ARTETERAPIA, el poder curativo del arte

Resulta sorprendente saber que se pueden aliviar distintas patologías psicológicas a través del arte. Es lo que logra la arteterapia. En otras palabras, es la terapia a través del arte que, a diferencia de otros tipos de tratamiento, tiene efectos inmediatos y los resultados se comienzan a ver desde la primera sesión.

Por María Catalina Maturana

La arteterapia, definida como una disciplina con especificidades, es una ayuda -terapia para algunos- que utiliza las artes plásticas, sonoras, teatrales, literarias, corporales o danzantes, como medio para recuperar o mejorar el bienestar y la salud mental .

Es una excelente opción para disminuir los niveles de estrés y ansiedad, por eso resulta ser una increíble medicina y sanación, sobre todo en la actualidad, cuando la pandemia ha afectado a miles de personas emocionalmente.

Esta disciplina, permite a los pacientes expresarse libremente. De esta manera, mejora considerablemente el autoconocimiento, la autoestima y el control emocional. También, puede ayudar a las personas a resolver problemas pendientes o del pasado, que han generado algún tipo de trauma.

La expresión de las propias emociones a través del arte, puede liberar pensamientos que se tienen bloqueados y que generan angustia inconscientemente. Por eso, la arteterapia logra que las personas boten la carga negativa a través de la creatividad e imaginación. Así el dolor, el mal, el trauma se tornan pruebas que la persona debe superar para ir avanzando en su progreso.

De acuerdo a la Asociación Profesional Española de Arteterapeutas, los beneficios centrados en el bienestar físico y psicológico que proporciona este método podrían ser:

  • Mejora la capacidad comunicativa, tanto de manera introspectiva, como la verbalización hacia los demás. Durante el proceso artístico el paciente progresivamente aprende a organizar sus pensamientos, y los canaliza desde la reflexión mediante la palabra. Además, un buen arteterapeuta podrá conseguir que externalice todo ese mundo interior de manera cada vez más fluida y precisa, al trabajar durante la creación y con el resultado final. Por otro lado, quien trabaja esta terapia de manera grupal sale favorecido de las propias interacciones, mejorando la expresión oral y las habilidades sociales –no gritar, respetar el turno de palabra, no interrumpir…–.
  • Aumenta la creatividad. Para practicar arteterapia ni siquiera es necesario saber dibujar ni tener una fértil imaginación. Al abstraerse para crear, el inconsciente del cerebro fluirá libremente y sacará a la luz mundos ocultos de cada persona, mejorando cada vez gracias a la práctica.
  • Potencia una autoestima positiva y un autoconcepto ajustado. Mediante esta terapia se consigue conocerse si mismo mucho mejor –las potencialidades y limitaciones– otorgando a cada persona una visión más real de sí misma. Conocerse y saber en qué se destaca repercute directamente en el estado de ánimo, al centrarse más en esos aspectos que también aportan seguridad personal.
  • Reduce la ansiedad y el estrés. Sacar del interior de cada persona, a través de un método relajante y lúdico como el arte, todo lo que la angustia, hace que estos problemas puedan ser tratados y orientados a encontrar una solución.
  • Proporciona herramientas para la resolución de problemas. La arteterapia como aprendizaje de uno mismo, no se queda únicamente en saber cómo se es, también se van adquiriendo mecanismos internos y hábitos para afrontar los problemas del día a día de manera más rápida y pragmática.
  • Favorece el crecimiento y consolidación de la inteligencia emocional del paciente. Uno de los principios básicos por los que se pasa a la hora de crear es externalizar las emociones, para poder identificarlas y aprender a manejarlas de la manera más saludable posible.
  • Clara mejora en la concentración y en la capacidad de atención. Cuando se esté realizando cualquier expresión artística se debe estar concentrado en ello para poder abstraerse y crear algo que salga de lo más profundo de cada persona. Además, algunos terapeutas apuestan por otro tipo de arte, como la escultura o la creación de marionetas –más habitual cuando se trabaja con niños–, que requieren una atención mayor que el dibujo para aprender la técnica básica.
  • Incentiva la motricidad del paciente, el equilibrio y la coordinación oculo-manual. El trabajo que se realiza a través de otras formas de arte, como puede ser el teatro, supone un movimiento y unos ejercicios que mejorarán las capacidades básicas de la persona. Además, el trabajo con el pincel o con las propias manos repercute en la motricidad fina y en la coordinación entre los ojos y los dedos.
  • Facilita unas sanas relaciones interpersonales. Desde una mayor paz individual se es capaz de influir en el entorno positivamente, generando dinámicas con amigos, familia, o compañeros de clase o trabajo, más adecuadas y fructíferas, donde se mejore el clima general.

PARA TODOS

La arteterapeuta, Macarena García, explica que es recomendable para todas las personas. “Resulta muy útil para gente con discapacidades o enfermedades, como el alzhaimer. También ayuda a aliviar los problemas psicológicos que generan distintas situaciones, como los problemas de infertilidad o divorcios. Es para todas las edades y no se necesita tener habilidades artísticas o especiales. Lo maravilloso de la arteterapia es que te da un espacio para poder aliviar todo lo que te está pasando. Personalmente me encanta. Primero porque amo el arte, siento que es el eje central del ser humano. Pero, además, el efecto es inmediato, lo he visto en mis pacientes. Es increíble”.

clear
TOP