ANDRÉS SUÁREZ, SU MÚSICA Y ESCRITURA DURANTE LA PANDEMIA

A PESAR DE LAS DIFICULTADES IMPUESTAS POR EL COVID-19, EL CANTAUTOR ESPAÑOL LOGRÓ OPONERSE A ELLAS CONSIGUIENDO SITUARSE EN EL NÚMERO UNO DE VENTAS DE SU PAÍS CON SU HOMÓNIMO DISCO. PERO EL GALLEGO, NO SÓLO COMPONE CANCIONES. “A TRAVÉS DE LOS OJOS” ES LA NUEVA OBRA LITERARIA DE ANDRÉS SUÁREZ, QUE NOS PRESENTA EN EXCLUSIVA. 

Por Emilio Soto / @emigol_11

20/04/2021

Desde una pequeña localidad ubicada cerca de la ciudad de Ferrol,  en el norte de la provincia de La Coruña, en Galicia, Andrés Suárez con solo 18 años partió rumbo a Madrid con el sueño de dedicarse a la música. Tras 20 años de carrera lo consiguió, consolidándose actualmente como el artista español con más ventas con su disco “Andrés Suárez”. Y no solo eso, el artista también se ha aventurado a la escritura, presentando su segundo libro “A través de los ojos”, que ha lanzado junto a un single homónimo. 

-¿Cómo fueron tus inicios en la música?

Yo creo que suena un poco radical, pero era música o nada. Mi abuelo cantaba, mi madre cantaba, yo escuchaba “Yolanda” de Pablo Milanés en la barriga de mi madre, entonces crecí rodeado de guitarras, familiares que cantaban de maravilla, estuve siempre con música. Creo que si no me dedicara a cantar sería chofer de furgoneta de giras o técnico de luces, te lo juro, es decir, amo mi trabajo. Han pasado 20 años y te garantizo que diariamente amo con la misma intensidad lo que hago, porque no considero trabajo hacer una canción, tener una entrevista me parece maravilloso. 

Soy muy afortunado, doy las gracias diariamente porque trabajo en lo que amo; hay gente que no tiene trabajo o detesta el que tiene y eso no los hace feliz. Siento que soy la persona más afortunada del mundo por poder subirme a un escenario, poder cantar, escribir un libro o una canción, es un privilegio.

-¿Cómo fue el salto de tu ciudad natal hacia Madrid?

Yo vengo de una nación, Ferrol, de 70 mil-80 mil habitantes, una ciudad pequeña, nací ahí, pero vivía en una pequeña aldea de 50 habitantes, con una playa kilométrica donde se hace el campeonato mundial de surf, la playa más hermosa que yo haya visto.

Ahí mi jardín es de arena y mi ventana daba al mar. Un privilegio que me hizo ser una persona muy conectada con la naturaleza.  Ahora vivo en Torrelodones a las afueras de Madrid y tengo cerca un monte y césped, una fortuna. Hoy ya no me llevo tan bien con la ciudad, amo Madrid, le debo casi todo, comencé tocando en el metro, pero ya las grandes urbes, ruidos, coches, ya no, voy un rato y tengo esta fortuna de vivir en la naturaleza. Lo necesito, en mis canciones hablo de mar, playa, de hecho hay gente que me echa la bronca y me dice “deja ya de hablar del mar”, pero me crié en una playa, y eso lo llevas en el corazón, en el alma.

-Sacaste un disco en medio de un pandemia mundial. ¿Cómo te afectó a ti como autor el Covid-19? 

Mira, sí, tengo puntería. Mi disco salía el 27 de marzo de 2020 y el confinamiento domiciliario fue a mediados de marzo, pues ya es la puntería máxima. Entonces imagínate esa sensación, es un año y medio de trabajo, componer, escribir letras, hacer melodías, romper papeles, muchísimo trabajo, y ves cómo se desvanece todo por una pandemia mundial, fue como lanzar una botella al mar esperando que alguien la recibiera con un mensaje que no llegó. Sin embargo tengo el mejor público del planeta tierra, presumo de eso, en los peores momentos que yo recuerdo convirtieron el disco en número uno, el más vendido de España. Esto coincidió con el desconfinamiento, creo que fue a finales de mayo en España, donde ya empezábamos a salir y la gente salía de sus casas, iban con mascarillas a una tienda de discos y lo compraban, eso no lo olvidaré jamás, la vida ya había cambiado, pero seguían a mi lado después de 20 años y eso es lo más hermoso que te puede pasar.

-¿Cómo viviste el encierro?

Al principio sin ansiedad, conozco gente que la tiene y respeto mucho esa palabra, porque la pandemia no los ayudó. Entonces me hacía gracia la gente que me llamaba y me decía, “bueno genial ahora vas a hacer 3 discos, dos libros y una película”.

