Un año movido para la realeza británica

Cumpleaños, polémicas, muertes, nacimientos, peleas y reconciliaciones. Así han sido los últimos meses para el clan Windsor encabezado por Isabel II durante 68 años.

Por Bernardita Cruz / @bernicruzmr / Arte Portada Francisca Vives @franvivesk

LOS 95 DE LA REINA

No fue una fecha cualquiera. Cumplía 95 años, un número bastante importante teniendo en cuenta que sigue activa a cargo de la Casa Real más emblemática del mundo.

Isabel II, monarca de 16 estados independientes, figura política de 54 países que conforman la Commonwealth y cabeza de la iglesia anglicana, además, daba una nueva vuelta al sol tan solo días después de que despidiera a Felipe de Edimburgo, su gran amor, quien estuvo firme junto a ella durante 73 años y con quien tuvo cuatro hijos, ocho nietos y espera el nacimiento de su duodécimo bisnieto. Todos fervientes seguidores de esta mujer que en 2022 cumplirá 70 años como reina, una tarea que asumió sin tenerlo planeado pero que con su carácter ha podido cumplir la promesa que emitió cuando le pusieron la corona en la cabeza: anteponer el reino por sobre sus necesidades.

Y claro, Isabel desde pequeña demostró ser determinante. Le decían Lilibet  y se dice que cuando Wiston Churchill la conoció ella tenía solo dos años y aún así la describió como “un personaje”.

Por aquel entonces, eso sí, Elizabeth Alexandra Mary, que nació en Londres un 21 de abril de 1926, ni soñaba con ser reina. Ella era la hija mayor del hermano del heredero, pero luego que este optara por la abdicación y vivir su amor con Wallis Simpson, el padre de Isabel asumió el trono y, cuando él murió, se convirtió en la monarca.

La preparación fue rápida. Hasta el día en que su padre asumió la cabeza de la Casa Real, Isabel había sido criada en casa junto a su hermana Margarita y a sus padres que viajan constantemente. De hecho, la primera llamada larga distancia trasatlántica que se hizo en la historia fue protagonizada por ella y sus padres.

Cuando su padre muere, Isabel ya estaba casada con Felipe y era madre de Carlos y Ana. Ese día, la pareja se encontraba en África y fue su marido quien le comunicó la noticia.

Un año más tarde, un 2 de junio de 1953, la nueva reina posaba la corona sobre su cabeza en una ceremonia televisiva en la Abadía de Westminster y vista por más de 120 millones de personas.

De eso ya ha pasado tiempo y en los análisis que se realizan con respecto a los 95 años de Isabel y sus casi 70 como reina, sin duda se destaca su tenacidad pero también el cómo los escándalos de su clan no han parado.

El primero lo protagonizó su hermana Margarita cuando tuvo un romance secreto con Peter Townsend, un hombre divorciado, mayor que ella y que, además, trabajaba como director adjunto de la Casa Real luego de ser oficial de la Fuerza Aérea británica.

Décadas más tarde, su primogénito Carlos, quería casarse con Camilla Parker–Bowl, relación a la que también la reina se opuso ya que ella era divorciada. Finalmente, Carlos se unió a Lady Di. Un matrimonio que demostró que la realeza estaba lejos de ser un cuento de hadas.

Su hija Ana también se divorció y su hijo Andrés se casó con Sarah Ferguson y las escándalos llegaron. Incluso, él está actualmente involucrado en delitos, como las acusaciones de abusos sexuales que forman parte del caso Epstein.

Y bueno, seguramente uno de los grandes golpes mediáticos fue el protagonizado por Harry, el menor de los hijos de Diana y Carlos. Primero renunció junto a su mujer Meghan Markle a la Corona y además, la entrevista que le dio la pareja a la animadora estadounidense Oprah Winfrey fue lo que marcaría un antes y un después en los Windsor. En la exclusiva inédita dada por los duques aseguraron entre otras cosas, que fueron víctimas de maltratos y racismo.

LOS 60 DE DIANA

Quien pronto estará de cumpleaños es Diana Spencer, la princesa de Gales, primera esposa de Carlos, madre de William y Harry, amada por su obras benéficas, copiada en sus looks y llorada y recordada hasta el día de hoy tras el trágico accidente que terminó con su vida.

Nacida en Sandringham un 1 de julio de 1961, creció dentro de una familia aristócrata y, teniendo apenas 19 años, entró a lo que prometía ser un cuento de hadas, pero que terminó siendo una pesadilla.

A los 20 años se casó con el príncipe de Gales y al poco tiempo la distancia entre ambos se hizo evidente. Rumores de infidelidades y una mala relación con la monarca se hicieron cada vez más fuertes.

