Con una población mundial que llegará a nueve mil millones de personas en 2030, la naturaleza luchará para satisfacer las demandas humanas como nunca antes. La industria de la moda emite más de 1.200 millones de toneladas de gases de efecto invernadero cada año, lo que representa más del 10% de la huella de carbono del mundo. Más consumidores y marcas se dieron cuenta de la necesidad de renovar la moda, los consumidores buscaron procesos transparentes y sostenibles, y muchos diseñadores realizaron cambios dignos de alabar. Y aquí te los contamos.
Por Francisca Vives K. / @franvivesk
Stella McCartney
Cuando se piensa en moda de lujo sostenible y ética, Stella McCartney es el primer nombre que aparece en las listas. Desde el lanzamiento de su marca en 2001, Stella ha sido una de las pioneras de la moda ecológica, libre de crueldad animal, inclusiva y ética. Además está constantemente explorando y experimentando con nuevos materiales y tecnologías sostenibles. Dentro de sus materiales favoritos está el algodón orgánico, lana de origen ético, cachemira regenerada, textiles reciclados, y excluye por completo pieles y cuero. Sus tiendas utilizan paneles solares y LED para obtener energía y materiales reciclables para embalajes.
La colección otoño-invierno 2021 se inspiró en la letra D del manifiesto de Stella McCartney: Un documento de la A a la Z que profundiza en el significado de los términos – como la R de Responsable o la C de residuos Cero – para ayudar a que el mundo de la moda avance hacia un futuro más sostenible. El concepto de Deseo no podría haber elegido mejor momento para manifestarse. Valiéndose de nuestras ansias de ponernos elegantes y salir por ahí, McCartney nos presentó una colección de looks renovados de inspiración grunge y glam con un toque deportivo. Sus looks, con estampados con forma de torbellino, siluetas voluminosas y paletas de color sorprendentes (vestidos amarillos de lentejuelas combinados con pantalones rojos de campanas), harán que nunca te olvides de esa primera salida nocturna. Cabe destacar que el 77% de la colección se fabricó con materiales sostenibles.
Su estrategia de moda sostenible se basa en 4 pilares fundamentales:
- Respeto por la naturaleza: la diseñadora protege el planeta obteniendo tantos materiales sostenibles como sea posible, como cachemira, algodón orgánico o fibras del bosque, es decir, viscosa que es trazable y procedente de fuentes renovables.
- Respeto por las personas: desde los agricultores que cultivan las plataciones hasta el cliente, Stella McCartney garantiza un impacto positivo en todas las personas involucradas en la cadena de suministro.
- Respeto por los animales: como marca vegetariana, Stella McCartney promueve métodos libres de crueldad y trata a los animales y sus hábitats con respeto.
- Moda circular: la marca sigue los principios de la moda circular mediante el uso de métodos de producción regenerativos y restauradores.
Sandra Sandor
Sandra Sandor es la mente detrás de Nanushka, una etiqueta que tiene sus orígenes en Budapest, Hungría. No usa pieles, plumones, pieles de animales exóticos o angora, y usa cuero, lana y pelo de animales reciclados. A partir de cuero vegano y materiales reciclados, crea bolsos, vestidos y camisas para hombres y mujeres. Su estilo único y sencillo revela su amor por la naturaleza, y está tomando el mundo de la moda por asalto.
Nanushka ha implementado varias iniciativas de sostenibilidad que se enfocan en proteger el planeta y crear un mejor ambiente de trabajo para sus empleados. La compañía busca y experimenta continuamente con nuevas telas ecológicas y materiales reciclados, mientras trata y paga a sus trabajadores de manera justa. A pesar de que la marca está creciendo y expandiéndose, el 85% de la producción todavía se produce en Hungría para mantener una huella de carbono baja y una cadena de suministro transparente. Además, Sandra Sandor patrocina el programa Giving Back para apoyar a organizaciones sin fines de lucro que promueven este desarrollo en áreas del mundo menos afortunadas.
Eileen Fisher
No podríamos hacer una lista de diseñadores de moda sostenible sin mencionar a Eileen Fisher. Esta diseñadora ecológica estadounidense es una apasionada de interrumpir el modelo de producción lineal para trabajar en un modelo circular. Utiliza materiales orgánicos, tintes naturales y recicla tejidos y prendas viejas que dan como resultado ropas lujosas y sostenibles. También dio un paso adelante al crear un departamento de conciencia social dedicado dentro de su empresa, que se ocupa de los derechos humanos, la sostenibilidad y más.
La compañía tenía una ambiciosa visión para 2020 que incluía un conjunto de compromisos públicos, como un modelo de negocio 100% sostenible, algodón y lino 100% orgánico y ser carbono positivo. Objetivo que cumplió, estableciendo otras metas de mejora para los años que vienen como “Horizonte 2030” que tiene como propósito:
- Ampliar sus objetivos de moda circular.
