El cineasta ganador de un Oscar dirige a Bradley Cooper y Cate Blanchett en una historia de seducción y traición.
Por Francisca Vives K. / @franvivesk
El engaño está en el centro del nuevo thriller Nightmare Alley de Guillermo del Toro, pero el cineasta ganador del Oscar en realidad quiere ser completamente honesto con el público: esta película no es lo que podrías pensar que es. El título siniestro, combinado con la larga historia de Del Toro de traer fantasmas, demonios y criaturas retorcidas a la pantalla en películas desde Cronos hasta La forma del agua, puede llevar a la suposición errónea de que se trateb de otra historia de otro mundo. Nightmare Alley es en realidad su versión del cine negro clásico, lo que marca un cambio radical para el cineasta. Pero sabe que la falsa impresión podría quedarse.
“Esa es una posibilidad distinta”, dice del Toro Y agrega:. “Me ha pasado en el pasado con Crimson Peak, donde la gente entraba esperando una película de terror. Sabía que era un romance gótico, pero era muy difícil transmitirlo. Pero sí, esto no tiene ningún elemento sobrenatural. Está basado completamente en un mundo de realidad. No hay nada fantástico. Es una película muy diferente a la habitual, pero sí, el título y mi nombre podrían crear esa impresión “.
Todavía hay monstruos en esta película, que se estrenará el 17 de diciembre, pero todos son seres humanos: glamorosos, elegantes y más atractivos que desagradables. Quizás eso los hace aún más peligrosos. Bradley Cooper interpreta a Stanton Carlisle, un ex trabajador del carnaval que se convierte en una estrella de la gran ciudad como intérprete de un club nocturno, utilizando trucos de lectura en frío que aprendió en el espectáculo secundario para crear la impresión de que es un poderoso lector de mentes. Ahora las marcas y los golpes a los que apunta son millonarios. Cate Blanchett interpreta a la Dra. Lilith Ritter, una psiquiatra que primero intenta exponerlo como un charlatán y luego se ve envuelta en sus planes.
“El carnaval es casi como un microcosmos del mundo”, dice del Toro. “Todo el mundo está ahí para estafar a todo el mundo. Pero al mismo tiempo en el carnaval, los [trabajadores] saben que se necesitan unos a otros. En la ciudad, mucho menos ”.