Diana, era el blanco favorito de la prensa y también, de los paparazzis. De hecho, esa noche del 31 de agosto de 1997, cuando pierde la vida junto a su novio Dodi Al Fayed, en el puente del Alma en París, iba precisamente a alta velocidad huyendo de ellos. Incluso Harry, en la famosa entrevista dada a Oprah Winfrey, señaló que una de las grandes razones de alejarse de la realeza es que no quiere que Meghan pase por lo mismo que su madre.

Es que Diana es un ícono e incluso fue engañada para dar a conocer secretos de palacio y episodios íntimos como miembro de los Windsor en la recordada exclusiva que dio a la BBC, llamada la entrevista del siglo, en la que, entre otras cosas, dijo “Éramos tres en ese matrimonio”, refiriéndose a la infidelidad de su marido con Camilla Parker–Bowls.

Lo cierto es que hace poco se supo que Martin Bashir, el periodista a cargo, reconoció usar métodos poco éticos para convencer a la princesa de dar la entrevista. Por ejemplo, le dijo que la Reina manejaba muchos antecedentes y que los haría públicos a la brevedad.

Diana cumpliría 60 años y como es un número especial, sus hijos han decidido develar una estatua conmemorativa de su madre en un acto que se llevará el próximo 1 de julio en Londres, en el que estará presente William junto a Kate Middleton y Harry que asistirá sin Meghan ya que ella se quedará en California cuidando a su hija recién nacida.

Se tratará del primer encuentro que tienen los hijos de la princesa de Gales tras el funeral de su abuelo Felipe de Edimburgo donde se les vio conversando a pesar de estar alejados tras las decisiones de Harry y la polémica entrevista de los duques de Sussex a Oprah Winfrey.

ANIVERSARIO DE LA BODA DEL SIGLO

Carlos y Diana se conocieron cuando el heredero salía con la hermana mayor de quien luego se convertiría en su esposa.

Un par de años más tarde, coincidieron en un paseo campestre. Se dice que Diana se enamoró de él al verlo jugar polo y que Carlos también se fijó en ella. Él estaba bajo la presión de tener que casarse y como su gran amor Camilla Parker–Bowls le estaba prohibida al tratarse de una mujer divorciada, el heredero vio en la joven de 19 años una opción.

Luego vinieron varias invitaciones hasta que Carlos le propuso matrimonio un 6 de febrero de 1981 en el castillo de Windsor. Dos semanas después lo comunicaron a la prensa.

El 29 de julio de 1981, en la catedral de San Pedro, la pareja dio el “sí quiero” en uno de los eventos más recordados del siglo XX.

La ceremonia fue ante 2500 invitados y fue vista por televisión por 750 millones de personas alrededor del mundo.

De eso ya han pasado 40 años y aún ese momento es recordado. Sobre todo la figura de la princesa con un amplio vestido diseñado por David y Elizabeth Emmanuel y su cola de 8 metros, marcó tendencia en modelos para novias imponiendo mangas y faldas voluminosas, además del abuso de adornos. Todo acompañado por flats en vez de tacones para no verse más alta que el novio. Los zapatos que en las suelas tenían las iniciales de la pareja, estuvieron cubiertos por 500 brillantes y 130 perlas.

La boda también es recordada por varias equivocaciones, por ejemplo, él habló de “tus bienes” en lugar de “mis bienes” y ella le dijo Felipe Carlos en vez de Carlos Felipe. Pero no solo eso, la tradición británica obligaba a las mujeres a decir “obedecer” al momento de los votos. La novia no lo hizo.

Pero sin duda la imagen que continúa en la retina hasta hoy es el beso que Carlos y Diana se dieron en el balcón del Palacio de Buckingham una vez finalizada la ceremonia, fue el primero en la historia de la realeza británica. 

Años después, ya con William y Harry en sus vidas, el desamor fue evidente. Carlos retomó su romance con Camilla Parker–Bowls y Diana comenzó una relación con James Hewitt.

En 1992, la pareja se separó de hecho. El 28 de agosto de 1996, firmaron el divorcio.

NACIMIENTO LILIBET

Una foto en blanco y negro de los duques de Sussex fue la que confirmó para el Día de los Enamorados, que la familia se agrandaría, ya que estaban esperando un nuevo hijo que se sumaría al mayor de la pareja, Archie de dos años.

Luego, en la bullada entrevista a Oprah Winfrey, fue también la pareja que anunció que esperaban una niña y que esta nacería en Estados Unidos.

Finalmente, Harry dio a conocer el nacimiento de su hija: “El 4 de junio fuimos bendecidos con la llegada de nuestra hija, Lili. Ella es más de lo que podríamos haber imaginado, y seguimos agradecidos por el amor y las oraciones que hemos sentido en todo el mundo. Gracias por su continua amabilidad y apoyo durante este momento tan especial para nuestra familia”.

Lilibet Diana fueron los nombres elegidos para la pequeña, ambos son potentes dentro de la realeza británica ya que evocan a dos importantes mujeres: La reina Isabel II a quien le dicen familiarmente Lilibet y a la madre del duque de Sussex, Diana Spencer.

