Se celebró en un castillo italiano tras un eclipse de luna.
Por Francisca Vives K. / @franvivesk Fotos: Cortesía Gucci
Es una verdad irrefutable y conocida que los desfiles de moda Crucero tienen que ver tanto con los lugares espectaculares y lejanos en los que se presenta, como con la ropa en sí, y después de un paréntesis de dos años, esta temporada los diseñadores se han lucido. Chanel celebró su desfile Crucero 2023 a principios de este mes a orillas del hotel Monte Carlo Beach, mientras que la semana pasada Louis Vuitton trasladó a la moda hasta San Diego para celebrar un espectáculo bañado por el sol con el Instituto Salk como gran escenario.
Aunque la vara había quedado por lo alto, lo cierto es que Gucci la superó y con creces. Si hasta programó su desfile “Cosmogonie” para que coincidiera perfectamente con un eclipse de luna, llevándose definitivamente el premio al “momento más mágico” de la temporada.
Y para tal ocasión, era necesario un encuadre perfecto, de ahí que el escenario astronómico elegido por su director creativo Alessandro Michele , fuera el octogonal Castel del Monte, del siglo XIII, en la región italiana de Apulia, que no sólo otorgó un impresionante telón de fondo medieval para la colección, sino también el punto de vista perfecto desde el que los invitados, entre los que se encontraban Lana Del Rey, Dakota Johnson y Jodie Turner-Smith, podían apreciar la rara luna llena de color cobrizo y el cielo repleto de parpadeantes estrellas. Brillo que se transfirió espectacularmente a la colección Cosmogonie, llena de referencias históricas (los cuellos isabelinos han vuelto a lo grande), adornos resplandecientes, texturas opulentas, patrones gráficos y una gran dosis del glamour característico de la Casa, que mostró nada menos que 101 modelos. Los invitados fueron testigos de cascadas de lentejuelas bordadas tanto en vestidos medievales como en jeans, una gabardina de cuero, un traje sastre de lentejuelas, volantes, perlas, líneas en zigzag y capas muy brillantes.
Todo ello se complementó con una gran variedad de accesorios, como variados sombreros, zapatos de gladiador, botas de taco aguja con cordones, guantes de látex, sandalias de plataforma, botas altas con cordones, gafas de sol rojas y bolsos de madera. Para el final, un vestido azul que llegaba hasta el suelo y estaba cubierto de deslumbrantes constelaciones se abrió paso por la pasarela, convirtiéndose en una noche estrellada para recordar.
Pero aunque el tema de la astronomía fue aludido en todo momento, desde la proyección de estrellas e imágenes de mapas antiguos durante el desfile, la adopción de estrellas en sus nombres para cada invitado, hasta la banda sonora del show que incluyó fragmentos del alunizaje del Apolo 11, Alessandro Michele nunca es de los que se muestran demasiado literales. Las notas del desfile, de hecho, revelaron una inspiración mucho más sutil para la colección: el filósofo alemán Walter Benjamin.
Coleccionista de citas, el famoso filósofo fue una influencia clave en la formación de Cosmogonie. Benjamin y su colega filósofa Hannah Arendt, amiga suya desde hace mucho tiempo, se conocieron en París en la década de 1930. Ambos eran intelectuales judíos que huían de Alemania, unidos por su brillantez mutua tanto como por su exilio compartido. Mientras Arendt logró escapar a Nueva York, Benjamin fue detenido en la frontera franco-española y se quitó la vida. Consiguió transportar parte de su biblioteca de citas e ideas a un lugar seguro, pero perdió gran parte de ella cuando la Gestapo asaltó su apartamento de París. En un ensayo de 1968, Arendt afirmaba que, sin su colección de referencias y reflexiones, ¿cómo iba a seguir viviendo? Michele reconoce su deuda con Benjamin por haber introducido la idea de las “constelaciones” en un sentido filosófico, una forma de extraer el significado del caos, de relacionar lo aparentemente inconexo. Cosmogonie es un conmovedor homenaje a los legados de Benjamin y Arendt. Durante una hermosa noche en Italia, Michele demostró ser un digno discípulo del pensamiento constelatorio con un desfile que es mucho más que un espectáculo de estrellas.
