Carolina Herrera Colección Resort 24

Con la maravillosa Río de janeiro como telón de fondo, Wes Gordon ha concebido un desfile que reinterpreta con audacia los códigos icónicos de la casa, con una gama cromática multicolor, faldas largas, estampados de lunares y camisas de seda de inspiración masculina que resaltan más que nunca en este mágico enclave brasileño. 

Por Francisca Vives K / @franvivesk

Sobre la pasarela, lentejuelas deslumbrantes, radiantes motivos de orquídea, tul artesanal en olas blancas y negras, en homenaje al paseo marítimo modernista diseñado por el paisajista brasileño Roberto Burle Marx. La colección recorre joyas hedonistas en vibrantes tonos estelares que centellean bajo el sol del ocaso. Desde el fascinante barrio de Santa Teresa los invitados han podido contemplar los puntos más icónicos de la ciudad, como el Pan de Azúcar, la bahía de Guanabara y el magnífico Cristo Redentor iluminado en rosa Blush. 

La madre naturaleza y el clima tropical brasileño demostraron ser la musa definitiva. Cuando los invitados llegaron para disfrutar de cócteles al atardecer y del impresionante arco iris que abarcaba la extensión del escenario, una tormenta llegó al lugar del espectáculo por un prolongado e inesperado período de tiempo. Finalmente, los invitados fueron acompañados a la fiesta contigua en un invernadero en la jungla construido para la ocasión mientras las modelos fueron filmadas bajo la lluvia descalzas sosteniendo sus zapatos, evocando una emotiva y romántica imagen de la Chica de Ipanema. 

Luego del desfile, la velada siguió para celebrar no solo la colección Resort ‘24, sino también el reciente lanzamiento (con éxito instantáneo) de Good Girl Blush, la última variación de la fragancia en forma de stiletto. Con su tacón rosa, Blush ofrece una explosión de peonía y vainilla que ha suscitado una respuesta entusiasta en la comunidad internacional de fans de la marca y de Good Girl. 

Por otro lado y en una muestra de respeto hacia este impresionante enclave brasileño, el desfile logró la neutralidad de carbono gracias a una iniciativa que constata el compromiso medioambiental de la marca. Con la colaboración de Carbon Free Brasil, CH neutralizó las 198,4 toneladas de dióxido de carbono generadas durante los eventos. 

El propio pueblo brasileño desempeñó un papel fundamental en esta celebración. El casting del desfile fue 100% brasileño, con modelos como Caroline Trentini, Isabeli Fontana, Caroline Ribeiro, Barbara Valente, Laiza De Moura, Anita Pozzo y Rita Carreira. 

Además, Carolina Herrera tiene el honor de colaborar con Spectaculu, una organización sin ánimo de lucro que proporciona formación y orientación profesional ligada al sector del entretenimiento a jóvenes entre 17 y 21 años. Con la colaboración de Carolina Herrera, la escuela inaugurará una nueva aula de costura para el curso 2023-2024. 

La sexy Resort ‘24 de Carolina Herrera 

La colección Resort 2024 de Carolina Herrera se embarca en un viaje de exuberante belleza y sensualidad. Un espíritu de ligereza ultramoderna impregna la colección, llena de prendas inolvidables y totalmente fabulosas. 

El director creativo Wes Gordon sigue reinventando los códigos icónicos de la casa mediante formas nuevas y sorprendentes, a través de distintas proporciones y tejidos, y con una gama cromática arcoíris que convive con un color negro absolutamente neoyorquino. Las proporciones de la camisa clásica de algodón se vuelven exageradas y se drapean en torno a faldas generosas que recuerdan a un sarong. El estampado de lunares aporta un toque de diversión a un conjunto típicamente masculino de camisa y pantalones de seda sobre un top de bikini a juego. El algodón con broderie anglaise se declina en verde intenso, rojo laca y negro, y se transforma en teatrales vestidos de cóctel, faldas de fiesta y vestidos que aportan un aire de levedad a prendas sofisticadas y llenas de glamour. 

Esta temporada, la mujer Herrera celebra la despreocupación y la seguridad en sí misma. Predomina una silueta marcada y ligada al cuerpo que se plasma en prendas que diluyen la frontera entre lo casual y lo formal, el día y la noche, con una conclusión clara: siempre es un buen momento para lucir una prenda fabulosa. 

Para la noche, el volumen aumenta con gestos teatrales que no recurren a las estructuras internas típicas de la corsetería, sino a una sastrería de precisión con tejidos delicados. Los golpes de efecto vienen dados por inesperadas combinaciones de color, como un minivestido troquelado en azul lago, verde kiwi y naranja papaya. Una falda de volantes se convierte en un arcoíris flotante que se recrea en la gama cromática de la colección. Las lentejuelas aportan sentido del espectáculo y transforman la superficie de las prendas en acuarelas florales o atardeceres de belleza cegadora. Las orquídeas recorren la colección, recreadas mediante delicados bordados o tenues estampados en organza. El exquisito oficio del taller neoyorquino se traduce en un dúo de prendas de tul, hechas a partir de cientos de capas de tul tejido a mano en sinuosas olas blancas y negras, en homenaje al vanguardista paseo marítimo diseñado por el paisaista brasileño Roberto Burle Marx. La colección se acentúa gracias a atrevidas joyas en tonos deslumbrantes que centellean en el ocaso brasileño. 

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