La cantante reapareció este domingo con su novio Rich Paul, dando clases de moda.
Por Francisca Vives K. / @franvivesk Fotos @adele.source
Tras triunfar en los Brit Awards, Adele regresó de su Londres natal a Estados Unidos con su novio, el agente deportivo Rich Paul. La pareja asistió ayer a un importante partido de básquetbol: el All-Star Game de la NBA, que se celebró en uno de los mayores centros deportivos de Cleveland. Los enamorados ocuparon los mejores asientos de la primera fila y observaron el partido con atención, con ciertas distracciones ocasionales que por supuesto no interfirieron en la cita.
Desde que comenzó su relación con Rich Paul, Adele ha sido una invitada frecuente a eventos deportivos, pero su estilo no se ha vuelto más deportivo por ello. Suele aparecer en los partidos con tacos aguja y elegantes abrigos o trajes de cuero. Ayer no fue la excepción. En esta ocasión, la ganadora de 15 Grammy optó por un conjunto total con estampado de leopardo, compuesto por un minivestido y un voluminoso abrigo del mismo estampado. La estrella combinó el vestido con medias negras gruesas y botas de taco aguja de ante negro por debajo de la rodilla.
Recordemos que, a pesar de triunfar en las tres categorías principales de los Brit Awards, la aparición de Adele en los premios provocó un escándalo posterior en redes sociales. Al recibir el premio al Artista del Año, la cantante pronunció un discurso. “Entiendo por qué ha cambiado el nombre del premio, pero me encanta ser mujer y ser una artista femenina. De verdad que sí, dijo la estrella ante los estruendosos aplausos del público. Sin embargo, los usuarios de Internet no pudieron compartir el deleite de los invitados a la ceremonia. Adele fue acusada de transfóbica por “poner su género por encima del resto”.