Meditación en casa

Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, miles de pensamientos nos invaden y muchos de ellos generan un estado de estrés o angustia, sobre todo con la incertidumbre de la pandemia que estamos viviendo actualmente. La meditación es una buena opción para detener estos pensamientos y convertirse en una persona más consciente.

Por María Catalina Maturana

El trabajo, las cuentas o la casa, son algunos de los temas que mantienen a las personas mentalmente ocupadas las 24 horas del día, incluso cuando dormimos. Meditar es una increíble solución que te conecta con tu alma y cuerpo, y a la vez te desconecta de tus problemas, ya sean del pasado o futuro. Te centras en el presente, dejando atrás los miles de pensamientos que nos tienen ocupados diariamente.

Anita Troncoso, profesora de yoga y meditación, explica: “La meditación es una práctica milenaria que te lleva a ser una persona más consciente de quién eres. Logras niveles más espirituales que se reflejan en tu alma, espíritu y personalidad. Escuchas a tu cuerpo, por ejemplo, te das cuenta de que te hace bien o mal, de tus temores”. 

Al meditar y ser una persona más consciente, los problemas se miran de otra manera y los manejas mejor. Además, está demostrado que la meditación tiene numerosos beneficios como aumentar la felicidad, concentración, creatividad y empatía.

Por otro lado, la pandemia que enfrentamos a nivel mundial, ha generado en las personas ciertos grados de estrés, angustia e incertidumbre. La buena noticia es que meditar reduce estos efectos, mejorando el sistema inmunológico. No solo es bueno para el alma, sino que para el cuerpo también.

Lo mejor de todo es que lo puedes hacer en tu casa, solo necesitas un lugar tranquilo y concentración. ¿No sabes como hacerlo? Si quieres meditar y lograr un estado de equilibrio, paz y armonía, sigue estos pasos y recuerda que lo más importante es la respiración.

Busca un lugar tranquilo

¡Toma un tiempo para ti! Las mejores horas para meditar son en la mañana o en la noche, lo importante es que sea cuando no tengas nada que hacer y sepas que nadie te va a interrumpir. Elige un lugar silencioso, donde sientas paz y tranquilidad. 

Elige una postura que te acomode

Para los principiantes es aconsejable sentarse, en una silla con la espalda recta o en el suelo sobre un cojín, en flor de loto. Si ya tienes un poco de experiencia puedes hacerlo acostada.

Concéntrate en tu respiración

Enfócate en inhalar y exhalar, sin forzar la respiración.  Concéntrate en cómo tus pulmones se expanden con el aire y luego lo botan. Siente como el aire entra por la nariz y luego lo exhalas por la boca. No te olvides de inhalar profundo. Anita Troncoso, explica: “Hay que conectarte con la respiración y sentir cómo llega a tu corazón, estómago y en todo tu cuerpo. Sentir cómo lo calma, mientras te relajas. Se puede hacer mirando una vela prendida”.

Enfócate en el presente

Deja atrás el pasado y el futuro.  Enfocarse en el presente, es clave para meditar. Deja atrás la voz interna que te presiona con los problemas o las tareas pendientes. Céntrate en el ahora. 

Libera los pensamientos

Cuando vengan pensamientos a tu mente sobre el pasado o futuro, es importante que los dejes ir. Concéntrate en tu presente. Quién eres tú en ese momento y qué te rodea.

Sé consciente de tu estado

Cuando te conectas con el estado de paz y tranquilidad, te hace ser una persona más consciente, logrando un equilibrio mental y espiritual.

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