Cómo lograr vivir una Navidad con las finanzas personales bajo control

Por Jazmín Jorquera

23/11/2020

Jazmín Jorquera M. / Gerente de Operaciones de Buda.com y Fundadora de @asertivafinanzas

Hubo un tiempo en que no me agradaba tanto la Navidad. Había perdido toda la magia para mí. En mis primeros años de universidad, solía trabajar en una tienda de retail en la temporada navideña. No era una gran tienda. Más bien, era una tienda pequeña del lugar de donde provengo, San Antonio.

Partí trabajando en la sección de ropa de hombres. Al año siguiente, me ascendieron y designaron a la sección de juguetes, el departamento más apetecido de la tienda, ya que ahí se ganaban las mejores comisiones.

Mis días comenzaban muy temprano, entrabamos a trabajar a las 9 y podíamos terminar alrededor de las 22 horas. Sin contar la hora de colación, eran más de 10 horas trabajando de pie. En esa época no existía la ley de la silla, por lo tanto, eran más de 10 horas efectivamente de pie. Alrededor de 3 a 4 semanas.

Es imposible conectar con la magia de la Navidad cuando estás atendiendo personas estresadas, nerviosas, preocupadas y angustiadas. Recuerdo haber atendido muchas personas enojadas, molestas, porque no encontraban lo que querían, que era muy caro, que la atención era lenta, etcétera.

Lo triste de lo que comento, es que es una escena que se sigue repitiendo y que estoy segura muchos son capaces de imaginarla.

Las finanzas personales están demasiado relacionadas con la frustración que generan estas fechas. De pequeña lo vi en mi familia. Ante esto, trato de vivir la Navidad de una forma distinta, de manera más liviana, sin tanta carga emocional.

Para mi la Navidad está compuesta de 3 ejes: los regalos, la experiencia y la solidaridad. Este es el legado que le quiero dejar a mis hijas.

Los regalos

Gastar lo justo y necesario, pero también darse el gusto de regalonear a las personas que son importantes. Incluso uno misma.

3 regalos para mis hijas

El regalo educativo, ojalá un libro.

El regalo activo, que fomente la actividad física.

El regalo lúdico. Un juguete que deseen.

Si llegan más regalos, los guardo y se los voy entregando durante los siguientes meses. Excepto si es ropa, ya que siempre necesitan.

Amigos secretos: Son el mejor invento para hacer el regalo preciso. No hago más regalos que éstos.

Padres: Dinero y punto. Les regalo dinero desde que empecé a trabajar.

Autoregalo: Preocuparse de una misma y disfrutarlo.

La experiencia navideña

Me gusta disfrutar esta época. Adornar, vestirme de rojo, usar gorro de Navidad y ver películas de la época. Visitar a los viejos pascueros de los malls, llevarles cartas y sacarnos fotos. Comer rico y estar en familia.

Con esto busco que la Navidad no sean los regalos, sino la experiencia y la magia.

Solidaridad

Siempre he pensado que uno debe ser solidario con lo que tiene, es algo que me enseñaron mis papás de pequeña.

En esta época en particular, participo en varias iniciativas e incluyo a mis hijas. Deben entender desde pequeñas que la Navidad es amor, en especial, con quienes no tienen nuestra misma suerte.

La Navidad no tiene por qué girar en torno a los regalos. Definitivamente no hay que endeudarse para comprar regalos. Jamás hay que endeudarse para comprar nada. Excepto quizás una casa o departamento.

Estamos viviendo tiempos muy complejos, que nos brindan una oportunidad de vivir la Navidad con otra perspectiva: de enfocarnos en entregar amor y dejar de lado el estrés de los regalos y el consumismo. Aprovechemos de vivir una Navidad especial y además, cuidamos un poco nuestras finanzas personales.

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