La realeza es fanática de Shakira

William de Inglaterra comentó que en el palacio de Kensington se escucha a la cantante colombiana porque su hija es su fanática número uno. La artista le mandó un cariñop mensaje a su fan.

Por Bernardita Cruz Baraoana / @bernicruzmr

06/12/2021

“La mayoría de las mañanas hay una pelea entre Charlotte y George sobre qué canción se pone. Así que tengo que priorizar que un día lo haga uno y otro día el turno sea del otro”, confesó William en su última aparición en el programa “Time to walk” de Apple Fitness +. 

El duque de Cambridge además comentó que es su hija Charlotte (6 años) quien más pide su canción y cantante favorita. Se trata de “Waka waka” de Shakira. “Hay muchos movimientos de cadera. Hay muchos disfraces. Charlotte, en particular, corre por la cocina con sus vestidos y cosas de ballet y todo… Se vuelve completamente loca con Louis siguiéndola tratando de hacer lo mismo. Es un momento realmente feliz en el que los niños simplemente disfrutan bailando, jugando y cantando”, señaló el heredero.

Claro que esta no es la primera vez que la artista colombiana es parte de la Familia Real británica ya que desde el año pasado forma parte de los Earthshot, premio que año a año entrega William y que busca potenciar ideas y tecnologías que luchen contra el calentamiento global. De hecho, fue el mismo príncipe quien señaló: “Queríamos conseguir a gente a la que le preocupara de verdad el  cuidado del medio ambiente y además tuviera una influencia global… Shakira ha sido brillante al destacar la difícil situación que atraviesan los océanos. Le preocupa de verdad la contaminación y pasa mucho tiempo en la playa. Es una gran surfista y quiere que tanto su familia como otras puedan disfrutar de la playa y del agua del mar”. 

Como era de esperar, la confesión de William sobre el fanatismo de su hija causaron una cariñosa respuesta de la cantante quien señaló en sus redes sociales: “¡Me alegra mucho saber que te gusta mi música, princesa Charlotte”. La respuesta llegó de inmediato en la cuenta de los duques de Cambridge donde pusieron un corazón y una bailarina. 

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