Sacromonte, el barrio gitano de Granada

Hasta hoy los gitanos son amos y dueños de Sacromonte. Aún hay cuevas donde habitan y otras se adaptaron a lo que demanda el turismo: las ofrecen como alojamiento y como escenario para presentar shows de flamenco. A un paseo por este sector de Granada hay que dedicarle un par de horas y así conocer en profundidad cómo habitan y se desenvuelven quienes fueron, alguna vez, marginados de España.

Por Carola Hidalgo L.@mundo_itinerante | mundoitinerante.com

Llegaron a Granada en el siglo XV. Algunos dicen que desde Egipto, otros desde India. Siempre marginados, junto a los judíos y los musulmanes fueron expulsados del territorio por los Reyes Católicos. Así comienza, a grandes rasgos, la historia de los gitanos en España. En Granada, y precisamente luego de la expulsión, se asentaron en Sacromonte, un barrio ubicado en la zona oriental de la ciudad y uno de los seis que conforman el distrito de Albaicín, donde se encuentra la famosa Alhambra. Hasta hoy se pueden ver las cuevas que construyeron en dicho lugar, excavaciones en muros fuera de la ciudad, fuera del control administrativo y fuera de todo lo relacionado a la iglesia. Bien lejos, bien marginados.

Ahí, entre cuevas blanqueadas con cal, se desarrolló con fuerza el flamenco, principalmente con letras tristes, de abandono, de pobreza en todo sentido. Con el tiempo, el flamenco comenzó también a hablar de amores y desamores. Hoy, ver un show de flamenco es ver sensualidad, pasión, enojo, femineidad, exageración. Fue el Rey Carlos III quien aceptó este arte, convirtiéndose después de un tiempo en baile típico del país.

Cómo llegar a Sacromonte

Si te encuentras en Granada o piensas ir cuando la pandemia desaparezca de nuestras vidas, llegar a Sacromonte es muy sencillo: desde la Plaza de Cuchilleros, camina por la calle Plaza Nueva hasta que se convierta en Carrera del Darro, mismo nombre que tiene el río que ahí comienza y donde está la Iglesia de San Gil y Santa Ana. Sigue cuesta arriba bordeando el río, verás que de a poco se asomarán los Palacios Nazaríes, parte de la Generalife y todo el complejo de La Alhambra. Te toparás con dos puentes: Espinosa y del Cadí. Más adelante puedes entrar a mirar la Parroquia de San Pedro y San Pablo, ubicada metros antes del Paseo de los Tristes. En esta parada de descanso hay un café al lado del otro: Restaurant Casa 1899, El Candil, El Paseo y La Puerta de los Tristes, por mencionar algunos. Todos con mesas bajo toldo y en el exterior, con una vista absolutamente despejada a La Alhambra. Aprovéchala. Detente a una linda sesión de fotos, sin tanto turista en caso que vayas en temporada baja, y a tomar un café antes de seguir caminando hacia Sacromonte, pues desde aquí la subida es más desafiante.

La Calle del Darro se transforma en el Paseo de los Tristes y, al terminarlo, te ves en la obligación de doblar a la izquierda. Sube por la Cuesta del Chapiz hasta Camino del Sacromonte, a la derecha. Pasarás por la Zambra la Faraona, la Cueva de la Rocío y la Zambra María la Canastera, cuevas donde ofrecen gastronomía local y realizan shows de flamenco. Ojo, te van a invitar a pasar. Hay gitan@s que te llevan dentro de las cuevas y te ofrecen bebida, un café, muestran adornos “de regalo”, pero la verdad es que después cobran lo que quieren.

No dejes de ir a Albaicín

Sacromonte no es el único paseo obligatorio de Granada. Durante ocho siglos, España estuvo bajo el dominio de los árabes. Y actualmente, el sector del Albaicín guarda todas las huellas de aquella época. Mezquitas convertidas en iglesias y, por supuesto, la linda Alhambra son parte de ello. A esta última te recomiendo ver el ticket de entrada con anticipación, ya que se agotan bastante rápido. En esta web, la entrada más barata cuesta 14 euros, pero sin guía. Yo compré la de 42 euros, que incluye también la entrada a la Generalife (¡recomendado!) y una guía en español. El recorrido dura tres horas y es realmente lindo. Paseas por los Jardines Altos, el Patio del Cuarto Dorado, el Salón de Trono, el Patio de los Leones y los Palacios de Nazaríes, entre otras instalaciones. ¿Sabías que en el 80% de los muros de La Alhambra se repite la frase “el único vencedor es Alá”?

Vista del Albaicín desde La Alhambra

Otros tips de Granada

Cada vez que visito una nueva ciudad tomo los Free Walking Tour y Granada no fue la excepción. Pero, sinceramente, he tomado mejores. Lo hice con la empresa Walk In Granada, pero no cumplió con todas mis expectativas, por lo que te recomiendo buscar otra. El punto es que el tour termina en el Mirador San Nicolás que también tiene una muy buena vista de La Alhambra. Sin embargo, se llena de turistas y gran parte de los tours finalizan ahí. Por eso trata de ir muy temprano, o bien, de noche. Habrá menos gente y podrás tomar mejores fotos.

Vista de El Alhambra.

Otra de las razones por las que Granada, y la región de Andalucía en general encanta, es por lo generosos que son a la hora de tapear. Y es que en la gran mayoría de los pubs y restaurantes te regalan la primera tapa para compartir. Pueden ser papas bravas, tostadas, aceitunas y quesos y hasta tortilla española. Son porciones muy contundentes (no una muestra), es una verdadera motivación a la hora de querer beber una sangría o vermout. Y si te gusta la comida árabe —shawarmas, pitas, kebabs, hojas de parra, hummus — acá tendrás para regodearte. Ya lo sabes: agrega Granada a tu próximo itinerario, ¡un imperdible de la región de Andalucía!

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