Se conocieron en 2003 en el set de filmación de la cinta “Mr. and Mrs. Smith”. Él estaba casado con la actriz Jennifer Aniston a quien rápidamente dejó por su compañera de reparto. Brad Pitt y Angelina Jolie, se convertían así en una de las parejas más populares de Hollywood, a quien la prensa rápidamente apodó “Brangelina”.
Pasaron los años, tuvieron seis hijos entre biológicos y adoptados. En 2014 se casaron y dos años más tarde vino la separación. Una que aún no logran cerrar del todo ya que pidieron a los tribunales más tiempo para resolver un tema millonario y es qué hacer con el castillo francés que compraron un poco antes de contraer matrimonio. Chateau Miraval, ubicada en la Provenza francesa, tuvo un costo de 60 millones de dólares y fue ahí donde la pareja dio el “sí, quiero” en una ceremonia íntima con sus hijos.
Precisamente la custodia de los niños, Maddox de 18, Pax de 15, Zahara de 14, Shiloh de 13 y los gemelos Vivienne y Knox de 11 años, ha sido otro tema que los ha tenido en disputa, sobre todo luego de que se supiera que el actor fue acusado de violencia doméstica hacia el mayor de ellos.
Lo cierto es que recientemente llegaron a un acuerdo por lo que las últimas negociaciones con respecto a lo económico han sido más amables. Incluso la actriz habló por primera vez de su separación. “Sentí una profunda y genuina tristeza… Fue complicado, no me reconocía más a mí misma y me convertí -cómo lo digo- en alguien más pequeña, insignificante… Estaba profundamente triste, estaba herida. En la otra mano, fue interesante entrar en esta humildad y sentido de insignificancia. Al final, es humano. Y encima de eso, estaba lidiando con algunos problemas de salud. Todas esas cosas te hacen echar raíces y te recuerdan lo afortunado que eres de estar vivo. Es una lección que paso a mis niños: la idea de renovación, y a través de todo, la posibilidad de alegría. Yo tuve que redescubrir la alegría”, señaló a la revista francesa Madame Figaro.
Hace poco tiempo Pitt fue quien se refirió a la ruptura con Jolie. En una entrevista al “The New York Times” confesó que acudió a Alcohólicos Anónimos. “Había llevado las cosas tan lejos como pude, así que eliminé mis privilegios de beber”, compartió.
