Templo se refiere a un edificio sagrado y en esta selección quise destacar uno por continente para tratar de abarcar diferentes culturas y realidades.
Al hacer esta selección pensaba en lo importante es que es cuidar nuestro patrimonio. Si destruimos nuestra propia historia, ¿como podríamos conocer de nuestra existencia? He ahí la importancia de cuidar nuestros edificios históricos, de respetarlos y, en lo posible , de resaltarlos dentro de ciudades que crecen a pasos agigantados olvidando lo importante de los vestigios de un pasado.
1.Panteón romano, Italia, Europa.
Ubicado en Roma, fue construido entre los años 123 y 125 D.C.
Desde el exterior se aprecia el “Pronaos”, que es como se denomina al pórtico compuesto por columnas y pilares para luego dar paso a la “rotonda”, que es el espacio interior.
Desde el punto de vista espacial, resulta interesante que su interior responde a una esfera de 43.44 mts. de diámetro, que le da un carácter de ̈contenedor”, que inmediatamente nos conecta con lo sensorial, la protección.
Por otro lado, la cúpula se podría robar todas las miradas, porque no es tan solo lo grande que es, si no que, además, es interesante pensar en cómo se estructuró.
La única fuente de luz del Panteón es el “óculo cenital” que es una abertura en la cúspide de la cúpula. Esta entrada de luz va marcando en el interior no tan solo el paso de las horas, sino que también, le da un carácter de “divinidad” al espacio.
Para la construcción se usó una mezcla realizada con cal, pozolana, agua y pedrisco, lo que conformaba un tipo de hormigón.
2. Templo Bahá’i, Chile, América.
Se pensó durante mucho tiempo porque se necesitaba de un emplazamiento en particular, algo que no fue tan simple de encontrar. Finalmente se accedió a un terreno en Peñalolén y es en el año 2016 que abre sus puertas.
En su forma tan poco convencional, se usaron nueve estructuras que soportan el espacio interior, algo que simula a unos pétalos. El número no fue al azar ya que significa “unidad”.
Estas estructuras no tan solo envuelven el lugar sino que también cumplen un rol fundamental en la proyección de la luz. La idea era que durante el día alimentara el espacio de luminocidad para en la noche reflejarla haciia el exterior.
Para lograr este juego se trabajó con materiales translúcidos. En el interior con mármol alabastro y para el exterior, y poder revestir estas nueve estructuras con nervaduras geométricas, se usaron planchas de vidrio borosilicatado fundido que permite, además, controlar las temperaturas extremas.
3. Templo Hatsepsuht, Egipto, África.
Este es un templo funerario dedicado a la Reina y Farona Hatshepsut y es parte del complejo de Deir el-Bahari que fue construido en honor a Amon-Ra.
Está compuesto en su totalidad por tres terrazas sostenidas por sus respectivos pórticos, columnas y pilares, además de sus correspondientes patios.
Un porcentaje de la construcción se realizó excavando la roca de la montaña que esta por detrás. El otro, fue levantado hacia el exterior. Esto se llama “semiespeos”.
La idea de la pilarización regular y simétrica sigue la linealidad de la montaña, ascendente, vertical.
Otra peculiaridad de este templo es que no está protegido por una gran muralla como la mayoría de ellos, este por el contrario, se muestra y se expone en plenitud.
4. Sri Siva Subramaniya, Fiji, Oceanía.
Es un templo hindú dedicado al Dios de las lluvias estacionales.
Su arquitectura es de estilo dravidiana, propio de la India, por lo que es el único de su tipo fuera de ese país.
Esta arquitectura radica en la importancia de una torre para marcar el acceso principal y el lugar del templo.
La torre piramidal está tallada completamente en madera adornada con miles de figuras de dioses y seres divinos.
El colorido es otra de sus características que lo hace aún más llamativo. Es una verdadera explosión de tonalidades que son interpretados tanto en sus fachadas y galerías, como en su interior, donde las pinturas de paredes y cielos siguen rindiendo tributos a sus dioses.
5. Angkor Wat, Camboya, Asia.
Este templo es en sí una ciudad. Comprende aproximadamente 80 hectáreas, por lo que es considerado el más grande del mundo, además de ser Patrimonio de la Humanidad. Se calcula que se empezó a construir en el año 1113.
Su arquitectura está compuesta por cinco torres. Cada una de ellas es un altar y tienen sus respectivos accesos que están conectados entre sí por diferentes plataformas y jardines interiores.
Todas las torres y muros de Angkor Wat, que en su parte superior culminan en santuarios, están revestidos de detalles minuciosamente trabajados a mano directamente en la piedra arenizca.
En el muro exterior que lo protege, se aprecian con mayor detalle los dibujos bajo relieves en piedra, que van contando la historia de la ciudad.