Cuatro días luego de lo sucedido con el duque de Edimburgo, la monarca volvió a las labores reales bajo un estricto negro en símbolo de su luto por la muerte de quien fuera su marido durante 73 años.
Por Emilio Soto / @emigol_11
El fin de semana se anunció que la familia Real Británica guardaría un luto de 15 días por la muerte de Felipe de Edimburgo. Sin embargo, la reina debió terminar abruptamente con en plan para despedir a su mano derecha por 14 años, William Peel, su chambelán.
Esta ceremonia estaba programada para la primavera pasada, pero por la pandemia mundial esto debió esperar.
Eso sí, la reina ya tiene seleccionado a su sucesor que será Andrew Parker, barón Parker de Minsmere, lo que fue revelado en febrero pasado. Este hombre cuenta con una extensa carrera de 37 años en el Servicio Secreto del Reino Unido.
DESPEDIDA EN PLENA PANDEMIA
El rápido regreso de la monarca, fue visto como un gran compromiso con sus deberes reales, ya que no se esperaba su aparición hasta el próximo 17 de abril cuando se realice el funeral de Felipe de Edimburgo en la capilla de San Jorge en el castillo de Windsor.
Por lo que está sucediendo con el Covid-19, solamente 30 personas pueden asistir al funeral, de estos participantes están confirmados la reina, sus hijos el príncipe Carlos, Ana, Andrés y Eduardo; junto a sus parejas y sus nietos.
De los ausentes destacan Meghan Markle que por su embarazo no viajará, sus bisnietos y el primer ministro británico Boris Johnson, esto para ceder su lugar a un miembro de la familia real.
El féretro de Felipe será trasladado en un auto de la marca Land Rover desde la entrada del castillo hasta la capilla. Luego de un minuto de silencio, ocho militares lo trasladarán hasta el interior de esta para rendirle un homenaje, recordando que el duque de Edimburgo tuvo una gran carrera en la Armada británica antes de su matrimonio.
Luego tendrá una pequeña procesión, esto oficiado por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el decano de Windsor, David Conner. Tras ello el féretro será llevado a la bóveda real, bajo la capilla de San Jorge.
Todo será transmitido por televisión.
El gobierno anunció que las banderas deberán permanecer a media asta, hasta el día siguiente del funeral del príncipe Felipe.
