Con altas temperaturas y un sol implacable, los paseos a la playa o las tardes en una piscina pueden trasformarse en una pesadilla si no se toman medidas para prevenir el daño que pueden provocar los rayos ultravioletas. Aquí te entregamos algunas recomendaciones.
Por: Viviana Rivera
Protector solar
El cáncer a la piel es una verdadera epidemia en todo el mundo por lo que el uso de los protectores solares es un imperativo durante todo el año, más aún cuando el sol no da tregua y la piel queda más expuesta al usar ropas ligeras.
Elegir un producto que realmente proteja la piel es fundamental. Lo más recomendable es escoger uno con factor de protección solar (FPS) 50+.
Su utilización se debe hacer 20 minutos antes de exponerse al sol y la replicación cada dos horas si se está al aire libre y cada vez que se salga del mar o la piscina. No hay que olvidar que el bloqueador solar se debe aplicar en cualquier parte del cuerpo que quede expuesta al sol. Aunque se use sombrero, se debe cubrir cara, cuello, nariz, orejas, escote e incluso manos y pies.
Bálsamo labial
La boca es una parte del cuerpo muy poco protegida a pesar de que igualmente se ve dañada por los rayos solares y otros agentes como la arena, el calor y el cloro de las piscinas, produciendo resequedad e incluso heridas. Además, la falta de hidratación propicia una baja en la producción de colágeno lo que favorece directamente la formación de arrugas alrededor de la boca.
En este escenario, el uso de bálsamo labial es imprescindible, claro que su correcta aplicación debe contemplar varias recomendaciones. La primera es elegir un producto especialmente diseñado para la boca que contenga factor solar.
Además, se aconseja hacer reaplicaciones constantes y, sobre todo, después de estar en el mar o la piscina.
También, los expertos advierten de la expiración de los productos por lo que un bálsamo que fue abierto hace más de un año, está caduco, es decir ya perdió todas sus propiedades benéficas.
Anteojos de sol
Muchas veces son considerados como simples accesorios, pero su objetivo es proteger la vista de las radiaciones solares intensas, que incluso pueden ocasionar daños en los ojos.
Elegir anteojos que realmente sirvan de resguardo es clave. Al comprarlos lo ideal es asegurarse de que en la etiqueta se especifique “protección ultravioleta” (UVA). Es posible encontrar una gran variedad de modelos a bajo precio pero, teniendo en cuenta el enorme mercado negro que existe en torno a ellos, ,lo mejor es adquirirlos en locales especializados.
Sombrero
No solo están cada vez más de moda si no qué, además, esta es una prenda de primera necesidad al momento de exponerse al sol. Muchos no saben que el exceso de calor en la cabeza puede llevar a la deshidratación provocando jaqueca, insolación, mareos y hasta desmayos.
Los sombreros también son una excelente opción a la hora de proteger los ojos y el rostro en general, cuya piel es mucho más delicada que la del resto del cuerpo. Su uso incluso ayuda a evitar envejecimiento prematuro, aparición de manchas, resequedad y, lo que es más importante, ayuda prevenir el cáncer a la piel si se combina con otros tipo de medidas como la utilización obligatoria de factor solar.
