Ansiedad y miedos en los niños

Los miedos infantiles son normales y necesarios, y forman parte del proceso evolutivo del niño.

Psicóloga Isabel Huerta B. / @isahuertapsicologa

Todas las emociones existen por una razón y cada una de ellas cumple un rol fundamental en nuestras vidas: nos informan, nos movilizan y nos llevan a actuar frente a diversas situaciones, nos ayudan a decidir, a saber si algo va bien o no, es decir, son una guía. Por eso, es muy importante conocerlas y sentirlas. 

El miedo es una emoción básica, es innata, reactiva, no tenemos control sobre ellas y nos garantiza la supervivencia porque nos llevan a la acción. Esta se debe acompañar, no minimizar o evitar que los niños la sientan ni tampoco maximizar.

El miedo aparece desde que nacemos; existen miedos normativos que son característicos para cada edad, y al conocerlos, nosotros como adultos, podemos orientar a nuestros hijos y actuar de la mejor manera para ayudar a superarlos.

Miedos según la edad

En general van sumando a medida que pasan los años y pueden ir disminuyendo en intensidad:

  • 0 – 6 meses: ruidos fuertes o pérdida súbita de apoyo.
  • 7 – 12 meses: separación de los padres, miedo a los extraños, heridas.
  • 2 años: ruidos fuertes, abandono de los padres, animales.
  • 3 años: máscaras, separación de los padres, animales, corpóreos.
  • 4 años: miedo a la oscuridad  truenos, fuegos artificiales.
  • 5 – 6 años: fantasmas, brujas, daños físicos,muerte, permanecer solos.
  • 7 – 8 años: miedos basados en sucesos informados por medios de comunicación, al ridículo.
  • 9 – 12 años: rendimiento académico, muerte, enfermedades.

Hace poco en nuestro país se activó nuevamente en las playas una alerta de tsunami, situción que reactiva el miedo en algunos niños. Compartimos algunas sugerencias de cómo manejar el miedo de los niños en el caso de terremotos o tsunamis.

1. Evitar el ocultamiento de información a los niños. Ellos percibirán que les ocultamos algo y estarán inquietos, y alimentarán más su imaginación inundada por el miedo.
2. Es importante entregarles información de manera concreta, sin excederse en detalles, y que idealmente sea comunicada por sus padres, generando un contexto seguridad.

3. Además del contenido que entreguemos, es muy importante el cómo lo hagamos, desde la calma o desde la propia ansiedad y miedo que esa situación puedo generarnos.
4. Podemos explicarles cómo es la naturaleza de estos fenómenos a través de un libro, imágenes o un cuento.

5. Evitar ver noticias tanto de TV como radio, generalmente tienden a ser alarmistas. Si las ven o escuchan, que sea acompañados para ir clarificando, conteniendo y despejando dudas.

6. Transmitir seguridad todas las veces que sea necesario, responder a todas sus preguntas. Ellos necesitan la reafirmación para sentirse seguros.

7. Si estás en una zona próxima a la playa, o cercana a volcanes, etc, y está presentando miedos en relación a estos fenómenos de la naturaleza, muéstrale cuáles son los pasos a seguir en términos de seguridad. El decirles “no pasará nada” no baja la intensidad de sus miedos. El poder hablarlo, el saber qué hacer y conocer el significado de los letreros de seguridad, sí lo hace.

8. La ansiedad y el miedo se vuelven patológicos cuando las preocupaciones son persistentes, excesivas o muy intensas, causando angustia o deterioro notable en la vida cotidiana. Si esto está ocurriendo, la sugerencia es consultar a un especialista.

Psicóloga Isabel Huerta B.

Psiquiatra Dra. Charlotte Olivares

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