Momias Chinchorro son declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco

Las Momias de Chinchorro ya son Patrimonio Mundial por la Unesco. Consideradas las más antiguas del mundo, datan de hace más de 5000 años antes de Cristo, unos dos mil años más antiguas que las de Egipto.

Por Francisca Vives K. / @franvivesk

Los Chinchorro fueron grupos de cazadores, recolectores y pescadores que habitaron las costas del Norte de Chile. Han sido reconocidos mundialmente por su complejo tratamiento mortuorio, siendo los primeros en realizar momificación artificial. Hoy, después de un año de enviado el expediente de postulación, la Unesco declaró que los asentamientos y la momificacion artificial de la Cultura Chinchorro forman parte de la lista de Patrimonio Mundial.

Un aspecto muy interesante de esta cultura es la práctica funeraria y la complejidad de las técnicas de momificación que utilizaban. Fueron el primer grupo humano de la costa sudamericana que rindió culto a sus antepasados y a la muerte. Consideraban que sus momias formaban parte del mundo de los vivos, lo que explica que dejaran sus cuerpos con los ojos y la boca abierta. 

Cuando se encontraron las primeras momias en 1917 en la playa Chinchorro fueron estudiadas por el arqueólogo Max Uhle y más tarde, por el antropólogo Bernardo Arriaza. Sus investigaciones estableciieron dos procesos de momificación.

  • Natural: el desecamiento del cadáver fue provocado por la salinidad y sequedad del desierto de Atacama. Usaron distintos elementos para envolver los cuerpos, entre ellos, esteras de fibras vegetal y pieles de pelícano y camélidos.
  • Artificial o “momias de preparación complicada”: implicó una alteración intencional del cadáver que por lo general incluyó la extracción de órganos y el relleno de cavidades corporales con sustancias orgánicas e inorgánicas para disminuir el riesgo de la descomposición.

La momificación artificial se diferenció por los grados de complejidad y sofisticación en:

  • Momias negras: nombre dado a los cuerpos a los que se aplicaba una capa o pasta delgada de manganeso de color negro-azulado. Eran esqueletos sin incisiones ni suturas, reconstruidos con una estructura interna de palos, amarras de fibra vegetal y un modelado de ceniza para recuperar el volumen original. Cuando la piel era insuficiente se reemplazaba por la de lobo marino.
  • Momias rojas: se realizaron sin una gran destrucción del cuerpo. Primero, los órganos eran removidos a través de incisiones. Para darle rigidez, se deslizaban maderos puntiagudos debajo de la piel y las cavidades eran rellenadas. Le añadían una larga peluca de pelo humano que aseguraban con un casquete de arcilla. Después de cerrar las incisiones, el cuerpo era pintado con ocre rojo y la cara, a menudo, de negro.
  • Momias con vendajes: fueron una variación de las momias rojas, pero en este caso no hubo incisiones. La piel era cortada y repuesta en forma de vendajes circulares en todo el cuerpo, excepto la cabeza.

Todas compartieron similitudes como el uso de peluca, mascarilla facial y palos para reforzar el cuerpo. En cada caso, la práctica mortuoria consistió en descuerar, eviscerar y secar con fuego o cenizas los cuerpos, para luego rellenarlos y modelarlos con arcilla, lana y fibra vegetal. Una vez terminado este proceso, volvían a colocarles su piel.

En la actualidad, 208 momias Chinchorro han sido estudiadas. 61 de ellas son de carácter natural y 147 artificiales.

Con esta nominación “la Unesco valida a nivel internacional, mediante diferentes expertos, que los asentamientos y la momificación artificial de la cultura Chinchorro tiene un valor excepcional, que tiene una importancia mundial”, dijo a la agencia AFP el antropólogo chileno Bernardo Arriaza, uno de los gestores de la postulación.

El anuncio se dio en el marco de la 44ª reunión del Comité del Patrimonio Mundial, que tuvo como sede la ciudad de Fuzhou, China. Pese a ello, se celebra mayoritariamente de manera virtual, debido a la pandemia del COVID-19.

La inscripción en la prestigiosa lista del asentamiento y momificación artificial de la cultura Chinchorro en la región de Arica y Parinacota se convierte en la séptima entrada del país en la lista del Comité del Patrimonio Mundial de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Sin duda una gran noticia que nos llena de orgullo. 

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