Definitivamente todo un clásico de la peluquería que jamás, pese la tiempo, ha pasado de moda. Lo impuso, sin duda, la bellísima actriz como símbolo de sensualidad naïve allá en los 50. En los 60 empezó a lucirlo de una forma que ya se conoció derechamente como el flequillo bardot: más largo, menos denso y con la opción de dejar la frente despejada.
Por @franvivesk
Mucho más que un flequillo. El de Brigitte Bardot es el emblema de una época que ha logrado conservar su carácter y su personalidad a lo largo del tiempo. Un flequillo capaz de conseguir que cada mujer que visita un salón de belleza y pide ese corte, se transforme en alguien con un look ultra chic y, por paradójico que parezca, con un peinado súper moderno.
Pero, ¿Por qué nos encanta? ¿qué tiene de particular este flequillo?
Las razones con miles. La primera y más importante, por que se trata de un flequillo súper favorecedor, sobre todo para los rostros ovalados. Además, entrega juventud y vitalidad en exceso. También, de alguna manera, nos transporta a un tiempo de sublevación y de libertades llenos de glamour. Y es que la Bardot es de esas mujeres que han sido capaces de crear su propio estilo, en este caso bohemio y sofisticado y de reinventarse continuamente.
Un peinado con un extra de naturalidad, donde la clave es el volumen.Conocido como flequillo cortina (courtain fringe) o Bardot, se trata de un flequillo partido por la mitad, en ‘V’ invertida, que comienza a trabajarse desde debajo de los ojos y se va fundiendo en sus extremos con el resto de la melena, como si se tratara de dos mechones que caen hacia los lados de la cara. Para los expertos es el mejor tipo de flequillo para las mujeres que nunca se han atrevido a probar uno. Si quieres mantenerlo, tendrás que cortarlo en 3 semanas, y si no, lo dejas crecer, y en unas pocas más, ya no habrá ni rastro de él. También puedes disimularlo con horquillas o con un cintillo, accesorios tendencia esta temporada.
