Una línea de dermocosmética que mezcle el té matcha con la mesoterapia y la tecnología europea parece ser demasiado bueno. Si a eso se le suma la figura de Ricky Martin, mejor aún. Y si además, es una marca nacional, qué mejor. Así es la firma Kumiko.
Por Bernardita Cruz Baraona / @bernicruzmr
Después de pasar 15 años en televisión como periodista, entre medio haber estudiado pedagogía e incluso hacer clases, de haber trabajado en una clínica estética y estudiado cosmetología, Catalina Aguirre se empina como una de las empresarias más promisorias del país.
Hace unos años trabajando en la clínica, se dio cuenta que la mesoterapia era lejos el tratamiento que más se pedía. Es decir, rejuvenecer la piel. Se planteó la necesidad de encontrar una solución dermocosmética que pudiera cumplir con esa tarea y que no se encontraba en el mercado.
En 2016, conoció el té matcha, un ingrediente milenario utilizado por los monjes tibetanos y también en Japón. Las propiedades de este producto la sorprendieron y comenzó una búsqueda activa de un laboratorio donde poder realizar la idea dermocosmética que tenía en la cabeza. Y lo encuentra en Barcelona. Un año después comienza la producción y en septiembre de 2018 Kumiko ve la luz comercial con su primera línea compuesta por ocho productos.
Su sueño se había materializado y junto a Nicolás Cuadrado, su marido y socio, comenzaban a marcar la pauta de belleza. Quería que la gente sacara lo mejor de sí pero que eso también se reflejara.
“Ricky quiere ser rostro y socio”
“Siempre estuvimos trabajando en paralelo en la obtención de certificaciones como de la FDA y Cruelty Free”, comenta Catalina Aguirre, CEO y co-fundadora.
Es que creía tanto en su marca que siempre la imaginó a nivel internacional. “Era una inversión familia y nos teníamos que jugar el todo por el todo”.
Comenzó entonces una búsqueda de usuarios pero sobre todo de dar a conocer Kumiko. Entraron más socios minoritarios y precisamente uno de ellos le plantea que existe una manager de celebrities en Los Ángeles, Estados Unidos, que él conocía y que le iba a preguntar ideas para ver cómo hacer crecer la marca en términos de marketing. Era noviembre del año 2019.
Le enviaron la línea para que la probara y le gustó tanto que a los dos meses respondió diciendo que estaba impactada con los resultados. “Me dijo que teníamos que hacer algo y e pidió una lista con 10 celebrities que me gustaría que conocieran Kumiko. El número uno fue Ricky Martín. Me gustaba que fuera hombre, transversal, que se mantuviera increíbles y que no estuviera relacionado a ninguna marca de skincare”, comenta.
Ella entregó la lista.
Lo que no sabía es que Ricky Martin no solo recibiría Kumiko sino que además lo usaría y compartiría con su marido y su mamá. Unos meses después recibe un llamado de Rebecca, la manager, quien le pregunta si tiene buenos abogados. “Me dice ‘¿tienes buenos abogados?’ Sí, le digo yo. Y me dice ‘que bueno porque Ricky no solo quieres rostro sino además tu socio’”, cuenta Catalina.
Recuerda la primera vez que se reunió con el nuevo socio fue el pasado 18 de septiembre vía zoom y dice que la conversación duró una hora y media. El pacto comercial lo cerraron en marzo de este año.
El rol de Ricky Martin en Kumiko es ser rostro de la marca por tres años y además como socio tendrá una participación activa en la producción. De hecho, cinco nuevos productos pronto a lanzarse ya cuenta con la mirada del artista.
Lo cierto es que ambos ya hablan por teléfono día por medio. Ella ya estuvo almorzando en la casa de Ricky en Los Ángeles. “Es absolutamente encantador. Súper sencillo, cariñoso. Cero divo. Y su marido también”, comenta sobre su socio.