¿Mandíbula estresada?

¿Despiertas con dolor de cabeza o aprietas los dientes al dormir? Estas razones podrían ser la causa de un posible bruxismo. Esta patología se identifica por una alteración en el sistema nervioso, que puede detectarse a través del estrés, insomnio, desordenes alimenticios, entre otros. 

El bruxismo es una hábito inconsciente. Es por esto, que es importante encontrar una manera de poder descansar. Los masajes de relajación facial es  una técnica de poder calmar los dolores de espalda, cuello y mandíbula brindándole a tu rostro una sonrisa de vuelta. 

Isabel Rodríguez, Mesoterapeuta y Naturopata del Bindu Wellness & Spa (www.binduspa.cl), explica que los masajes maxilofaciales es una terapia que ayuda a disminuir los dolores músculares, activando la circulación sanguínea y linfática. Con el objetivo de eliminar toxinas y contribuir a la nutrición de las células, para luego, tener efectos en el sistema nervioso para que, finalmente, se logre descargar la musculatura contracturada, liberando endorfinas y mejorando el estado de ánimo en el paciente. 

También, enfatiza la prevención del rechinamiento de dientes.  “Si la persona es consciente de su cuerpo, será capaz de interpretar señales que son frencuentes al paso del tiempo, pudiendo identificar cual es la situación pasada y presente que le provoca estrés, con esto podría controlar sin duda el avance del bruxismo”, afirma.

Un punto a destacar,  son los resultados finales que entregan los masajes terapéuticos. Isabel cuenta, que al nivelar la descontracturación se produce flexibilidad y elongación a los músculos de la cabeza, cara, cuello, cervical y espalda alta, disminuyendo el dolor para mejorar la calidad de vida. También como guía de apoyo se utiliza en complemento una placa de relajación y tratamientos alternativos como, Las Flores de Bach, Reflexología y Reiki. 

Creado por Racool_studio



Isabel, quien lleva veinte años trabajando con el cuerpo, alma y corazón de cada clienta, cuenta como ha llevado su conexión y dedicación con las personas que ingresan a Bindu. “Es gratificante para uno porque tú ves cómo las personas entran al Spa. Te fijas en  su manera de caminar, en el  rostro que habla mucho y te indica en que estado viene la persona.  La verdad tengo una experiencia de 180 grados.  Porque la mayoria de las clientas experimenta  un cambio en los masajes maxilofaciales, yo te diría  que un noventa y cinco por ciento  nota el cambio, y lo mejor de todo es que  ellas pueden manejar de mejor forma su vida, pueden dormir tranquilas y conciliar más el sueño”… 

“Por ejemplo, cuando uno se realiza un masaje esporádicamente y tenemos esta patología asociada (bruxismo) es muy difícil que pueda haber un gran cambio, siempre va a volver a cero.  Yo he tratado esta anomalía y si es verdad que hay  personas que han dejado la placa por el trabajo de los masajes de relajación”, asegura.

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