La reina de España cumple 49 y se encumbra como una de las mujeres más poderosas de Europa. Sus discursos, formas de crianza, la relación con el rey e incluso su estilo no han dejado indiferente a nadie.
Por Bernardita Cruz Baraona / @bernicruzmr
Desde que en España comenzaron a circular rumores sobre una relación del por aquel entonces príncipe Felipe, el soltero más cotizado de Europa, con una reconocida periodista, el país puso sus ojos sobre ella. Y claro, no se trataba de cualquier mujer. Era quien, si todo prosperaba, se convertiría a la soberana de la nación, una que hasta ese momento era absolutamente juancarlista.
Letizia llamaba la atención. Ella escapaba a la típica mujer que ingresaba a una Casa Real. Era independiente, divorciada y profesional. De hecho, ejercía como conductora de noticias para la cadena TVE e incluso había sido corresponsal de guerra en Irak en 2003.
Ella tenía experiencia y desde un comienzo supo que su palabra traería consigo críticas pero que también, le daría nuevos aires a una monarquía apegada a las tradiciones. Al menos, en lo que aparentaba. Porque ya se sabe que puertas adentro, la historia era muy distinta.
Apenas la pareja anunció su compromiso, la figura de la actual reina fue de las favoritas en todos los medios de comunicación.
Aires distintos
Una de la cosas que más ha llamado la atención de Letizia Ortiz es que, debido a su preparación profesional, tenía un discurso bastante más moderno a los que tenía Juan Carlos y Sofía, los padres del actual rey de España, Felipe VI.
Eso fue precisamente uno de los grandes blancos de crítica de los españoles, quienes la veían como una mujer que simbolizada un peligro para los estándares monárquicos. De hecho, para una amplio sector más conservador fue todo un escándalo que la prometida del príncipe fuera divorciada. Peor aún, que haya sido retratada semidesnuda por el pintor cubano Waldo Saavedra y que incluso esas obras sirvieran de inspiración para la carátula de un disco del grupo mexicano Maná.
Lo cierto es que críticas más o críticas menos, la española siempre demostró hacer caso omiso de lo que se dijera de ella. Porque también se le miró en menos por sus orígenes no aristocráticos, por ser nieta de un taxista, por ser demasiado flaca, por ser franca. Se le acusó de querer brillar más que su marido. Y qué decir, de cuando se le ha visto imponiendo sus ideas frente a su suegro e incluso peleando con la reina emérita, Sofía.
Letizia también impuso estilo en su forma de crianza y en cómo vive sus relaciones personales. Por ejemplo, no ha dudado en darle la mano a su marido, tampoco en acariciarlo y mucho menos en reír de buena gana. Algo absolutamente inédito en la historia española. Y lo mismo ocurre con cómo es con sus hijas. Siempre juntas y cariñosas entre ellas. No las deja solas. Incluso se le acusa de tenerlas demasiado dejos de la gente. Algo que ha ido cambiando poco a poco ahora que Leonor, la heredera al trono, ya tiene 15 años y comienza a prepararse para su futuro rol.
Puro estilo
Pero sin duda, Letizia Ortiz, no solo ha llamado la atención por su manera de afrontar el rol de soberana de una de las casas reales más emblemáticas de Europa. También lo ha hecho por sus looks marcados por una melena que ha permanecido similar en todos estos años, por sus stilettos, por potenciar marcas nacionales e incluir en su clóset términos como “low cost” y “reusable”. Porque en plena crisis económica que desde el año 2008 ha azotado a España y que continúa haciéndose notar, Letizia supo hacer discursos sin palabras. Por ejemplo, que no cabía despilfarro de dinero en atuendos mientras el nivel de desempleo superaba los dos dígitos. Y en pandemia, ese discurso ha seguido igual.
Trajes nuevos o reciclados, aquí te mostramos algunos de sus looks más aplaudidos.
