¡Felices 30 Ed Sheeran!

Una bella voz, además de las seis cuerdas de su guitarra, fueron todo lo que un púber Ed Sheeran necesitó para descubrir la fórmula del éxito hace ya casi dos décadas.

Por Francisca Vives K. / @franvivesk

17/02/2021

En el colegio no lo pasó bien, era algo así como el “niño raro”, según él mismo ha confesado. Aprovechaba los recreos y se sentaba en los pasillos con su guitarra. Hoy ese chico cumple 30 años y es considerado uno de los artistas más reconocidos del panorama internacional.

Nació en Halifax (norte de Inglaterra), pero la mayor parte de su infancia la pasó en Framlingham, un pequeño pueblo al noreste de Londres. Esa localidad fue la que lo inspiró para crear Castle on the hill, donde cuenta que “se rompió la pierna” con seis años, fumó cigarrillos con 15, se emborrachó con sus amigos y dio su primer beso un viernes por la noche.

Tenía apenas 12 años y tras ir a un concierto del irlandés Damien Rice, descubrió que quería dedicarse a la música. Primero porque lo hacía feliz y segundo porque era una manera de socializar y dejar de ser objeto de bullying por su pelo casi rojo, sus anteojos o su tartamudez, algo que finalmente superó rapeando a Eminem.

Talento innato

Su especial timidez lo animó a seguir no sólo a seguir su formación musical, sino también actoral en compañías como la ‘British Youth Music Theatre’ (BYMT), donde en 2007 formó parte del elenco de Frankenstein bajo la dirección de Nick Stimson, que ha confesado que Sheeran fue un alumno “extremadamente trabajador y un músico innato”.

Otros de los que ha hablado del talento de Sheeran es su compañero y amigo Matt Brinkler, que ha contado cómo su amigo le pidió años atrás poder dormir en su sofá “una temporada” cuando se fue a Londres a buscarse y ganarse la vida. “Él trabajó duro por lo que quería hacer, tocaba la guitarra todos los días y hacía bolos los siete días de la semana, y cientos al año”.

Fue así que el músico comenzó a forjar su carrera y centró toda su energía en ser exitoso en la industria musical, incluso si no tenía un lugar al que llamar hogar.

Su voz y su manera de transmitir la música convencieron al mismísimo Elton John, que lo convirtió en su “protegido” y le enseñó la ecuación infalible para “sortear los caminos de la industria musical” en la que debutó en 2011 con + (Plus), con superéxitos como Lego House o Drunk.

Reproducir el éxito

Poco a poco fue dejando atrás los pubs londinenses que lo vieron crecer y comenzó a escribir canciones para bandas como One Direction, a los que regaló la preciosa Little Things; o Taylor Swift, con quien escribió e interpretó conjuntamente Everything has changed para posteriormente ser su telonero en la gira ‘Red’ por todo Estados Unidos.

Ese hecho le dio la posibilidad de que un público mucho más amplio lo conociera y al mismo tiempo lo motivó a crear un montón de canciones. Un total de 120 que despejaron la X (Multiplicar) de su segundo álbum, que incluye, entre otras, la premiada Thinking Out Loud, con la que ganó en 2016 el Grammy a mejor canción del año.

Pisar el freno hace bien

Todo el éxito alcanzado por Ed Sheeran fue muy, muy rápido. Y sumado a las largas y agotadoras giras, terminaron pasándole la cuenta, agravando su salud mental y su ansiedad. Fue entonces que decidió tomarse un tiempo para reconectar consigo mismo; poder “apreciar el mundo con sus propios ojos y no a través de una pantalla”, viajar y crear lazos con el amor de su infancia y ahora, su esposa, Cherry Seaborn.

Fue a ella a quien le dedicó Perfect, el primer tema que compuso para su tercer álbum ‘÷’ (Dividir), lanzado en 2017 después de ese renovador año. sabático, que le sirvió para convertirse en un hombre más feliz, como relata en Happier, junto a otros éxitos, como Shape of you o la enérgica Barcelona, en la que incluye algunas palabras en español.

Su tercer disco se alzó como el mejor álbum de ese año con 15 millones de copias vendidas. Luego vino nº 6, un disco en el que colaboraron artistas como Justin Bieber o Camila Cabello, para después volver a tomarse un tiempo, solo interrumpido por el lanzamiento de la canción Afterglow, el pasado diciembre, como un regalo para sus millones de seguidores, quienes ciertamente lo esperaban ansiosos.

En este tiempo, sin dejar completamente la guitarra, explotó su faceta artística, tomó el pincel para crear una serie de  de cuadros que ahora subasta para obras benéficas; y en septiembre de 2020 dio la bienvenida a su primera hija, Lyra Antarctica. Ed y su esposa Cherry contaron que eligieron ese inusual nombre para su primogénita por la trilogía literaria favorita del cantante, “His Dark Materials”, de Philip Pullman.

Ahora que alcanza los 30 años, aquellos que lo conocieron de niño y joven, reconocen que su música ha ido mutando con él, pero que es el mismo Ed que tocaba la guitarra sentado en el suelo del pasillo del colegio, donde de seguro reside el éxito que hoy tiene.  

clear
TOP