- Incrementar el uso de fibras naturales que aumenten la biodiversidad, así como aumentar el uso de fibras reciclables.
- Adoptar prácticas comerciales para lograr salarios justos, equidad de género y una cultura de cuidado en las comunidades a lo largo de la cadena de suministro.
- Dedicar esfuerzos a la corrección climática, como la reducción de las emisiones de gases y efecto invernadero.
Katie Jones
Katie Jones es una diseñadora ecológica de prendas de punto con sede en el Reino Unido que incorpora una estética lúdica y una ética seria. Ella pone en práctica la sostenibilidad al aceptar la visión que tenía su abuela de hacer algo hermoso de la nada. La diseñadora se asegura de que sus diseños aborden los problemas de los vertederos y el consumo excesivo. Además, la marca también crea experiencias que fomentan el cambio social y ambiental.
Basándose en su enfoque “Waste Not”, Jones utiliza materiales no reclamados de los fabricantes de prendas de vestir que luego junto a su equipo los convierten en colecciones artesanales portátiles que adoptan el color, la textura y la diversión.
Spencer Phipps
Spencer Phipps comenzó su carrera en Marc Jacobs como parte del equipo de diseño de ropa masculina. En 2017, fundó Phipps que trabaja sobre los principios de respeto y curiosidad por el mundo natural. Esta marca de moda ética explora el concepto de responsabilidad medioambiental y sostenibilidad en el ámbito del estilo.
Phipps toma la sostenibilidad como una obligación, no como una palabra de moda. Todos sus productos se fabrican con integridad y se crean teniendo en cuenta el medio ambiente con materiales ecológicos y procesos de fabricación sostenibles. Todos los envases, desde el fabricante hasta el consumidor, son 100% reciclados y no contienen plástico. Consciente de su huella de carbono, Phipps mantiene la producción principalmente local, asociándose con fabricantes en Portugal e Italia, donde la ley europea regula los contaminantes y el uso de energía. También realiza donaciones a organizaciones sin fines de lucro ambientales, como el Servicio Forestal del USDA y Oceanic Global para equilibrar su impacto ambiental. La marca audita a sus fabricantes internamente para asegurarse de que cumplan con los estándares éticos y las condiciones laborales justas.
Mara Hoffman
Mara Hoffman, con sede en Nueva York, diseña ropa para mujeres, incluidos trajes de baño, a partir de desechos previos y posteriores al consumo. La marca tiene como objetivo animar a los clientes a reevaluar la relación que tienen con su ropa. Hoffman utiliza una gran variedad de tejidos sostenibles que incluyen Repreve y Econyl, así como materiales fibrosos a base de plantas, como el lino y el algodón orgánicos. La colección Pre-fall 2021 se confeccionó en algodón 100% orgánico. Las versiones de traje de baño se ofrecen en una mezcla de poliéster reciclado con protección UPF 50+ incorporada. Además, la marca utiliza envases compostables y tecnología de impresión digital para reducir el uso de agua. En el lado humano, Mara Hoffman trabaja en una relación transparente con proveedores y fábricas que brindan condiciones de trabajo seguras y salarios justos. Rastrea la mayor parte de su cadena de suministro y visita a sus proveedores con regularidad.
En 2020 y 2021, el equipo de Hoffman decidió no producir la colección diseñada para el otoño de 2020 y se centró en vender el inventario existente. También presentaron una colección de primavera 2021 más pequeña.
Maggie Marilyn
Desde Nueva Zelanda, Maggie Marilyn es uno de los ejemplos más destacados en el esfuerzo de la industria de la moda para proteger el planeta. Todas sus colecciones se crean con materiales sostenibles de origen ético. Las piezas se fabrican localmente para reducir su huella de carbono y visitan a sus proveedores con regularidad, rastreando la mayor parte de su cadena de suministro y garantizando el pago de un salario digno. Además, la marca hizo un esfuerzo adicional al usar bolsas de raíz de yuca para empaquetar sus pedidos.
Maggie Marilyn promueve activamente un ciclo de vida circular para la ropa, lo que permite que los artículos de moda duren para siempre. Desde la cadena de suministro hasta el producto final, supervisa cada paso del proceso para asegurarse de que sea ético y sostenible. Después de su uso, se pueden recuperar y reciclar esas piezas en algo nuevo. En alguna ocasión dijo: “la sostenibilidad no debería ser un lujo, sino algo que todo el mundo puede comprar”. Por lo tanto, sus colecciones comienzan a un precio muy razonable, para que todos tengan la oportunidad de experimentar su concepto.