En medio de los roces entre los miembros de la Familia Real después de la polémica entrevista de los duques de Sussex a Oprah, se estima que el nombre elegido para su hija sería una señal de acercamiento a la reina.

Lo cierto es que la niña llega en turbulentos tiempos para los Windsor. El alejamiento definitivo de Harry de la Corona. El alejamiento de los miembros de la Familia Real. La entrevista que los duques de Sussex le dieron a la animadora Oprah Winfrey y la muerte de Felipe de Edimburgo de 99 años, marido de la reina durante 73 años.

LA MUERTE DE FELIPE DE EDIMBURGO

Bajo el nombre de Felipe de Grecia y Dinamarca nació un 10 de junio de 1921 en Corfú, una isla de griega siendo nieto de Jorge I, rey de los Helenos e hijo de la princesa Alicia, bisnieta de la reina Victoria. En 1922, tras un golpe de estado la familia es desterrada y evacuada en un barco de guerra hacia Francia. En 1933 entró a estudiar en Alemania en el Schule Schloss Salem, colegio que pertenecía a su cuñado Bertoldo de Badem, y luego fue transferido al Gordonstoun School en Escocia. Con 16 años debió pasar por otro momento familiar complicado, su hermana Cecilia y su familia fallecen en un accidente aéreo.

En Gran Bretaña adoptó el apellido de su madre, Battenberg, para servir en la Marina. En 1939 se une a esta, después de graduarse de Britannia Royal Naval College. Como curiosidad durante la Segunda Guerra Mundial él sirve a las fuerzas inglesas, pero dos de sus cuñados luchan por Alemania.

Es año, Felipe también conoció a Isabel, en una visita oficial de los reyes a la Universidad Naval Real Británica en Dartmouth. Ella tenía solo 13 años y él, 18.

En 1946 y tras pelear en la guerra, Felipe regresó al Reino Unido con firmes intenciones de contraer matrimonio. Un año después dijeron “Sí, quiero” en la abadía de Westminster, un 20 de noviembre de 1947 ante dos mil invitados.

Cinco años después Isabel llegaba al trono, claro que antes debieron enfrentar lo que era un gran tema para la época. Había que escoger un apellido, es decir, seguir con la dinastía Windsor o adoptar el de Felipe, Mountbatten. Fue tanta la insistencia de Churchill para que eso no pasara que finalmente en 1960 la monarca dio la orden de que su descendencia masculina, que no tuviera el título de alteza o de príncipe, llevara como apellidos Mountbatten-Windsor.  

La pareja tuvo cuatro hijos y pasaba largas temporadas separada y según la mayoría de los biógrafos de los Windsor, es precisamente en el extranjero donde el duque solía conquistar a alguna mujer.

A pesar de los rumores de infidelidades, la reina y su príncipe consorte mantuvieron la imagen de un matrimonio unido aunque puertas adentro, vivieron algo muy distinto.

El 9 de abril a los 99 años, Felipe de Edimburgo, murió en Windsor por causas naturales tras estar 73 años junto a la monarca.

LA ENTREVISTA

Oprah Winfrey no es cualquier entrevistadora de televisión. Es, para muchos, la mejor. Es que ha logrado sacarle impactantes declaraciones a los miles de invitados que ha tenido en su show, entre ellos Michael Jackson en 1993 y en 1997 a la actriz Ellen Degeneres, donde en dicha conversación revelaría públicamente que es lesbiana.

No por nada, para la revista “Forbes” es la persona afroamericana más rica del siglo XX y la famosa más influyente del mundo.

La entrevista a los duques de Sussex prometía ser una bomba y así lo fue. Su rating fue comparado con el de una Super Bowl. Ocho millones de dólares debió invertir la cadena CBS en la entrevista que tuvo más repercusiones que las esperadas.

En el espacio, Meghan señaló que fue bien recibida por la Familia Real, destacó lo acogedora de Isabel II, pero que no había recibido apoyo ni orientación.

También contó que fue víctima de racismo, ya que el color de piel de su hijo Archie fue un tema ampliamente discutido al interior de la realeza y que ese habría sido el motivo por el cual el niño no lleva el título de príncipe.

Harry no se quedó atrás y confesó que se sentía atrapado dentro de la Familia Real y que tanto su padre como su hermano también lo estaban.

Incluso reveló que su padre, dejó de contestar sus llamadas después de alejarse de la familia real. Confesó que con su hermano están experimentando un “espacio”.

El menor de los hijos de Diana, señaló recordar a su madre enfrentando la presión mediática al compararla con las vivencias de Meghan.

Como anécdota, la duquesa de Sussex comentó que la majestuosa ceremonia de matrimonio en el castillo de Windsor no fue el verdadero enlace ya que se habían casado tres días antes en una boda privada.

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