En Chile, al menos un 10% de la población tiene orejas aladas. En la niñez es una causa constante de bullying, por este motivo, la cirugía para corregir esta condición, llamada otoplastía, no solo genera un cambio físico, sino que también mental.
Por María Catalina Maturana
06/11/2020
Las orejas aladas son una condición con la que se nace, donde existe un desarrollo excesivo de la “concha auricular” y una falta de desarrollo del antihélix, haciendo que el tercio superior de la oreja apunte hacia adelante.
Si bien es solo un problema estético, pero con el tiempo se puede transformar en uno psicológico. El cirujano plástico, Esteban Torres, explica: “Este problema es unas de las principales causas de bullying en niños, generando burlas y sobrenombres que pueden afectar gravemente la autoestima del pequeño”.
Por este motivo, lo ideal es operar a los niños antes de que pasen a primero básico, porque en ese momento es cuando fijan psicológicamente la percepción de sí mismos y empiezan a afectarles las cosas que los otros dicen. “Los papás tienen que tener cuidado de no transformar esta condición en un problema psicológico para su hijo, por eso es conveniente hacer la cirugía antes de que se convierta en un problema y comience a afectar la calidad de vida del niño.”, explica el cirujano.
La otoplastía es una operación sencilla y ambulatoria. Se realiza con anestesia general y dura alrededor de 30 minutos por oreja, donde se hace el antihélix y se esconde la concha auricular, dejando la oreja más armónica. Los riesgos de esta cirugía son bajos si se elige un buen centro y cirujano.
Tras la operación hay que usar un cintillo entre 15 días a un mes, para que los niños no se pasen a llevar las orejas. Cerca del 90% de los pacientes en Chile que se realizan una otoplastía, quedan conformes por la armonía que consiguen en el rostro.
Finalmente, es muy importante destacar a los padres que tienen un hijo con orejas aladas, que consulten a un buen cirujano, antes de que sea tarde y se transforme en un problema para el niño.