Britney Spears quiere anular: el control de 60 millones de dólares, un testimonio falso y un abogado impuesto

DESPUES DE 13 AÑOS DE CUSTODIA LEGAL, LA GESTIÓN DE LAS FINANZAS, LE PERMITEN AL PADRE DE LA CANTANTE  RECIBIR 16.000 DÓLARES MENSUALES COMO SUELDO, MIENTRAS LIMITA EL GASTO DE SU HIJA A 2.000 DÓLARES. 

Por Francisca Vives K. / @franvivesk

En solo 25 minutos la estrella del pop describió con detalles el horror que ha vivido durante 13 años. Fue en 1999 con Baby One More Time, un álbum lleno de ingenuidad pero también de picardía, que Britney Spears se consagró en lo más alto. Pero el miércoles pasado fue el fin aquella inocencia.  Su relato ante la jueza Brenda Penny en los juzgados Stanley Mosk, en el corazón de Los Ángeles para solicitar poner fin a su tutela reveló los secretos más íntimos de una celebridad que ha vivido asediada no sólo por las cámaras de los paparazis, sino también por su propio padre. La audiencia efectuada a través de zoom fue solicitada por ella misma y en ella, entre muchas cosas dijo: “No estoy contenta. No puedo dormir. Estoy enojada y deprimida. Lloro todos los días”. Desde 2008, ningún objetivo fotográfico ha podido captar la dimensión del drama que la cantante de 39 años sufre bajo una tutela forzada de su padre, Jamie Spears, un fideicomiso y una manager personal, Jodi Montgomery.

Recordemos que fue en 2008, tras una crisis de salud mental en la que se rapó la cabeza y cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo, que el control de Britney Spears, entonces de 26 años, quedó en manos de su padre (en función del Estado se habla de tutela o custodia). El Tribunal Supremo de California autorizó a Jamie Spears a controlar no solo las finanzas de su hija, sino también la asistencia médica y otros aspectos de la rutina Britney. En un primer momento se habló de una tutela temporal. Pero 12 años después aún tiene vigencia. La opinión pública no ha tenido el menor acceso ni a las audiencias ni a los documentos judiciales, de modo que se sabe poco de las condiciones del acuerdo. Lo poco que se sabe es que Jodi Montgomery, que en su web se describe como fiduciaria registrada, ha ejercido de tutora temporal de la artista desde septiembre de 2019, cuando su padre abandonó sus funciones tras una operación de colon, según la revista People.

En esos 25 minutos de audiencia, Britney continuaba su relato: “He estado en negación. He estado en estado de shock. Estoy traumatizada. Solo quiero recuperar mi vida”. Afuera de la sala del tribunal, la voz de Spears silenció a una multitud de unos 120 simpatizantes que se reunieron para apoyarla, pero dejaron de gritar consignas para escuchar sus palabras en sus celulares.

“Honestamente, todo lo que dijo me tiene en shock”, confiesa Junior Olivas, una aquellas 120 personas que acudieron el miércoles a la zona de tribunales a escuchar el testimonio. “Me enteré de que tenía un DIU para prevenir que quedara embarazada y que sus tutores no dejan que vaya a ver a un médico para que se lo retire”, dice Olivas, quien se considera activista por la causa de la liberación de Spears de la custodia impuesta por una corte hace 13 años. 

Fue la propia Britney quien pidió comparecer ante la juez para contar su situación. “Me gustaría quedarme con usted al teléfono para siempre porque en cuanto corte, de repente todo lo que escucharé será ‘no, no, no’. Se organizarán en mi contra y me sentiré acosada y abandonada. Y estoy harta de sentirme sola”, dijo vía telefónica una anguastida Spears.

