Tendencia o no las redes sociales están marcando pauta, y lo vienen haciendo hace un buen rato. En ella los hashtags inclusivos y eco han sonado con fuerza para cambiar muchas conductas. y en la industria y mercado de la moda son muy evidentes.
Antes incluso de la gran pandemia del siglo, las movilizaciones sociales venían generándose a través de las redes sociales. Un simple # puede movilizar a millones y eso la industria de la moda lo entendió y paso a paso se han generado una serie de cambios que en otra época habrían sido imposible de ver. Aún queda mucho camino por recorrer, pero el camino ha sido bien pavimentado y vamos en la ruta correcta.
#BodyPositive
El tiempo pasa rápido, pero no para olvidarnos de cosas importantes. Sólo hasta hace unos años el ideal de belleza del cuerpo de una mujer eran las absurdas medidas 90-60-90. El mundo de la moda y la publicidad perpetuaron además esa imagen por largo tiempo e incluso redes sociales como Instagram contribuían a diario dañando la autoestima de quienes veían post de cuerpos perfectos, aunque fuera a costa de filtros o photoshop. Lo curioso es que fueron las mismas redes sociales las que han impulsado nuevas y crecientes tendencias que reivindican el cuerpo tal como es, buscando generar confianza a quienes ven sólo defectos en él. Una de ese tendencia que lleva ya un par de años es el fenómeno body positive, al que se han unido desde personas comunes, hasta diseñadores, celebridades e influencers. El movimiento nació para transmitir el mensaje de aceptar nuestro cuerpo sea como sea.Y no se trata sólo de las tallas XL o de ser una tendencia fomentada por gente con kilos de más. De esta manera triunfaron modelos como Ashley Graham que no tiene las proporciones típicas que se buscan en una maniquí o se visibilizaron casos como el de Paola Antonini, quien era modelo hasta que sufrió un trágico accidente el 2014 que llevó a a que le amputaran su pierna izquierda. Sin embargo, ella luce con orgullo su prótesis, tiene miles de seguidores en Instagram y Youtube y sigue modelando.
#Pride
La tan ansiada diversidad en la industria de la moda no habría llegado jamás sin el apoyo de la comunidad social y en eso el hastags Pride tiene mucho que ver. Nació apostando por la libertad, la diversidad, y, sobre todo, por la pluralidad y el respeto, unidas bajo la bandera del arcoíris. Y bajo ese mantra, la moda ha comenzado a tomar sus preceptos logrando lo que hace algunos años habría sido imposible, como por ejemplo llevar en una portada de revista a una modelo trans. La barasilera de 23 años Valentina Sampaio ya lo ha hecho en varias oportunidades, la última en Harper’s Bazaar España.
La joven de 23 años hizo conocida a nivel mundial después de convertirse en la primera modelo transgénero en aparecer en la portada de Vogue Francia en 2017, de ahí en adelante no ha parado, la que también es ángel de Victoria Secret’s y musa de Georgio Armani.
Vale Sampaio en Campaña Xmas de Victoria Secret’s 2020 
Valentina Sampaio en Portada Harper’s Bazaar España noviembre 2020
#BlackLivesMatter
Los dramáticos acontecimientos y protestas ocurridos este año como respuesta al asesinato de George Floyd han movilizado al mundo entero. La moda no ha sido ajena y varias firmas se han unido a las manifestaciones y campañas para comunicar su interés por la igualdad y apoyo a la comunidad afroamericana mediante donaciones y compromisos. Zara, Dior, Valentino, Carolina Herrera… muchas han sido las marcas que han alzado su voz para protestar contra la violencia racial. En ese entonces el gigante deportivo Nike lanzó el que probablemente fue el mensaje más rotundo y significativo: “Por una vez, no lo hagas. No finjas que no hay un problema en América. No le des la espalda al racismo. No aceptes que nos quiten vidas inocentes. No pongas más excusas. No pienses que esto no te afecta. No te sientes y enmudezcas. No pienses que no puedes ser parte del cambio. Seamos todos parte del cambio”.
Pero el movimiento Black Lives Matter, que reclama la importancia de la comunidad negra en todas sus vertientes, está muy pendiente de lo que ocurre a nivel de editoriales de moda. En ese sentido la desigualdad racial sigue siendo un tema que se discute en la pauta. Como ejemplo, el de Vanity Fair: por primera vez en sus 107 años de historia, su portada de julio en EE UU fue realizada por un fotógrafo negro, Dario Calmese, que retrató a otra mujer negra, Viola Davis. En Vogue USA, el primer fotógrafo negro fue Tyler Mitchell, que en 2018 retrató a la primera mujer negra de todos sus September Issues (el número de septiembre, el más importante del año): Beyoncé.
Viola Davis en portada de Vanity Fair Beyoncé en Vogue 2018
Si los fotógrafos negros han tenido menos privilegios para trabajar en la moda, más complicado ha sido para las modelos o actrices que tienen que ponerse delante de las cámaras. La conquista de Naomi Campbell emancipó a las que han llegado después, como Jourdan Dunn, Winnie Harlow, Jasmine Tookes, Lupita Nyong’o o a las más recientes como Adut Akech, Ugbad, Mayowa Nicholas, Mona Tougaard o Selena Forrest. Pero sin duda ha sido una camino espinoso y aún falta mucho.
#ThereIsNotPlanetB
No hay duda que el coronavirus replanteará un cambio en la moda, en la forma de producir, de consumir y también en las pasarelas. Ya lo hemos visto. Muchas marcas, incluso antes de la pandemia, han lanzado colecciones eco y las semanas de la moda han sido tan virtuales como democráticas y claramente muchos más sustentables. Pero pareciera ser que tras el minúsculo pero invasivo virus, veremos un aceleramiento de la irrupción de la sostenibilidad y la tecnología en la moda, y sobre todo, un aumento en el consumo responsable: menos prendas, pero de calidad y diseño. Eso por ahora, el coronavirus nos tiene muy concientizados, ojalá no se nos olvide pronto, y volvamos a nuestros típicos hábitos de consumo.
#FurFree
Quien quiera perder a la mitad de sus seguidores en las redes sociales, solo tiene que subir una foto envuelt@ en un abrigo de piel animal. Si no, pregúntenle a la española Rosalía, cuando se le ocurrió subir a Twitter una imagen con un abrigo de pelo de zorro. La sepultaron a críticas. Y es que el mundo tal y como hoy está ya no permite ciertas cosas y el maltrato animal, en culaquiera de sus formas, es algo prohibido, sobre todo a nivel de movimientos provientes de las redes sociales.