Pero con el tiempo comencé a sentir temor, porque no sabía si mi madre, que es enfermera y trabaja en un hospital como primera línea, podía pasarle algo. Fue entonces que sentí algo parecido a la ansiedad, al pánico, no me avergüenza decirlo, estoy a 700 km de mi familia. Pero me aferré a la palabra, eso me salvó. Lo que acá llamamos las 3 Marías, las 3 asignaturas que menos importan y que menos valoran los de arriba o los de abajo, esas nos salvaron: las artes plásticas, la educación física y la música. 93% de los especialistas decían que era lo que nos iba a salvar el cuerpo y la mente. Y a  eso me aferré, es decir, a la cultura cerrada, ir a un museo online, ver una serie, al humor. Dicen que los gallegos no tenemos humor, pero yo creo que sí y lo necesito más que la música, así que compartía videos, memes en Instagram que me enviaban mi madre, mi mejor amiga, mi hermana. Me decían ‘te obligo a que te rías’, ellas trabajando en la primera línea sin saber cómo saldrían de esto, para mí lo fácil habría sido cortar la llamada, tirarme a la cama y ponerme a llorar, pero para mí el héroe del pasado, presente y futuro es una madre o un padre que no sabe si tiene para darle de comer a sus hijos, pero si los sabe hacer reír.

-Luego del confinamiento ¿Cómo fue tu experiencia en tu primer concierto?

Respeto a mis compañeros de profesión que no harán conciertos hasta que se vuelva a lo que llamamos la antigua normalidad, pero por ahora esta es la realidad y es tremendamente dura.  Este año vale por 10, yo llevo un año sin abrazar a mi madre, mis hermanos… Un concierto en esta realidad es todos con mascarillas, con un aforo, no del 60%, 70% u 80 %, sino apenas del 10%. El mejor ejemplo es en Murcia, que tiene una plaza de toros con 14.800 personas de capacidad y el público permitido es de 350, o sea con 6 metros de distancia. Es duro ver la plaza vacía, pero es lo que tenemos que hacer para mantener la cifra de contagios en conciertos en cero. En España cuando te meten en el mismo saco de las escenas de egoísmo de las discotecas abiertas, no es justo, esos son irresponsables, eso no es el mundo de la cultura, por ellos pagamos todos, pero el mundo de la cultura está tomando unas medidas ejemplares.

-Háblanos de tu faceta de escritor, ya publicaste dos libros. 

Me llama la atención, me siento intruso. Llevo 20 años haciendo canciones y uno tiene sus trucos, mi oficio es escribir canciones, pero escribir un libro es eterno, tienes que atreverte hacerlo, es durísimo, puedes levantarte con una melodía, acordes, una estructura para hacer una canción y aprendes con los años, pero un libro es levantarte a las 7 am con un café y enfrentarte a un papel en blanco, es durísimo no siempre es agradable mirarse al espejo. 

-Cuéntanos sobre “A través de los ojos” tu segundo libro y también el nombre de un nuevo single.  

Me siento más cómodo defendiendo una canción, pero a mi gran amigo Gonzalo Albert que es mi editor y que me convence cada 3 años para hacer un libro, le mostré que al final se podía jugar con un libro y una canción. “A través de los ojos”, no es un libro pandémico, pero surge en medio del encierro, así es que tiene algo de pandemia. En él hablo de situaciones que viví durante el 2020, como pedir prestada la mirada de alguien, la mano de un amigo, mi guitarra y describir gente maravillosa que se cruza por mi camino. Me gusta hacer homenajes en vida, no cuando las personas ya no están, porque somos buenos para acordarnos de las personas cuando ya no están con nosotros y es un privilegio decirle lo que sientes a una persona viva.

-¿Qué llegó primero, la canción o el libro?

La canción fue después, cuando el libro estaba tomando forma. Mi editor me dijo si era capaz de resumir todas las páginas en 3 minutos con melodía, así es que hay frases del libro en la letra de la canción, tiene una estructura singular, en el libro por ejemplo dice “sobreviví a la pandemia, pero no a ti”, en la canción en cambio dice “sobreviví a tu condena, pero no a ti”. Es casi lo mismo, pero no es igual.

-Y para cerrar, un consejo para alguien que sueña con la música 

Yo no soy nadie para dar consejos, porque soy muy normal, un tío de Galicia que se crio entre caballos y olas, que le encanta tocar música y la ama. Lo que hago es repetir las palabras de la persona más sabias y buenas que conozco: mi madre, que siempre me apoya en todo; cuando me fui de casa con 18 años me dijo: “A por ellos que tú puedes y sobre todo trabaja”. Así es que si diera un consejo sería trabaja. Yo no creo en la suerte, creo en el trabajo, en el esfuerzo, leer todo lo que puedas, vivir todo lo que puedas, porque finalmente estamos aquí de paso.      

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