Bleu de Chanel: Un tríptico olfativo sorprendente 

Desde su lanzamiento en 2010, Bleu de Chanel Eau de Toilette se ha convertido en el emblema de una nueva forma de masculinidad que se niega a ceñirse a las convenciones. La fragancia de un hombre que se desentiende de las pretensiones y no teme mostrar el lado sensible que subyace bajo su fuerte carácter.

Por Francisca Vives K. / @franvivesk

Este miércoles 30 de noviembre la casa francesa Chanel realizó una exclusiva velada en la Azotea del Edificio Alonso, ubicado en el corazón de Alonso de Córdova, para descubrir y entender por qué los hombres deberían perfumarse con un clásico que nació para revolucionar la perfumería masculina: Bleu de Chanel.

Tres vibraciones, para una fragancia de vanguardia

No podía ser otra que París, la ciudad donde nació una de las líneas de fragancias para hombre más famosas de todos los tiempos: Bleu de Chanel. Una gama olfativa que sitúa al hombre a desafiar las convenciones en todos los aspectos. A romper con la tradición, atreverse a salirse de los caminos trillados, explorar nuevos territorios…

Encarnando esta filosofía vanguardista, las tres versiones que componen esta colección abrieron un nuevo camino olfativo, mirando más allá del status quo para crear el color de un horizonte nuevo, urbano y moderno caracterizado por el acento único de un aroma aromático-amaderado. Tres declinaciones de un mismo aroma pensado para quienes huyen de etiquetas, de convencionalismos. ¿Quieres saber por qué Bleu de Chanel es uno de los superventas en perfumes para hombre? El secreto está, por supuesto, en sus ingredientes.

Pero comencemos por el principio, por quien dio origen a todo: El eau de toilette Bleu de Chanel nació hace más de una década y es considerado uno de los perfumes más vendidos de la casa francesa. La razón recae en su fórmula, que lo convierte en una fragancia atemporal, elegante donde las notas de madera –esas que aportan algo de profundidad e intensidad– tienen una grandiosa presencia. La madera de sándalo de Nueva Caledonia o la de cedro conviven con acordes de cítricos que le dan ese toque ligero, distinto. Un perfume cargado de contrastes pensado para un hombre que se libera de todos los códigos establecidos.

Cuatro años después, en 2014, el célebre perfumista de la maison, Jacques Polge, alumbró la primera declinación de Bleu de Chanel: su eau de parfum. Al perfume primigenio le salía un digno competidor, con el único afán de ensalzar la parte más cítrica de la fragancia. Y lo rodeó de acordes tales como el pomelo, el limón, la bergamota, la menta, la pimienta rosa y el cilantro. Para reformular este cóctel, el nariz sacó a relucir la faceta más matizada del vetiver: su frescura. Y lo envolvió en las notas sensuales y con cuerpo de cedro y ámbar. 

Y lo nuevo son palabras mayores. Porque a Bleu de Chanel Parfum lo han catalogado como una fragancia poderosa, generosa, capaz de dejar una estela densa y elegante. Porque nos situamos frente a la tercera versión del original eau de toilette Bleu de Chanel. Y no, no no es para nada una competencia desleal, pues esta fragancia es una de las creaciones Olivier Polge, hijo del citado Jacques, quien se convirtió en 2015 en el sucesor y nuevo perfumista de la casa parisina. Y para este Bleu creó un acorde precioso de cedro y sándalo de Nueva Caledonia que prolonga su frescura aromática. Rico, su profundidad revela una sofisticación sin límites, creando una alquimia única y misteriosa entre el olor y la piel. 

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