Del ‘gao chao’ a la ‘petite mort’: ¡Celebremos el orgasmo!

No se puede negar, que el orgasmo es una de las mejores sensaciones que pueden existir. Es emocionante, placentero, relajante, eufórico… Y es tanta su importancia que tiene un par de días al año que lo conmemoran internacionalmente. Pero durante las relaciones sexuales el orgasmo no sólo tiene una variante física, sino que también implica la participación del lenguaje. Veamos de qué se trata. 

Por Francisca Vives K. / @franvivesk

Cada 8 de agosto se celebra, a nivel internacional, el día del orgasmo femenino y en muchos países, una semana antes (el 31 de julio) se conmemora el día del orgasmo. Muy cerca uno del otro, se sabe al menos el origen del de agosto, que se atribuye a cuando el concejal José Arimateia Dantas Lacerda, de la ciudad de Esperantina, Brasil en 2006, impulsó una ley para defender el placer sexual en las mujeres, estudiarlo y abordarlo como una cuestión de salud pública.

La fecha ha ido ganando cada vez más popularidad. Los muchos mitos que se han develado de la sexualidad femenina y los múltiples beneficios que nos entrega, que van desde la conciliación del sueño a su función como analgésico; pasando por la disminución de situaciones de estrés y depresión y la segregación de dopamina, hormona relacionada con el placer concebido de forma natural, han sido parte del éxito. 

Y con los años también, se han originado una serie de movimientos que promueven la aceptación de toda práctica sexual y alienta la exploración erótica y el placer, siempre y cuando abrace el sexo seguro y consentido. Uno de ellos, el llamado “sex-positive”.

Carolina Andrade, psicóloga y experta en sexualidad y tantra contemporáneo, explica que este tipo tendencias han ido experimentando un gran auge a medida que el empoderamiento femenino ha comenzado a visibilizarse no solo en cuanto a la igualdad de género, sino también en torno al derecho de toda mujer de tener una vida sexual activa y placentera. “Alguien que es positivo al sexo está abierto a aprender más sobre su propio cuerpo, los cuerpos de otras personas, así como sobre el consentimiento, la intimidad y cómo comunicarse sobre temas sexuales. El “sex positive” es un real apoyo para la mujer actual, aquella que no le interesa fingir un orgasmo solo para contentar a su pareja, o aquella que está dispuesta a tomar la iniciativa en el sexo, sin pensar que eso algo malo, y que no tiene miedo de pedir y disfrutar del sexo”, comenta la especialista.

De ahí que uno de los objetivos centrales de la celebración de este día, sea el poder hablar de los beneficios del orgasmo, del cuerpo y sexualidad femenina sin tabúes. Por que el tema no es menor, si analizamos las cifras que recoge un estudio de la Universidad de Regensburg, Alemania, en 2020, que indica que el entre el 30 y el 40% de las mujeres ha padecido alguna vez algún tipo de anorgasmia femenina, ausencia o demora persistente o recurrente del orgasmo después de una fase normal de excitación sexual.

Y tras la pandemia, la situación no ha sido mejor. Si no al contrario y ya no sólo podemos hablar de las mujeres que sufrirían de algún trastorno relacionado con “llegar al climax”, sino muchos hombre que han visto mermada también su capacidad de concluir el acto sexual. De hecho según una encuesta que acaba de realizar el Centro de Investigaciones Sociológicas de España, el 15,3% declara que su vida sexual ha empeorado tras la pandemia. 

En este contexto y como una manera de reivindicar el placer universal sin complejos ni estereotipos hemos recurrido al maravilloso manual de dos investigadoras taiwanesas que se propusieron explorar cómo se conceptualiza el orgasmo sexual en 27 lenguas, proponiendo un modelo para analizar el deseo sexual desde el lenguaje, identificando para ello las figuras literarias y los conceptos recurrentes que se suelen utilizar para expresarlo. El resumen del estudio parece invitar a leer una novela ‘chick lit’, con la siguiente concatenación de metáforas: “el orgasmo es la cima, es la muerte, es el destino y la liberación de la fuerza”. 

