El Camino a la Resiliencia

La importancia de sobreponerse a las cosas que nos tocan. Chicas o grandes. ¿Cómo encontrar la capacidad de enfrentarse a los desafíos, pensando en el agobio y ansiedad que tenemos en estos días?

¿Quién soy? Mi nombre es Fran Larraín, tengo 46 años y creo que puedo decir por primera vez en mi vida que estoy haciendo realmente lo que quiero hacer y estar donde quiero estar. Sé que si vemos el panorama general de Chile y el mundo, muchos pueden pensar que esto suena raro, entre pandemia y crisis social… pero creo que viví mi propia pandemia y crisis hace tres años, mucho antes de los eventos actuales..

Soy la cuarta de seis hermanos, regalona, rodeada de perros desde que me acuerdo y siempre con grandes amigas. En la etapa del colegio no valoraba mucho mi vida familiar, teníamos tanta diferencia de edad entre los seis que creo que no nos conocíamos mucho. Hoy, más de 25 años después, puedo decir que mis hermanos son mis ángeles y que no podría vivir sin ellos. Mis amigas, siguen siendo un pilar muy importante en mi vida, pero he aprendido a lo largo de los años que la familia es el centro y hoy con mis dos niños, mi marido y mis dos perras, lo siento desde el fondo de mi corazón así.

Si observo, soy una persona normal que siempre quiso ser feliz, pero de adolescente no lo pasé bien por el tema del sobrepeso. Hasta los 15 era normal en ese sentido, pero de repente empecé a subir de peso y eso me empezó a hacer sentir mal conmigo misma. Luego de años me di cuenta de que no sólo era yo, sino otras personas las que me hacían sentir insegura. Me acuerdo de una tía que me decía ‘tan bonita pero tan gordita’. Así he pasado toda mi vida, sube y baja de peso.

Me casé a los 21 y tuvimos dos niños increíbles; éramos un matrimonio feliz, pero inmaduro y a los 7 y 14 años decidimos separarnos. Primero 5 meses, la segunda vez 2 años… Siempre volviendo y empezando nuevamente, el amor siempre ganó… El 2015 incluso nos casamos nuevamente (salimos, pololeamos, me regaló anillo de nuevo). Hicimos todo desde cero.

En ese tiempo yo había cambiado mucho y en muchas formas. A los 39 había dejado de fumar después de haberlo hecho toda mi vida, y había empezado a hacer deporte. Descubrí que me gustaba correr y llegué a correr 21 kilómetros… Me reencontré con mi matrimonio, descubrí una pasión en mi vida y estaba muy contenta. Trabajaba en una de las empresas más importantes del mundo. Todo iba bien, hasta que un día de julio del 2017 me fui a hacer un examen de mamas de rutina, me sentía tan bien física y mentalmente que nunca pensé lo que podía venir…

Si bien tenía antecedentes familiares nunca imaginé lo que podía suceder. Recuerdo como si fuera ayer que mi doctor me llamó y me dijo: “Ven a verme, ya tengo los resultados de tus exámenes”. Nos sentamos junto a mi marido en su consulta y me dice: “Panchita tienes cáncer”…. Me acuerdo y me corren las lágrimas como ese día. Recuerdo que empezó a explicarnos y yo solo pensaba ‘no me quiero morir’, ‘tengo tanto que hacer’. Sinceramente, no me acuerdo de nada de lo que me dijo. Luego fuimos a sentarnos a un café y mi marido me decía, “vamos a buscar los mejores doctores”. Yo lo escuchaba de lejos. Lo único que se me venía a la cabeza era que no quería dejarlo, ni a mis hijos ni a mi familia. Me sentía tan feliz con mi vida que no podía creer lo que estaba pasando.

Y bueno, de estar preparándome para correr mis próximos 21km en octubre de ese año, el destino me estaba cambiando la carrera. Ahora tenía que correr por mi vida…

Me llevé el paquete completo. Me hicieron una mastectomía total, y cuatro quimios fuertes cada 15 días; 12 suaves (entre comilla) que eran todas las semanas y al final 35 radios todos los días.

Siempre en mi cabeza estuvo el que tenía que salir adelante, el que esa carrera no me la iba a ganar nadie. No niego que lloré y mucho y tenía días malos como todos los que tienen algún sufrimiento en su vida, pero lo que nunca hice fue dejarme caer. Tenía el cariño de mi familia, mi marido que fue mi pilar, mis niños y amigos, qué más podía pedir con tanto amor a mi alrededor.

Estaba viviendo mi proceso de manera muy positiva y cuidándome mucho física, mental y espiritualmente y sentí que esto tenía que darlo a conocer de alguna manera. Se me ocurrió crear un instagram (@corredoraporlavida) donde empecé a entregar tips y contar mi historia, mi experiencia de vida a todas las personas que estaban viviendo lo mismo. Quería ayudar a otras mujeres que estuvieran en lo mismo que yo. Y me di cuenta de que no sólo las ayudaba a ellas, sino también a hombres y personas que estaban experimentando otro tipo de situaciones difíciles.

Mi comunidad ha ido creciendo, ya son más de 12 mil seguidores y espero seguir entregándoles contenido que sea de utilidad para todos.

Bueno, ahora tengo que seguir cuidándome. Tengo que tomar un remedio por 10 años para que no vuelva el cáncer y hacerme controles cada tres meses. Luego cada seis meses hasta cumplir los cinco años.

Después de terminar el tratamiento volví a trabajar y me di cuenta de que lo que quería hacer en mi vida era ayudar a los demás. Llevaba trabajando 4 años en una de las mejores empresas del mundo, Google. Me apoyaron y acompañaron siempre durante todo mi proceso, pero en mi cabeza estaba otra meta. Quería ayudar a los demás desde otro lugar. Uno no sabe cuánto tiempo le queda en este mundo, yo no lo sé y nadie lo sabe, pero después de lo que había vivido tenía que hacer un cambio.

No fue fácil, porque mi marido estaba comenzando una pyme y mi sueldo era muy importante, pero mi corazón me decía que tenía que hacerlo, así es que me lancé. Me metí a estudiar coaching organizacional y hoy un año después puedo decir que soy realmente feliz en lo que hago. Realizo charlas contando mi historia. Talleres motivacionales para mujeres y trabajando en organizaciones para entregarles herramientas y que de esa manera se sientan felices y más motivados en sus trabajos.

Como decía, uno no sabe cuánto tiempo le queda en este mundo, pero lo que quede, quiero seguir haciendo lo que hago hoy. Doy gracias a la vida por darme esta oportunidad y por poder entregar a otros, cosas para que se puedan sentir más contentos y realizados en sus vidas.

Coach Organizacional. Speaker Motivacional

clear
TOP