La Estrategia de Sostenibilidad 2022 de la marca planea abordar los problemas de circularidad y regeneración, y también se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Rag & Bone
Fundada por el diseñador inglés Marcus Wainwright, Rag & Bone es una marca de lujo sostenible que redefine el estilo urbano, ya que se trata de producción local y sostenible. La firma se lanzó inicialmente como una marca de mezclilla, y sus inicios también se basaron en el amor por la ropa informal, incluidas las camisetas y los jeans. Más tarde, en 2017, se asoció con Blue Jeans Go Green de Cotton Inc para iniciar un programa de reciclaje de mezclilla. A través de ese programa, los clientes llevaban sus jeans viejos a las tiendas de la marca para reciclarlos a cambio de un descuento del 20 por ciento en la compra de uno nuevo. Después de la donación, la mezclilla se recicla y se transforma en aislamiento para hogares y edificios cívicos en todo Estados Unidos. Además, este nuevo material de aislamiento es seguro para el medio ambiente, no contiene productos químicos ni advertencias cancerígenas, pero si inhibidores activos de moho y hongos.
Hillary Taymour
Hillary Taymour es la mente detrás de Collina Strada. La marca se ha convertido en una de las firmas de las que más se habla en Nueva York durante las últimas temporadas. En línea con su compromiso con un diseño respetuoso con el medio ambiente, Hillary Taymour utiliza principalmente materiales muertos y telas sobrantes para crear sus colecciones. Recientemente, se asoció con The OR, una organización que tiene como objetivo reciclar ropa usada. También se ligó al sitio web TheRealRealn (que vende y compra prendas vintages de lujo) para recortar y rehacer piezas antiguas no aptas para el sitio. Aunque Hillary se niega a llamar sostenible a su marca, Collina Strada está tomando todas las medidas posibles para ser respetuosa con el medio ambiente.
Para el otoño de 2021, se asoció con ilustradores de la serie de libros Animorphs produciendo gráficos que transforman sus modelos en otra forma de vida, conectando perspectivas de la humanidad, los animales y la naturaleza. Taymour usó materiales sobrantes de temporadas anteriores, reutilizó ropa del mercado de Kantamanto de Ghana y creó un material nuevo a partir de temporadas pasadas.
Marine Serre
Marine Serre es una diseñadora de moda francesa conocida por sus diseños de vanguardia centrados en la sostenibilidad que combinan diferentes códigos culturales. Su trabajo se centra en la innovación y la sostenibilidad, principalmente mediante la reutilización de elementos que encuentra. Al menos la mitad de su colección utiliza material reciclado.
La colección Prêt-à-porter Otoño-Invierno 2021 de Marine Serre, “Core”, no se presentó en una pasarela (ni virtual), sino en un sitio web www.marineserrecore.com, que usó para mostrar una nueva alineación y para educar a los consumidores sobre cómo la marca regenera la ropa a partir del material desechado. Esta colección está realizada con piezas recicladas y regeneradas, además de fibras recicladas. La etiqueta detalla cada material a través del lookbook digital en su sitio web.
Emily Adams Bode
Emily Adams Bode, fundadora de Bode, una marca considerada por muchos como la última moda de diseñadores reciclados, nació y se crió en Atlanta, Georgia. En 2016, Bode lanzó su primera colección de ropa masculina hecha con telas antiguas de todo el mundo. Sus piezas tienen un diseño cero desperdicio, están hechas a mano por expertos artesanos en Nueva York y son ediciones limitadas para minimizar el desperdicio.
Bode se preocupa por mantener tradiciones e historias, no solo por reducir su huella de carbono, y comprende su papel como empleador. Continuó contratando a su equipo de artesanos en India, Perú y Nueva York, a pesar de la pandemia.
Gabriela Hearst
Gabriela Hearst diseña la colección que lleva su nombre y es la nueva directora creativa de Chloé. Además, opera el rancho de su familia en Uruguay.
Para la colección de otoño de Gabriela Hearst, usó un 49% de materiales reutilizados, cerca de su objetivo del 50% para 2021. Su objetivo actual es pasar al 100% para fines de 2021 o principios de 2022. La marca también es muy consciente de su impacto. Utiliza energía renovable en su cadena de suministro para reducir su impacto climático y para algunos productos que involucran lana, utiliza la lana proveniente de la granja de ovejas de Hearst en Uruguay. Hearst también es la primera marca en utilizar bioplásticos compostables Tipa para todos los envases.
La diseñadora continuó su práctica de bajo impacto en Chloé, creando una nueva línea que es “cuatro veces más sostenible” que la anterior. La firma francesa también ha eliminado los materiales sintéticos y otros artificiales de su producción, al tiempo que se abastece de sedas orgánicas y cachemir reciclado.