Chanel transforma la longevidad de la camelia roja en un ritual de belleza que actúa desde el origen celular para preservar la vitalidad cutánea. Una línea de tratamiento con eficacia probada que redefine lo que entendemos por juventud.
Por Francisca Vives K. Fotos: Gentileza Chanel
Chanel ha encontrado en la camelia roja un símbolo de juventud capaz de resistir el paso del tiempo. Con más de 200 años de vida, esta flor extraordinaria es el corazón de la línea N°1 de Chanel, una colección que actúa sobre los primeros signos de la edad con una eficacia visible y progresiva.
Tras 12 años de investigación junto a la Universidad de Viena, la Maison logró identificar y visualizar por primera vez los biomarcadores de la senescencia en la piel, revolucionando la manera de abordar el envejecimiento cutáneo. El hallazgo clave: un extracto altamente concentrado de camelia roja con alto contenido de polifenoles, que actúa en la primera etapa de la senescencia celular para preservar la vitalidad desde su origen.
Los resultados son notables: aumenta la vitalidad celular en un 67 % y potencia la regeneración tisular en un 63 %, logrando una piel más luminosa, firme y suave, con arrugas visiblemente atenuadas.
La línea incluye verdaderos íconos de tratamiento como el Sérum Alisador, que combina extracto de camelia y oligopéptidos para preservar la juventud y renovar la luminosidad; la nueva Crema Voluminizadora, con ceramidas de camelia que refuerzan la barrera cutánea y mejoran la elasticidad; y el accesorio de masaje, una joya tecnológica eco-consciente que transforma la rutina en un ritual sensorial con resultados inmediatos y duraderos.
Además, Chanel propone un nuevo gesto de belleza con el Dúo Restaurador y Alisador —sérum facial y contorno de ojos— presentado en una elegante bolsa roja de edición limitada. Este dúo se convierte en un aliado ideal para revitalizar el rostro en cualquier momento y lugar.

El ritual N°1 de Chanel mejorado
Concebido para potenciar los resultados de la línea, el ritual N°1 de Chanel incorpora un protocolo de aplicación exclusivo que acompaña el uso del sérum y la crema con una herramienta de masaje especialmente desarrollada. Su diseño y técnica permiten actuar de forma precisa sobre los signos visibles del envejecimiento: poros dilatados, pérdida de elasticidad, arrugas y falta de luminosidad.
Antes de aplicar el sérum y la crema:
– Para tratar los poros, se utiliza el borde dentado del accesorio desde la nariz hacia las mejillas, con movimientos ascendentes y luego horizontales hacia el exterior.
– Para estimular la elasticidad, se trabaja la parte inferior del rostro con las dos puntas del extremo en forma de V.
– Para alisar arrugas, se estira suavemente la piel con el dedo índice y el accesorio, siguiendo luego cada línea con un movimiento en zigzag.
Una vez aplicado el sérum y la crema con ligeros toques y movimientos de alisado hacia afuera, se continúa con la segunda fase:
Después de aplicar el tratamiento:
– Se utiliza la forma en V para realizar movimientos profundos desde el mentón hasta la oreja, trabajando la línea mandibular.
– Finalmente, se potencia la luminosidad con la parte cóncava del accesorio, alisando suavemente la superficie cutánea.
Este ritual transforma el cuidado de la piel en un gesto de belleza consciente, profundo y duradero. Con N°1 de Chanel, la juventud no es una ilusión: es una energía que se preserva.
