral, esclerosis múltiple, síndrome de Down, tortícolis y parkinson. Por otro lado, trata patologías como la depresión, crisis de pánico, autismo, entre otras.
“Está dirigido a casi todas las discapacidades, son muy pocas las contraindicaciones. El límite de la hipoterapia tiene que ver mucho con la imaginación del tratante”, explica Sergio Villota.
Los efectos que tiene en las personas van a depender de la discapacidad o patología de cada paciente. Sus beneficios son tanto a nivel fisiológico como psicológico. Generalmente mejora la sensación de bienestar, la alerta, atención, coordinación psicomotriz, concentración y aprendizaje, además de la conducta y lenguaje.
¿Por qué caballos?
El caballo además de ser un animal dulce, tranquilo y adaptado, a nivel fisiológico transmite calor al cuerpo del paciente, de esta forma, relaja la musculatura y ligamentos. Por otra parte, el flujo sanguíneo del animal estimula el sistema circulatorio.
Igualmente, el caballo al transmitir impulsos rítmicos al jinete, le proporciona estímulos que logran regular el tono muscular y mejorar la coordinación y la destreza motora.
“Sin duda, es increíble ver cada día la magia que produce la hipoterapia en diferentes personas. Este es el trabajo de algunos kinesiólogos y otros profesionales que se encargan a diario de esta terapia que trae muchos beneficios y obtiene buenos resultados”, agrega el kinesiólogo, Sergio Villota.