Para varios expertos este caso es bastante inusual, puesto que la gran mayoría de las personas que están en una tutela tienen demencia o una edad avanzada. Sin embargo, en febrero de 2008, un juez de California otorgó al padre de Spears y a petición de este el control de las finanzas de la cantante y de su vida personal después de que la estrella del pop ingresara dos veces en el hospital para que le realizaran pruebas psiquiátricas y por abuso de sustancias. Pero desde 2014, la cantante ha luchado sin cesar por dejar inválida la custodia a su padre, quien suma dos divorcios y ha tenido problemas con el alcohol y acusaciones de maltrato. En agosto de 2019 fue el propio Jamie Spears quien por problemas de salud decidió retirarse de los asuntos personales de la tutela de su hija, sin embargo continúa controlando sus finanzas y propiedades: fortuna que supera los 60 millones de dólares. El acuerdo permite a su padre recibir 16.000 dólares mensuales  como sueldo mientras limita el gasto de su hija a 2.000 dólares 

Su inusual intervención se produjo luego de que el abogado designado por el tribunal, Samuel D. Ingham III, pidiera en abril que se le permitiera, de forma expedita, dirigirse directamente a la jueza. De acuerdo a documentos judiciales confidenciales que el diario The New York Times obtuvo de manera reciente se constató justamente que desde 2014 Britney Spears había planteado problemas con el rol de su padre, y que había pedido en varias ocasiones terminar de manera total con la tutela, pero Ingham no habría realizado esa petición.

“Lo que me ha pasado es vergonzoso y desmoralizante y esa es la principal razón por la que no lo comenté abiertamente”, dijo Spears. “Pensé que nadie me creería”. Spears dijo que no sabía que podía presentar una petición para poner fin al acuerdo. “Lamento mi ignorancia”, afirmó, “pero no sabía eso”.

En los días posteriores a la audiencia una fuente cercana a la familia de la cantante comentó que Britney le había “rogado” a su abogado, Samuel Ingham III, presentar una petición para poner fin al acuerdo de una vez por todas.

“Britney ha hablado con Sam varias veces desde la semana pasada y le ha pedido a quemarropa, una vez más, que presente la documentación para terminar con esto“, dijo.

Una segunda fuente cercana a Spears confirmó que la cantante, quien ha estado de vacaciones en Hawai, había hablado con Ingham y lo instó a seguir adelante con los trámites legales necesarios.

EL TESTIMONIO FALSO DE 2019

Los teléfonos, cámaras y computadores estaban prohibidos en la audiencia del miércoles pasado. Las grabaciones también estaban vedadas. La llamada de Spears, no obstante, fue transmitida casi en directo en varios medios de todo el mundo. Horas después, el audio había llegado a las redes sociales y la transcripción de su relato a todas partes. En él Britney Spears comunicó con claridad un solo mensaje. Quiere que la tutela termine de una vez por todas. “Por salud mental necesito que su señoría me permita dar una entrevista, que se me escuche lo que me han hecho. Tengo el derecho a usar mi voz… Sinceramente, necesito sacarme esto del corazón, el enojo y todo lo que ha sucedido”, suplicó la cantante.

La cantante aprovechó la instancia para desmentir su propio testimonio dado en 2019 ante un tribunal a puerta cerrada, donde había presentado algunas quejas y pedía algunos ajustes al arreglo. “Es por eso que estoy diciendo todo esto dos años después de haber mentido a todo el mundo y dicho ‘estoy bien y estoy feliz’. Es una mentira… He estado en negación. En shock. Estoy traumatizada, pero ahora estoy diciendo la verdad. No estoy contenta, no puedo dormir. Estoy muy enfadada y deprimida. Lloro todos los días”, dijo Spears a la jueza Brenda Penny, después de detallar cómo la forzaban a dar conciertos y la obligaban a ir a terapias e internarse en centros de rehabilitación en contra de su voluntad. La cantante aseguró que no había contado esto antes al tribunal porque le daba vergüenza. La jueza le agradeció la valentía de su relato

EVALUACIÓN SIQUIÁTRICA

El único problema que podría tener ahora Britney, aunque la jueza tiene la última palabra, es que la cantante le solicitó “terminar la tutela sin que tenga que ser evaluada”. “He investigado, señoría, y hay muchos jueces que ponen fin a las tutelas sin que las personas sean revisadas todo el tiempo”, aseguró la princesa del pop. Pero generalmente, para que una custodia de este tipo termine se requieren pruebas de especialista o profesionales médicos. Britney podría presentar su propio staff de doctores y especialistas que testifiquen en su favor, pero las leyes de California, permiten al tribunal enviar a un investigador a hablar con ambas partes interesadas para presentar una visión objetiva.

