Acusado de tráfico de influencias y corrupción, el expresidente francés podría ir a la cárcel. De impoluto negro, su mujer no sólo lo ha acompañado al juzgado, sino que a travé de sus redes sociales le ha demostrado su público apoyo.
Por Francisca Vives K / @franvivesk
10/12/2020
Desde este martes el que fuera presidente de Francia entre 2007 y 2012, Nicolas Sarkozy, se sienta en el banquillo de los acusados por un caso de corrupción y tráfico de influencia. Y el bajo perfil de los primeros días ha cambiado bastante en estas últimas horas en que se le ha visto mostrando una vehemente defensa de su integridad frente a los medios. Sobre todo con el apoyo que su esposa hace 12 años, Carla Bruni, le ha expresado, incluso a través de sus redes sociales. La exsupermodelo y cantante ha acompañado de la mano a Sarkozy cada día a los juzgados, y ayer volvió a hacerlo con una poderosa imagen que publicó en su perfil de Instagram: Con la cabeza en alto y vestida completamente de negro, salvo su mascarilla color burdeo, la foto fue acompañada de un simple pero gran mensaje de amparo hacia su marido: “Yo apoyo a mi hombre”.
La frase nos recuerda de inmediato la exitosa canción de Tammy Wynette “Stand By Your Man” (“Apoya a tu hombre”), legendaria oda a los maridos que Bruni grabó en 2017 en su álbum French Touch y que incluye líricas como: “Pero si lo amas, lo perdonarás / A pesar de que es difícil de entender / Y si lo amas, estarás orgullosa de él / Porque después de todo es sólo un hombre.
Y claro, Sarkozy es sólo un hombre, pero fue un muy poderoso y ahora más que nunca necesita apoyo. Porque quien fuera el 23º presidente de Francia afronta nada menos que una pena de hasta cuatro años de cárcel y una multa millonaria en este primer juicio, relacionado con otro escándalo judicial: concesiones a un magistrado, Gilbert Azibert (también acusado) a cambio de filtrar información a Sarkozy y su exabogado, Thierry Herzog, sobre los debates que se producían dentro de un tribunal que podía afectar a futuros casos del expresidente.
El martes recién pasado, el fiscal Jean-Luc Blachon consideró que tanto el delito de corrupción como el de tráfico de influencias fueron probados en el marco del proceso contra el exmandatario de 65 años.
Las acusaciones contra el expresidente francés salieron a la luz luego de que se conocieran las conversaciones telefónicas que habían sido intervenidas por la Policía y que sostenía el político con el abogado Thierry Herzog, para quien fue solicitada una condena similar, además de la prohibición del ejercicio de su profesión durante un periodo de cinco años.
El citado fiscal también pidió una pena de dos años de prisión y 24 meses exentos de cumplimiento para el exmagistrado de la corte suprema Gilbert Azibert, quien es acusado de “haberse dejado corromper a cambio de un ascenso”.
En su alegato final, Blachon concluyó que los tres señalados establecieron una suerte de “pacto de corrupción” en febrero de 2014, en el cual Azibert ayudaba a Sarkozy a tener información en la investigación del ‘Caso Bettencourt’ a cambio de ser impulsado para ganar una buena posición en el Consejo de Estado de Mónaco.
Para el fiscal resulta “inadmisible” que un presidente, como en su momento lo fue Sarkozy, “rompa” el deber que tiene con las leyes de la nación y se “olvide de la República”.
De acuerdo con lo anunciado por Jacqueline Lafront, parte del grupo de abogados de Sarkozy, rebatirán cada una de las acusaciones contra su defendido y conserva la confianza de que el caso termine de manera favorable para el expresidente, a pesar de que también tiene otros pendientes con la Justicia que lo llevarían nuevamente al banquillo en marzo, por presuntas irregularidades económicas en la campaña política que gestó hace ocho años. Y de seguro Carla Bruni volverá a estar a su lado, porque ya lo dijo una vez: ella apoya a su hombre.
