En una reciente entrevista, James Cameron hizo una comparación entre la trágica historia del sumergible Titan y la del famoso Titanic, destacando cómo en ambos casos se ignoraron señales de advertencia.
La búsqueda del sumergible, que llevaba a bordo a cinco pasajeros en una expedición a los restos del Titanic, fue concluida por la Guardia Costera de Estados Unidos ayer por la mañana. Lamentablemente, se confirmó que el vehículo había implosionado y no había sobrevivientes. Mientras son pocos los individuos que han realizado esta expedición con éxito, uno de ellos es el propio James Cameron, director de la icónica película Titanic, quien ha visitado el lugar del naufragio en más de 33 ocasiones.
La relación entre Cameron y el mar va más allá de su interés como cineasta y explorador. Su curiosidad lo llevó a trabajar durante casi una década en la creación de un sumergible lo suficientemente resistente para llegar a la Fosa de las Marianas, el punto más profundo del océano. Según el propio cineasta, lograr este objetivo requirió seguir un riguroso conjunto de protocolos de seguridad, algo que, aparentemente, no se hizo en el caso de la empresa Ocean Gate.
“El Titán, sin embargo, no dio la debida importancia a la construcción y a las pruebas tradicionales de buceo en aguas profundas. Fue operado con un control similar al de una PlayStation, y los visitantes recordaron haber pensado que el equipo detrás del submarino podría estar ‘innovando’ al construirlo”, comentó James Cameron durante la entrevista con ABC News.
“Muchas personas en la comunidad estaban muy preocupadas por este submarino, y varios de los principales expertos en ingeniería de inmersión profunda incluso enviaron cartas a la compañía advirtiendo que lo que estaban haciendo era demasiado experimental para transportar pasajeros y que se necesitaba una certificación adecuada, entre otras cosas”, agregó.
James Cameron estableció un paralelismo entre el submarino perdido y el Titanic: “Me impresiona la similitud con el desastre del Titanic, donde el capitán fue advertido repetidamente sobre la presencia de icebergs en la ruta de su barco y, sin embargo, continuó navegando a toda velocidad hacia un campo de hielo en una noche sin luna, con el trágico resultado de muchas vidas perdidas”.
“Es increíble ver cómo, en una tragedia tan similar, donde las advertencias fueron ignoradas, ocurrió en el mismo lugar y en un contexto en el que el buceo está sucediendo en todo el mundo. Es realmente surrealista”, concluyó el director.