El resumen del estudio parece invitar a leer una novela ‘chick lit’, con la siguiente enlace de metáforas: “el orgasmo es la cima, es la muerte, es el destino y la liberación de la fuerza”. 

Las conclusiones sobre cómo la especie humana describe y anuncia el clímax pueden servir, no sólo como guía para turistas “sex positive”, sino también para apreciar las diferencias lingüísticas entre los países.

Placer elevado a la máxima potencia

Orgasmo procede del griego y significa “hinchazón” y “plenitud”, una mezcla de respuesta emocional y física, algo que se manifiesta en el crecimiento de los órganos sexuales, el aumento del flujo sanguíneo, la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca. Ahora bien, más allá del término, que en español, portugués o italiano son iguales, existen casos en los que la palabra hace un verdadero recorrido etimológico para vincularse con el significado de “placer”. Es el caso de la expresión en bengalí, pracanda uttējanā, que significa “excitación radical”; en persa, ezra shodan, su traducción literal es “la satisfacción está ocurriendo”; y en vietnamita, cực khoái, quiere decir “placer extremo”.

De la cumbre a la marea alta

Una de las ideas más repetidas en el término orgasmo es la relación con la metáfora de que este es “como un cumbre o llegar a lo más alto”. Se usa en el 24 % de las lenguas, entre las que se encuentra el alemán (höhepunkt), el sueco (höjdpunkt) y el irlandés (súnás). Hace alusión a la sensación de ascenso al clímax que forma parte del proceso. Los coreanos hablan de punto alto sexual (‘seong-zeok-zeol-zeog’) y los chinos de marea alta (‘gao chao’), haciendo referencia a los fluídos que participan en el ayuntamiento carnal.

La llegada a un destino

El orgasmo, como el fin del viaje o la llegada a un destino, es muy habitual en la mayoría de las 27 lenguas analizadas, ya sea para irse, llegar o venir… o todo junto. Se entiende que estos verbos se refieren a un movimiento dirigido al hablante o al oyente. De esta manera, la expresión “venirse”, común en el español latinoamericano, implica la idea de llegar a un lugar que se alcanza al moverse en dirección a la persona con la que se está hablando. Las expresiones similares a “estoy llegando” se encuentran también en hindi, alemán, noruego, italiano, lituano… 

Otros idiomas que conceptualizan el orgasmo como el final de un viaje son, por ejemplo, los japoneses, portugueses y taiwaneses, que utilizan un “estoy yendo”; el seediq  “he terminado”; mientras que los rusos y filipinos son más prácticos y optan por un “estoy terminando”. 

La célebre “petite mort

Los franceses son los más originales en este apartado al relacionar orgasmo y muerte con su famosa expresión ‘petite mort’ (la pequeña muerte) como descripción de sus aspectos fisiológicos y psicológicos. Algunas investigaciones sobre las sensaciones durante el climax lo describen como un “estado alterado de conciencia” y una “falta de control físico y consciente sobre el cuerpo”. 

Con poesía

En el viaje por el significado de la palabra, también encontramos ejemplos que lo vinculan con uno de los cuatro elementos de la tierra y no podía ser otro que el fuego. Estas interpretaciones se pueden ver en lenguas como el mandarín yao she le, “estoy disparando”; también el finlandés con nyt mä tulen “ahora estoy en (el) fuego”; y por último el tagalo con nag-iinit, que quiere decir “calentar” o “acalorar”. Además,  la expresión más poética pertenece sin duda al checo: Už budu, que quiere decir “yo seré”. En esta definición, el orgasmo representa un estado de existencia y una afirmación para seguir existiendo.

Ahora que conoces la idea en diferentes idiomas, escoge tu expresión favorita y disfrútala, ¡sol@ o en compañía!

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