El ocio durante el fin de semana para ser feliz

Los escenarios adecuados para un fin de semana sin preocupaciones.

Por francisca Vives K. / @franvivesk

Antes de la pandemia, todos los días de la semana esperábamos con impaciencia el desde el viernes en la tarde, sábado y domingo, para disfrutar de tiempo con los amigos, de nuevos pasatiempos, de un largo trote, de un viaje corto, de una fiesta divertida, de compras, de limpieza, de reuniones con la familia… Y de alguna mnera creíamos que eso se llama vacaciones. La autora canadiense Katrina Onstad explica el error en su libro Week-end paresseux, week-end heureux. Está profundamente convencida de que si queremos recuperar la energía y el contacto real con nuestros propios deseos/necesidades/sentimientos, debemos dedicar dos días no laborables a la ociosidad total e incondicional.

En las páginas del libro, Katrina comparte las experiencias de diferentes personas, empresas y naciones enteras que protegen su tiempo libre de las preocupaciones, las responsabilidades, las aventuras y, sobre todo, los objetivos y los logros. Como escribe Onstad, “el secreto de una vida feliz es dejar de lado las preciosas 48 horas, convirtiéndolas en un suave refugio para la pereza”. En Italia aquello tiene su propio concepto, le llaman “il Dolce Far niente”

Cómo son nuestros fines de semana

La máxima de “trabajar menos y disfrutar más de la vida” fue en su momento una virtud, pero hoy está casi olvidada por el ajetreo de las 24 horas del día. Sólo tenemos que mantenernos ocupados, no importa lo que hagamos, mientras no nos detengamos. Un fin de semana es una oportunidad de dos días para diversificar tu vida (y embellecer tu Instagram), reservando brunches en restaurantes de primera categoría y entradas para eventos populares, o torciendo las articulaciones en una sesión de entrenamiento con un gurú del pilates de moda;,comprando por adelantado la comida para la semana e incluso los regalos para Navidad y convenciendo a tus padres de que no irás a Concpeción a visitarlos este fin de semana.

“No hacen falta informes de investigación científica para darse cuenta de que vivir bajo la presión de los horarios y los plazos no ayuda”, escribe Onstad. – “Debido a la falta de tiempo para recargar nuestras baterías internas, todos los aspectos de nuestra vida se resienten: la salud se deteriora, los contactos personales se desploman y la productividad cae. Y para la mayoría de los trabajadores, la vida laboral no tiene límites claros. Hay que admitir que probablemente hayas tenido que responder a los correos electrónicos del trabajo los sábados y completar informes que deberían estar en la mesa de su jefe el lunes por la mañana.

Lo que realmente es el fin de semana

El cuerpo y la mente necesitan esas 48 horas para salir del estrés y refrescar tu energía, para lo cual es importante liberarse de la carga mental dejando de planificar y anticipar todo.

La oda de Katrina Onstad a la pereza no sorprendería a nadie hoy en día. La batalla contra el estrés y el agotamiento lleva tiempo ganando impulso, con nuevos formatos como la vida lenta y el JOMO (joy of missing out, alegría de perderse, disponible para quienes se toman un descanso de Internet y las redes sociales) y conceptos ancestrales como el hygge danés. Algunos expertos avanzados recomiendan reducir la semana laboral a tres días, dejando dos para asuntos familiares y reservando el fin de semana exclusivamente para el descanso.

Técnicamente, el beneficio de la pereza es que no hacer nada conduce naturalmente al aburrimiento, que a su vez dirige la mente a buscar nuevas ideas, activando la energía creativa. Este restablecimiento es necesario para favorecer la armonía interior, la autorrealización productiva y una actitud positiva para empezar la próxima semana con buen pie.

Cómo aprender a relajarse

Regla número uno: para que el fin de semana sea una alegría, cíñete a las circunstancias beneficiosas. Aunque no hay una receta única para todos -cada uno tiene su propia manera de motivarse y, por tanto, de relajarse-, algunos componentes de unas vacaciones satisfactorias son buenos para todos sin excepción.

Naturaleza

La unión con la naturaleza mantendrá tus baterías en buen estado de funcionamiento durante mucho tiempo, así que aprovecha cualquier oportunidad para aprovechar las fuentes de energía curativas. La necesidad de un paseo o de relajación contemplativa puede satisfacerse en el bosque, el mar, la orilla de un lago, un parque urbano, el parque de enfrente o un parterre en el jardín.

Desintoxicación digital

Sea cual sea la estrategia que se te ocurra, si consigues separarte de tu smartphone al menos durante un día ahorrarás muchas neuronas.

Juegos

De mesa, de acción, idiotas, sexy: los juegos son maravillosamente liberadores y, además, te dan una reserva de buenos recuerdos.

Arte

No es necesario pasar medio día haciendo cola para ir al museo, al cine o o a un concierto, basta con admirar obras maestras del arte en línea o ver una película conmovedora (y no demasiado incomprensible).

Soledad

Despeja tu cabeza, despeja el espacio que te y quédate a solas con tus pensamientos, durante el tiempo que quieras, tómate tu tiempo.

Secuencia

Por último, y tal vez lo más importante: mantén el concepto de holgazanería cada fin de semana, una y otra vez, hasta que los beneficios tangibles de la pereza y ocio lleguen a ti. Esto va a suceder, sólo que, de nuevo, tómate tu tiempo.

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