Está claro que Britney nunca ha tenido una buena defensa. Samuel Ingham, su abogado, fue nombrado por el tribunal. El letrado no ha presentado la solicitud para finalizar la custodia a pesar de que Spears ha mostrado incomodidad con el acuerdo desde 2014. “He desarrollado una relación especial con Sam. Hablo con él tres veces por semana ahora, pero no he tenido la oportunidad de elegir a mi propio abogado. Y me gustaría hacerlo”, dijo Spears el miércoles. Los expertos piensan que esta es una de las primeras concesiones que la jueza podría hacer en favor de la cantante. Una señal de que el caso avanza hacia su libertad.

El apoyo de las ‘celebrities’

Para Junior Olivas lo que ha pasado esta semana ha sido en parte gracias a Framing Britney Spears, el documental producido por The New York Times que mediante testimonios de gente cercana a la artista se ponía en duda la eficiencia de la tutela de una mujer de 39 años que ya ha mostrado estabilidad en su vida personal y laboral. Y por supuesto, también gracias al movimiento social #FreeBritney que tiene como base a los fanáticos de la estrella. De hecho para para entender la etiqueta de ese hashtag hay que remontarse nuevamente a  2009 cuando Jordan Miller de entonces 20 años se encargaba de la funpage BreatheHeavy.com y estaba furioso actualizando el sitio sin poder hablar con Britney. Saber que a la artista le habían quitado el celular lo sacó de sus casillas. Para expresar su rabia, subió una publicación titulada “A la prisionera le niegan el privilegio de un móvil”. Sin preverlo, dio nombre a un movimiento. “La frase me quedó muy tosca”, cuenta. Entonces terminó la publicación con un imperativo que tendría consecuencias: “¡Abrid los ojos! ¡LIBEREN A BRITNEY!”. 

En los posteriores días a la audiencia, muchos son los que han salido a apoyar a Britney a través de mensajes en redes sociales. El movimiento #FreeBritney, no sólo a alimenta sus fans, sino también otras muchas celebrities. Entre ellas está Mandy Moore, quien ha dicho lo siguiente en sus stories de Instagram: “El abuso que ha sufrido a manos de una institución destinada a protegerla es asombroso, desgarrador y vergonzoso. Aplaudo su valentía y transparencia”, al final de lo cual ha añadido el hashtag #FreeBritney.

La actriz Rose McGowan, conocida por su papel en la serie Embrujadas, también se ha unido ala poyo a Britney Spears en redes sociales. En un vídeo publicado en su perfil de Instagram ha dicho a cámara: “Lucha. Britney. Estamos contigo. Te escuchamos, te hemos escuchado, conozco el precio del control […] Hay libertad al otro lado”.

La cantante Halsey también ha mostrado su apoyo a Britney Spears en Twitter. “Bendita Britney y espero de todo corazón que se le conceda la libertad de este sistema abusivo. Ella se lo merece más que nada. Admiro su coraje al hablar por sí misma hoy”. En otro tuit añadió: “Además, que se joda cualquiera que crea que tiene la autoridad como institución o individuo para controlar la salud reproductiva de una persona”.

Pero, sin duda, uno de los apoyos más destacados que ha recibido en este momento Britney Spears ha sido el de Justin Timberlake, su expareja. El cantante ha tuiteado lo siguiente: “Después de lo que vimos hoy, todos deberíamos apoyar a Britney en este momento. Independientemente de nuestro pasado, bueno o malo, y no importa cuánto tiempo haya pasado … lo que le está sucediendo simplemente no está bien. A ninguna mujer se le debería restringir jamás la posibilidad de tomar decisiones sobre su propio cuerpo”.

El más reciente fue de su amiga Cristina Aguilera quien comentó que en los últimos días ha estado pensando en todo lo que está pasando la princesa del pop y que es inaceptable que una mujer o cualquier ser humano que desee tener el control de su propio destino no pueda vivir su vida como desea. También dijo que ser silenciada, ignorada, acosada es algo agotador, devastador y humillante. Finalmente Aguilera cree que Britney Spears ha estado viviendo sin la compasión por parte de su familia, que son quienes tienen el control de la cantante. “Para una mujer que ha trabajado en condiciones y presiones inimaginables para la mayoría, prometo que se merece toda la libertad posible para vivir su vida plenamente feliz. Mi corazón está con Britney. Ella se merece todo el amor verdadero y todo el apoyo del mundo”, dijo. 

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