Todo lo que no sabías de ‘Dirty Dancing’ 34 años después

Dirty Dancing es de esas películas clásicas que tienen algo difícil de explicar que la hace tan especial. Y aunque han pasado 34 años desde su estreno, no podemos dejar de verla una y otra vez. ¿Eres de este team? Te contamos algunos datos desconocidos de la cinta, como que estuvo a punto de no estrenarse en el cine o que entre los protagonistas no había ni una química. ¿Quieres saber más? Sigue leyendo. 

Por Francisca Vives K / @franvivesk

Hay básicamente dos cosas que definen la película protagonizada por Patrick Swayze y Jennifer Grey: baile y una gran dosis de sensualidad y romanticismo. Sin embargo este clásico de los clásicos ochenteros es mucho más. Primero, literalmente marcó a toda una generación en los 80. Y hoy causa estragos  entre los más jóvenes, pues Netflix la tiene en su parrilla y gracias a eso, otras generaciones han podido ser testigos de la fascinante historia de Baby (una adolescente de 17 años de familia acomodada) y Johnny (un sexy profesor de baile de dudosa reputación). Pero detrás de ella hay un montón de datos y curiosidades desconocidas que hoy te contaremos para celebrar 34 años desde que se estrenara por primera vez. 

Poca química entre sus protagonistas

Basta con ver cualquiera de las fotos o hasta el afiche de la película para notar la hechizante química entre Baby (Jennifer Grey) y Johnny (Patrick Swayze), de hecho en la película los dos conectan de inmediato tras conocerse. Pero en la realidad las chispas que saltaban eran completamente diferentes. Los actores se conocieron unos tres años antes cuando grabaron Amanecer rojo (1984) y en aquella ocasión no se llevaron nada bien. Según confesó Swayze en sus memorias, tituladas ‘The Time of my Life’, en su primer rodaje la relación era tensa y no mejoró mucho en el segundo. Hay que alabar la profesionalidad de ambos, pues en pantalla, la química se transmite fácilmente a los televidentes . Con los años, lograron limar asperezas y llevarse mejor.

Nadie esperaba tal éxito

Antes incluso del rodaje, sus productores tuvieron que hacer magia para que la película se pudiera desarrollar. Para muchos la cinta era considerarla demasiado ‘blandengue’ y estuvo a punto de ser estrenada directamente en video en vez de llevarla a los cines. Finalmente se produjo para la pantalla grande con un presupuesto de 6 millones de dólares y recaudó nada menos que más 214 millones. Fue un exitazo que nadie sospechó. ¡Salud! por el que vio el potencial de esta historia, pues se terminó convirtiendo en una de las películas de culto de los años 80. 

El mítico hotel Kellerman

Quienes han visto el largometraje sabrán que la historia se desarrolla durante las vacaciones de la familia Houseman en 1963 y para ello se alojan en un complejo turístico llamado Hotel Kellerman. Su exterior rústico de piedra, sus pintorescas cabañas de madera y su lago de ensueño son solo alguna de las características que lo convertían en el destino familiar de nuestros sueños. Y por si no lo sabías, en la vida real existe y se trata de un resort de montaña llamado Mountain Lake Hotel, ubicado en el pueblo de Pembroke (Virginia). Se cuenta que como la película tenía un bajo presupuesto, se escogió este hotel, que no estaba realmente en Nueva York, pero era perfecto para simular la trama de Dirty Dancing.  

El título antes de la historia

Eleanor Bergstein fue la escritora a cargo de construir el guión de Dirty Dancing pero por alguna razón, creó antes el título y sólo sabía que quería incluir bailes latinos. Con esas vagas ideas en la cabeza, luego desarrolló a los personajes. Se cuenta que algunas características están inspiradas en su propia historia de vida. Como por ejemplo su papá también era doctor y que a ella le gustaba el ‘dirty dancing’, es decir, los bailes sensuales. Además, tiene una hermana llamada Frances, el verdadero nombre de Baby. 

El terror de Jennifer Grey al salto final

Según se conoció después del estreno de la cinta, la protagonista Jennifer Grey sentía pánico al gran salto del famoso número final. Y lo que se sabe es que la única vez que lo habría hecho fue justamente la que vimos finalmente en la película porque era tal su miedo que no quiso practicarlo.

La Banda sonora 

Gneralmente las comedias no suelen competir en los grandes festivales de cine, pero esta cinta no sólo lo hizo, sino además logró un Globo de Oro y el deseado Oscar en la categoría ‘Mejor canción original’ y no nos extraña porque ‘The Time of my Life’, de Bill Medley y Jennifer Warnes, es una auténtica y sensual fantasía que electriza aún al escucharla.

Un otoño transformado en verano

Sabemos que la historia de Dirty Dancing transcurre durante el verano de 1963. Pero en la realidad el rodaje tuvo que hacerse en pleno otoño. Un dato no menor, pues se trataba de una locación con muchos árboles, lo que debido a la estación tenían sus hojas café y amarillas. Para simular un espléndido escenario veraniego, la producción tuvo que teñir todas las hojas de color verde. Ni hablar de las condiciones meteorológicas en plena montaña. De hecho, la famosa y recordada escena del lago cuando Johnny y Baby practican el baile fue rodada en un día que realmente hacía mucho frío. Los actores sufrieron mucho durante esas tomas y si no hay primeros planos es porque el frío era tal que los labios de ambos, por ratos, estaban morados. La situación en la actualidad es muy distinta, ese lago hoy lamentablemente está seco.

Improvisar a veces es un buen plan

Y, por último, un dato curioso, Muy pocos saben que una de las escenas míticas de la historia del cine surgió de la improvisación. Durante los ensayos de ‘Dirty Dancing’, el director vio a los actores haciendo jugando en el suelo, la imagen era perfecta y decidió incluir como parte de una gran y recordada escena.  

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