Luego de que fuera el escenario perfecto en diciembre pasado para su última colección, la maison sigue explorando el château de Chenonceau, transportándonos a su delicado y fascinante pasado.
Por Francisca Vives K. /@franvivesk
Desde 2002 y fuera del calendario oficial de la semana de la moda, Chanel Métiers d’art es la muestra que Chanel realiza íntimamente para homenajear a los artesanos y profesionales que están detrás de la creación de sus piezas en cada colección. Una secuencia exclusiva de prendas ready to wear que revelan el lado más íntimo y personal de la firma que cada año cambia el escenario y la protagonista de la campaña.
El Château des Dames o Castillo de las Damas, una obra maestra arquitectónica del renacimiento con una historia ligada a grandes mujeres, desde Catherine de ’Medici hasta Diane de Poitier, fue este 2021 el elegido como telón de fondo. Y la actriz y embajadora de la firma Kristen Stewart, su gran protagonista.
La actriz revive la silueta de las grandes mujeres que vivieron en el histórico castillo, así como la de las mujeres contemporáneas, constantemente reinventada por la creatividad de su directora artística Virginie Viard y el diálogo que mantiene con los Métiers d’art, creando una celebración de la mujer, el detalle y la sofisticación.
El escogido para registrar la esencia de la colección y darle vida a la campaña fue el célebre fotógrafo alemán Juergen Teller, quien con un fondo otoñal, mezclando la naturaleza y arquitectura del castillo, retrata la dualidad entre lo clásico y moderno de la colección imaginada por Virginie Viard.
Las piezas cruciales reúnen diferentes inspiraciones y épocas. El rock por ejemplo se ve representado en una chaqueta de cuero negra adornada con perlas, tachuelas y pedrería sobre un vestido de organza negro que juega con la transparencia, otorgando también una idea de romanticismo.
En la particular visión de Viard, la colección presenta una blusa de encaje marfil con falda de gasa negra y cinturón bordado que simula la fachada del castillo. O el abrigo largo de terciopelo negro, que es un homenaje al Renacimiento y a los propios códigos de la Casa. Esta pieza está acompañada por la reinterpretación de la chaqueta Chanel en un traje-body en tweed blanco y dorado, convirtiéndose en otra de las icónicas piezas de esta colección.
