Tanto el ser humano como el perro, tienen una estructura cerebral llamada sistema límbico, encargado de gestionar respuestas fisiológicas ante estímulos emocionales. Por este motivo, cuando un perro pierde a su dueño, lo percibe y manifiesta sus sentimientos de diferentes formas.
Por María Catalina Maturana
09/11/2020
Quien haya visto y recuerde la película “Siempre a tu lado Hachiko”, protagonizada por el aclamado actor Richard Gere, sabrá entonces de qué estamos hablando.
El film basado en un hecho real, cuenta la historia de Hachiko, un perro japonés de la raza Akita que tras la muerte de su amo estuvo durante 9 años esperándolo en la estación donde su dueño tomaba el tren a diario para acudir al trabajo. En la emotiva cinta se ve cómo la amistad entre un perro y su dueño trasciende más allá, expresando genuinos sentimientos de lealtad y amor.
Y es que como muchos saben la fidelidad de un perro con su amo puede llegar a ser a increíble, por eso se dice que es el mejor amigo del hombre. Incluso, algunas familias los consideran como un integrante más de ella. Pero miles de dudas surgen cuando existe un hecho inesperado, como la muerte. En ese caso las preguntas son si los perros sienten o se dan cuentas de experiencias como esta.
Y la verdad es que sí. Distintos estudios han demostrado y afirman que los caninos perciben la muerte de sus cercanos. Los perros tienden a generar vínculos muy fuertes donde encuentran un líder al que respetar y seguir. Cuando esa persona falta, el animal claramente va a notar su ausencia, lo que les afecta emocionalmente y en su rutina diaria.
Hernán Dueñas, etólogo veterinario de la Clínica Veterinaria PetSalud, explica: “Los animales que comparten y son más sociables, tienden a reconocer la muerte. Generalmente, los perros no toman la muerte como algo tan grave, porque el instinto de supervivencia en los animales está más radicado, por eso no pueden mantener un duelo por mucho tiempo”. Es relativo el tiempo que puede durar el duelo, dependiendo de la cercanía que tiene con el fallecido y la personalidad del perro.
Es importante observar su comportamiento durante los días posteriores. Uno de los síntomas más comunes es la epatía, el perro no quiere compartir y se aisla, generalmente busca lugares más oscuros para estar apartado. Por otro lado, pueden dejar de jugar y disminuir su actividad.
El comportamiento de un perro ante un duelo va a depender directamente de su personalidad. En algunos casos, los síntomas empeoran y pueden llegar a durar meses. Por ejemplo, hay caninos que tienen características ansiosas anteriores y que con el duelo pueden aumentar, e incluso, presentar cuadros muy graves como la “ansiedad crónica”, pudiendo llegar a la automutilación.
¿Cómo los podemos ayudar?
Lo ideal es preocuparse en mantener la rutina del perro lo más normal e intacta posible. Por otro lado, asegurarse que mantenga sus hábitos de alimentación como antes.
También es importante que otra persona asuma el papel de líder y de humano cuidador del animal. Para acompañarlo más, no lo dudes y acarícialo más seguido.
Puedes incluirlo en otras actividades, como en el deporte. Sin duda, son unos fieles acompañantes para caminatas o subidas de cerro.
En los casos graves o, si se notan cambios extremos en el comportamiento del animal, es recomendable acudir a un etólogo veterinario. Por ejemplo, en el caso de que un perro se empieza a morder las patas, o si han pasado dos meses y el perro no interactúa con nadie.
Por último, el etólogo Hernán Dueñas menciona: “ El duelo no solo pasa cuando el dueño se muere, también pasa cuando se va de la casa, para el perro es lo mismo”. Nunca olvides que para un perro lo más importante eres tú.