Según expertos, el hecho constituye una vulneración manifiesta de las libertades femeninas y la injerencia tangible del movimiento talibán en los medios de comunicación.
Juan Pablo Valle Castillo / @Jotapezzzz
24/11/2021
Desde el Medio Oriente se vive una preocupación justificada en torno a la vulnerabilidad de la libertad de expresión de las ciudadanas y ciudadanos en territorios en los cuales el movimiento talibán se ha impuesto. Según una propuesta formulada por el Ministerio de la Promoción y el Fomento de la Virtud y la Prevención del Vicio, la organización recomendó la prohibición de emisión de series televisivas con presencia de mujeres en los medios de Afganistán, al igual que la difusión de películas que reflejen la cultura extranjera.
Entre las medidas que propone el ministerio está la prohibición de difundir contenido contrario a la ley islámica o los valores afganos, que las periodistas cubran su cabeza con un velo cuando aparezcan al aire y a exigir a las cadenas de televisión evitar mostrar producciones “inmorales” como la aparición de hombres expuestos de manera “indecente” ejemplificado con el reflejo de una persona semidesnuda. Las producciones ya no podrán relatar o emitir historias en las cuales los actores interpreten el papel de profeta.
El hecho constituye una vulneración manifiesta de las libertades de las mujeres y la injerencia tangible del movimiento talibán en los medios de comunicación lo que ha generado la emigración de mujeres y periodistas que no quieren ver sus potestades menoscabadas.
Desde la irrupción del movimiento talibán en agosto, la libertad de prensa y los derechos de las mujeres retroceden cada vez más ante las medidas y propuestas del régimen.
Las mujeres sufren las limitaciones y consecuencias de una religión patriarcal y violenta hacia ellas. Padecen la violencia por no vestirse “apropiadamente”, por salir a las calles sin un “tutor” masculino y la prohibición hacia las más pequeñas de potenciar sus estudios; limitados a la escuela primaria.
En los primeros momentos, el portavoz de la organización Zabihullah Mujahid daba la bienvenida a periodistas de distintas partes del mundo, sin embargo, días más tarde la violencia y la censura eran matices que debían experimentar las reporteras y reporteros mientras cubrían las manifestaciones sociales.
La música, el baile y otras expresiones de entretención también han sido reprimidos. Afganistán sufre hoy por hoy las consecuencias de la irrupción del movimiento talibán de distintas maneras, pero todas sumamente negativas; No es incoherente que mujeres, reporteras, periodistas o personas que surgen a través del rubro de los medios de comunicación; o no, opten por abandonar un país violentado por los valores religiosos y culturales del fundamentalismo islámico.
